Juan Vidal y la firma Bimani suman sus talentos en una colección cápsula.
El diseñador JUAN VIDAL colabora con BIMANI en una colección cápsula para esta primavera que, sin dejar de lado los códigos y la esencia que han hecho conocida a esta firma española, introduce los toques de fantasía tan propios del universo del creador alicantino.
Conocida por sus prendas sencillas, versátiles y fácilmente combinables entre sí, fabricadas en crepé georgette –un tejido que no necesita planchado–, y en una extensa paleta de colores que se renueva cada temporada, la historia de Bimani, que se remonta al año 2012, es la de su fundadora, Laura Corsini (Madrid, 1990). Se acaba de graduar en Administración y dirección de empresas en ICADE y ahora estudia Diseño de moda en el Istituto Marangoni de París. Se inició diseñando una blusa básica que respondía a una necesidad personal y que, con el tiempo, terminaría por convertirse en el germen de esta firma española ya consolidada, que cuenta con dos tiendas propias en Madrid y un equipo de 22 personas. Su última aventura, que rompe con los códigos tradicionales de la marca sin dejar de lado su ADN, consiste en una colaboración con el diseñador Juan Vidal (Alicante, 1980). «La idea surge con la intención de acercar diferentes diseñadores nacionales a los que admiramos y con los que nos sintamos identificados», explica Corsini, seguidora del trabajo de Vidal desde que este ganase Who’s On Next en 2013. La colección desarrollada por el alicantino supone la unión de dos trayectorias muy diferentes pero paralelas en el tiempo. «Me hace mucha ilusión que nuestros caminos se hayan cruzado casi diez años después de aquel momento», desvela Corsini. El modisto, que no conocía la marca hasta ahora, ha desarrollado cinco piezas para esta temporada primavera/verano 2021, que siguen la filosofía Bimani pero llevan añadido ese toque de fantasía tan propio de su universo: el estampado.
«Laura tiene un concepto muy limpio y muy claro de cuál es su producto. Me pareció muy interesante que trabajara con tan pocos tejidos y que, al mismo tiempo, tuviera ese desarrollo de color tan intenso», explica Vidal. Respetando los patrones y las siluetas típicas de la marca, y dado que nunca antes habían trabajado con la estampación, el diseñador lo tuvo claro desde el principio. «Hay que intentar hacer una simbiosis entre ambos mundos sin perder la esencia de Bimani, que es realmente quien propone la colaboración», añade. El resultado son dos vestidos, uno mini y otro midi, un traje y una blusa que no solo combinan entre sí, sino también con el resto de los diseños creados por Corsini. El estampado floral de aires retro que, en palabras de Vidal, «recuerda a Marimekko», aparece en dos dimensiones y está teñido por la gama fría de colores Bimani para esta temporada. Un zueco tipo mocasín con plataforma, inspirado en la icónica modelo Twiggy, completa esta cápsula que no esconde sus clarísimas referencias a los años 60. «Desde el principio me apetecía centrarme en una época en la que la gente se abrazaba de una manera loca, tenía ganas de divertirse, había festivales en la calle...», cuenta Vidal. Otra manera de acercarnos a ese ‘verano del amor’ que está por llegar