bebe vuelve la chica ‘Mala’
Se siente pletórica, con un nuevo disco bajo el brazo en el que promete dar a sus seguidores «un poquito de rocanrol».
Ki.e.r.e.m.e’ es una declaración de intenciones que hace la cantante extremeña a su público, pero también el título del primer single de su nuevo trabajo. Lo ha elegido porque transmite alegría pero, sobre todo, porque le encanta a su hija Candela de dos años. El día 12 de febrero se subirá a un escenario en Sevilla para dar su primer concierto de la temporada y presentar estas once canciones que una semana antes salen a la venta. Sonríe sin parar y nada parece ratificar su fama de ‘guerrera’. Bebe, en esta ocasión, muestra su cara más amable.
¿Cómo afrontas este nuevo reto?
Preparándome con un entrenador personal para tener mucha fuerza en el escenario. Me gustaría transmitir la felicidad que he sentido grabando el álbum, que todo el mundo se contagiara de ese ánimo.
Dices que es tu disco más punki.
Sí, por la actitud del movimiento, el sonido tan potente, más que por la estética, la verdad. Y es que ¡no hace falta ponerme una cresta!
¿Te preocupa que se descarguen tus canciones desde internet?
No me inquieta el pirateo. La música ha sido siempre un método de expresión y comunicación. Luego, con el tiempo, se comercializó. Pero, no nos volvamos locos, si la gente no tiene para llevarse a la boca, ¿cómo voy a pedir que paguen por mi disco? Hay que adaptarse a las cosas.
¿Eres de esas compositoras a la que la inspiración le llega en cualquier lugar?
No, yo me encierro a escribir, antes me escapaba a algún lugar perdido; desde que soy madre, tengo que organizarme. Aprovecho el rato en el que mi hija duerme para componer.
¿Te ha transformado la maternidad?
Muchísimo, me ha hecho mantener otra actitud frente a la vida. La experiencia me ha fascinado y haré todo lo posible por repetirla.
¿Te has vuelto más reposada?
Sí, antes era mucho más impulsiva, ahora consigo frenarme un poco. Cuando eres un torbellino, como yo, no siempre controlas y, claro, a veces, te equivocas. Pero tampoco pasa nada porque un día cometas un error, de eso también se aprende.
Tu último trabajo en el cine fue ‘Caótica Ana’, de Julio Medem. ¿Has dejado a un lado tu faceta como actriz?
De momento; me gusta implicarme en todo lo que hago al máximo y ahora el cuerpo me pide música. Pero me encanta interpretar. Yo empecé estudiando Arte Dramático.
El verano pasado te subiste a las tablas del Teatro Romano de Mérida para dar vida a Antígona...
Y me di cuenta de que me quedan muchas cosas por aprender. Como tengo mucho ‘morro’ y soy valiente, acepto esos retos. Pero, en una
representación, si te equivocas, no puedes rectificar gastando una broma como si fuera un concierto.
¿Siempre usas el humor en tu trabajo?
Vivimos en un ambiente tenso y trágico que deberíamos cambiar. A mí, la risa me ha ayudado mucho en la vida. Nos viene bien reírnos, lo primero, de nosotros mismos; nos tomamos muy en serio, olvidándonos de que no somos más que animales... Y claro, luego pasa lo que pasa.
¿Te refieres al enfado que desataste en parte de la prensa cuando presentaste tu disco en noviembre y te dirigiste a ellos con no muy ‘buenas palabras’?
¿Cómo puede pensar alguien que voy a insultar a gente que no me ha hecho nada malo? ¡Era una broma! En mis conciertos utilizo esas expresiones expre soeces y nadie se ofende.
Ddes Desde que soy madre, tengo que organizarme
mucho más. Aprovecho el rato en el que mi hija duerme para componer.»
Pero no tengo tiempo para ocuparme de esas bobadas. Soy una persona muy positiva, valoro todas las cosas buenas que he conseguido y no me amargo con estas polémicas.
¿Crees que existe una imagen preconcebida sobre tu persona?
Muchos periodistas la tienen y a otros, directamente, les gustaría coger un hacha y cortarme la cabeza. Eso ocurre porque no les doy lo que quieren, no les respondo lo que desean escuchar. Y porque, cuando ellos se ponen un poco macarras, yo también me pongo a su altura.
Hablando de imagen, ¿piensas mucho la ropa que llevarás en una actuación?
Me interesa mucho la moda porque es una forma más de creatividad. Me encanta llevar camisas masculinas sin nada debajo. Y me entusiasman los sombreros, porque creo que actúan como escudos protectores frente a las malas vibraciones. Lo que llevas puesto te define, ya sea para bien o para mal.