VOGUE (Spain)

Margarita Gambles lleva vestido de algodón, de JACQUEMUS.

- Fotografía NICO BUSTOS Estilismo JUAN CEBRIÁN

Símbolo inevitable­mente asociado a las sinuosidad­es de los años ochenta, la silueta ‘bodycon’ (abreviatur­a de ‘body conscious’ o, lo que es lo mismo, conscienci­a del propio cuerpo), se descubre como una de las tendencias más reveladora­s de esta primavera. Varias modelos españolas interpreta­n para ‘Vogue’ estas prendas ajustadas que exhiben (y celebran) las curvas de su anatomía en un claro ejercicio de empoderami­ento.

«Con los años mi cuerpo se ha ido transforma­ndo. Al principio me costó mucho aceptarlo, pero gracias a colaborar con marcas, revistas y fotógrafos diferentes, me he dado cuenta de que es perfecto tal y como es. Ahora lo amo más que nunca», afirma MARGARITA GAMBLES (Zaragoza, 2000). La modelo, que ha protagoniz­ado portadas para varias cabeceras internacio­nales, asegura que estos trabajos le han ayudado en el camino: «Cuando salió mi primera portada tuvo mucha repercusió­n y esto hizo que me diera cuenta de lo precioso que era el cambio que estaba viviendo mi cuerpo».

Vestido de algodón, de JACQUEMUS.

CARLA TRUJILLO (Barcelona, 1993) ha trabajado para diferentes firmas y cabeceras, entre ellas Vogue España, y explica que lo que más le gusta de su cuerpo son sus curvas: «Sería una desagradec­ida si me quejara de ellas. Me dan trabajo y las disfruto. No tengo miedo a los estereotip­os, es mi cuerpo y me siento orgullosa».

Vestido con cut out, de SPORTMAX.

«Tengo una constituci­ón atlética y una altura considerab­le, lo que hace que no encaje en las medidas tipo. Me cuido y me esfuerzo por mejorar, con el objetivo de sacar el máximo potencial a mi cuerpo, pero sin llegar a obsesionar­me», cuenta la modelo ELENA CAMBÓN. A sus 20 años tiene una clara opinión sobre su profesión: «Tanto la personalid­ad como la actitud son importante­s, son las que marcan la diferencia. Hay personas que desprenden tal magnetismo y encanto que trasciende a la cámara, independie­ntemente de sus medidas».

Vestido midi y sujetador con logo, ambos de DIOR.

REBECA SOLANA pasó toda su niñez en La Habana, donde vivió hasta los 13 años (cuando se mudó a España). Con 22, esta modelo, que ha desfilado para firmas como Dolce & Gabanna, Jil Sander, Bottega Veneta y Vivienne Westwood, confiesa que, debido a su profesión, se cuestiona con más frecuencia las medidas de su anatomía: «Ser modelo me hizo darle más relevancia al físico que si hubiera elegido otro camino. Ahora mismo, estoy en una etapa de aceptación».

Vestido con escote asimétrico, pendientes y pulsera de plata, todo de BOTTEGA VENETA.

«Me gusta mi cuerpo. Soy una modelo convencion­al con una silueta que cumple con los estándares, pero es algo que me tocó y no elegí yo», explica MEI RUIZ que, aunque nació en Guangdong (China), reside en Madrid. «Existen muchos tipos de siluetas diferentes y todas merecen ser valoradas, aceptadas, queridas y respetadas. La idea de las formas del cuerpo femenino ha ido cambiando a lo largo de la historia».

Vestido de terciopelo con plumas en cuello, mangas y bajo y botas de ante, todo de SAINT LAURENT por ANTHONY VACCARELLO.

«Lo que más me gusta de mi físico son sus curvas, especialme­nte la de mi espalda. Me parece una de las partes del cuerpo femenino más bonitas y elegantes», cuenta JULIA HORRILLO (Madrid, 1997). «Ser un agente más de este cambio es un privilegio y un orgullo. Ojalá pudiera hablar con mi yo de 14 años para explicarle el mundo que la esperaba. Me habría ahorrado muchas insegurida­des si hubiera crecido con los referentes que están surgiendo ahora», asegura.

Vestido midi con aberturas, de MUGLER.

«Debido a mi profesión, me veo obligada a ser muy consciente de mi silueta, con la que estoy contenta», concede la modelo LORENA GUITIÁN (Vilamartín de Valdeorras, 1994), que ha desfilado para Dior, Hermès, Valentino, Lacoste y Saint Laurent. Y advierte: «Últimament­e se ven más modelos de diferentes tallas en las pasarelas, pero está lejos de representa­r la realidad que se encuentra a pie de calle».

Body, falda midi de ante y pulsera de piel con estribo, todo de HERMÈS.

Recién llegada a la moda (abrió el desfile de Courrèges de la colección de o/i 21-22), XULIA DORADO (A Coruña, 1997) tiene claro que la industria ha evoluciona­do, pero que aún queda mucho camino por recorrer: «Este negocio influye directamen­te en el imaginario colectivo de lo que es válido o no, y afecta a la propia imagen que tenemos de nosotras mismas, que buscamos alcanzar siempre una figura idealizada. Es necesario que se muestre la realidad en toda su diversidad y haya cabida para la gran variedad de cuerpos, siluetas e identidade­s que existen más allá de la normativid­ad».

Vestido combinado con piel, cinturón de piel con charms en forma de candado y pendientes de metal, todo de GIVENCHY.

«Todas las mujeres, de alguna forma, queremos estar dentro de los cánones de belleza, pero cada una es distinta y por eso creo que se deben ampliar. Yo me siento muy a gusto con mi cuerpo, aunque obviamente hay partes con las que una se siente más insegura», confiesa AMY SARR (Ourense, 2001), que con tan solo 20 años, ya tiene una proyección internacio­nal.

Mono corto de crepé, de VALENTINO.

Para PAULA ANGUERA (Lleida, 1999) el cuerpo va mucho más allá de la estética: «Todas las siluetas son bellas. Admiro y adoro todos los cuerpos, sin sexo y sin género». Gracias a su profesión, asegura, ha aprendido a quererlo tal y como es. Aunque no siempre se lo han puesto fácil: «Me siento libre dentro de una industria donde a veces es difícil sentir el disfrute y el placer del cuerpo».

Minivestid­o drapeado, de DSQUARED2; y pulsera Écrou de oro amarillo, de CARTIER.

«Tengo días mejores y otros peores de autoestima respecto a mi cuerpo. Pero me gusta sentir que es él el que está a mi disposició­n y no yo a la suya», reflexiona ALBA LUNA (Barcelona, 1997). La modelo ha desfilado para firmas como Valentino y Dolce & Gabbana, y se estrena como actriz en la nueva serie documental de Movistar+, El corazón del Imperio. «Me encanta que ya no haya un único canon, que podamos brillar y ser como queramos».

Vestido de lamé, de DOLCE & GABBANA.

Maquillaje: Jose Belmonte (COOL) para Nars. Peluquería: Manu Fernández (COOL) para Moroccanoi­l. Manicura: Lucero Hurtado para OPI. Ayudante de estilismo: Laura Sueiro. Producción en el ‘set’: Cap Dept. Texto: Elisa Cordo. Modelos: Paula Anguera y Amy Sarr (Traffic); Rebeca Solana, Elena Cambón y Mei Ruiz (UNO); Lorena Guitián, Margarita Gambles y Carla Trujillo (View); Alba Luna (Sight), Xulia Dorado (Wild) y Julia Horrillo (Francina).

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Foto: Nico Bustos.
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