Sigue viviendo en un pueblo del País Vasco, donde acude todos los fines de semana, porque allí está su familia, sus perros, su casa... y su nieto. Esta mujer, que ya estaba afiliada al sindicato UGT cuando murió Franco, lleva toda la vida luchando desde distintos partidos políticos, y tiene claro que ha conseguido separar su faceta pública y privada, aunque reconoce que concilia mal, «muy mal». Militó durante treinta años en el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) hasta que surgió el cisma porque, confiesa, «llegó un momento en el que era imposible defender las mismas ideas». Ocurrió en el año 2007. Entonces cofundó Unión Progreso y Democracia (UPYD), agrupación que en las última elecciones legislativas logró cinco diputados para el Congreso de los Diputados. Ha vivido momentos malos («nunca han dependido de mí», aclara) pero jamás se le pasado por la cabeza tirar la toalla. ¿Su fuerza? La encuentra en los ciudadanos porque, afirma, «si me deprimo salgo a la calle, y siempre me encuentro gente que me da todo el ánimo del mundo». Confiesa tener enemigos, «todos los que están en ETA son mis enemigos jurados. Entre los políticos tengo adversarios y otros los siento como compañeros. He sentido que algunos me han traicionado, pero eso se produce en todos los ámbitos de la vida, no solo en la política». Esta mujer, la gran revelación de las pasadas elecciones por los buenos resultados de su partido en las urnas, habla sin tapujos para WOMAN MADAME FIGARO. Todo eso ha provocado que la situación económica sea tan grave. La crisis política ha provocado la económica. España necesita una profunda reforma del modelo institucional, una revisión del modelo del Estado para terminar con despilfarros. Tenemos una estructura de país insostenible e inviable. Y los responsables son los que nos han gobernado, tanto PSOE como PP. El problema parte de que ha habido, y hay, un bipartidismo asfixiante, ambos se reparten el poder. Vamos a tener que hacer un reforma antes de venga Angela Merkel y la haga ella.»