Por la igualdad
Primavera árabe
La tercera galardonada con el Nobel de la Paz lidera el sueño revolucionario de libertad y dignidad de la mujer yemení. Tras conocer el premio, Tawakul declaró en una entrevista a Al Jazeera que dedicaba el Nobel «a los protagonistas de la primavera árabe. Es un honor para los musulmanes y para las mujeres» y se declaró dispuesta a actuar como ‘embajadora de la paz’ de las naciones árabes. La valiente Tawakul Karman empezó su activismo oculta bajo un niqab, hasta que durante una conferencia en 2004 se despojó de él y no volvió a usarlo. «Descubrí que el niqab no es apropiado para una mujer que quiere trabajar en público. La gente tiene que verte. Mi religión no dice nada sobre cuándo llevar velo», relata quien sueña con «un Yemen democrático, libre y próspero». Desde entonces, anima a otras compatriotas a secundar su gesto. «Las mujeres deben dejar de sentirse parte del problema para ser parte de la solución. Hemos sido marginadas mucho tiempo y ahora es el momento de que ejercitemos nuestros derechos sin necesidad de pedir permiso o contar con una aprobación», repite durante sus protestas frente al gobierno yemení. Antes del Nobel, Karman era más conocida en su país que en el exterior, a pesar de que en 2010 fue galardonada en Nueva York con el Premio Internacional de Mujeres con Valentía. Periodista y activista incansable, la actual situación en Yemen parece derivar hacia un conflicto armado. Ella dice seguir confiando en la revolución pacífica.