El Pais (Uruguay) - El empresario

Los abonos de Wimbledon valen oro

EN CUATRO AÑOS EL PRECIO LLEGÓ A US$ 100.000; SÓLO SE COLOCAN 2.520 SUSCRIPCIO­NES Y PASAN DE PADRES A HIJOS

- MANUEL SÁNCHEZ GÓMEZ

Si tiene usted 80.000 libras (unos US$ 100.000), en Londres muchos piensan que hay mejores formas de invertir que en la bolsa o en criptomone­das o NFT. Uno de los eventos deportivos más importante­s y exclusivos del mundo ofrece cada cinco años la oportunida­d de adquirir uno de los 2.520 abonos, cuyo valor puede multiplica­rse por varias cifras y cuya rareza es tal que suele pasar de generación en generación.

Son los abonos de Wimbledon, una de las formas más rentables de financiaci­ón del evento y que supone una oportunida­d única para los amantes del tenis, que podrán asistir durante cinco años a todos los días de torneo en la pista central, así como para los especulado­res, que ya se relamen con la ocasión de poder revender el abono completo o por días.

El precio del abono entre 2021 y 2025 alcanzó las 80.000 libras y, además de permitir el acceso a la pista central del All England Club durante los 14 días de competició­n, también permite su reventa, algo imposible para el resto de entradas, que están ligadas a su comprador y su reventa está prohibida y castigada.

A diferencia de la mayoría de eventos deportivos del mundo, Wimbledon opera de forma diferente a la hora de vender sus tickets. No lo hace por un sistema tradiciona­l, sino a través de un sorteo, que habitualme­nte se realiza en octubre del año previo. Si es uno de los afortunado­s, recibirá una entrada doble para un día al azar por un precio entre 150 y 300 libras (aproximada­mente US$ 190-US$ 380).

La otra opción, la más barata y ardua, es aguantar la famosa «The Queue», una cola que se forma en el contiguo Wimbledon Park y en la que la gente pasa la noche por la oportunida­d de acceder al torneo a cambio de apenas tres libras (US$ 3,8). Así Wimbledon se asegura que la pista central no esté solo reservada para el público más elitista.

Esta dificultad para hacerse con un asiento en la Catedral del tenis provoca que los abonos sean uno de los objetos más preciados del mundo de la raqueta y que hacer negocio con ello sea más que sencillo. Solo la final del año pasado entre Carlos Alcaraz y Novak Djokovic alcanzó precios en la reventa superiores a las 13.000 libras (US$ 16.000), precio parecido al de la final entre Roger

Federer y Djokovic en 2019, pero lejos de las 70.000 (unos US$ 88.000) que llegaron a pedir por ver a Andy Murray batir a Djokovic en la final de 2013, la primera vez que un británico ganó Wimbledon desde Fred Perry en 1936.

FUENTE DE INGRESOS

La organizaci­ón de Wimbledon ofrece a los abonados unos precios de 900 libras (US$ 1.100) para los primeros días de torneos y de 3.000 (casi US$ 3.800) para la final, en caso de querer revender la entrada a través del canal oficial, pero en el caso de acudir a la reventa extraofici­al, los precios para el abono total se disparan. En 2019, un abono se revendió por 112.000 libras (US$ 141.000), más del doble del precio oficial, pese a que solo le quedaban dos años de validez.

¿Por qué? Por otra de las razones que hace a estos «billetes de oro» tan especiales. Los actuales poseedores de un abono tienen prioridad en la siguiente ventana de venta. Esto hace que la mayoría de abonos siempre se mantengan en las mismas manos y pasen de una generación a otra.

Otro de sus beneficios secundario­s es que los asientos de los abonados están colocados cerca del Palco Real, donde es fácil encontrar a miembros de la familia real y celebridad­es mundiales.

La venta de los abonos por parte del All England Club es, según

Asistir a la final de 2023 llegó a costar en la reventa unos US$ 16.000

el mismo, «la mayor fuente de financiaci­ón del torneo».

Por esa vía «se pagan préstamos y se ayuda a la financiaci­ón, mejora y reforma de las instalacio­nes», dicen desde Wimbledon, cuya primera venta de abonos se remonta a los años 20, cuando ayudó a solventar la construcci­ón de la pista central.

A lo largo de los años, los ingresos de los abonos se han utilizado para la construcci­ón del nuevo pabellón para la prensa, la sala de prensa, la zona de entrevista­s, el techo retráctil de la pista central y la pista 1, así como el desarrollo del centro de tenis indoor contiguo al torneo.

El próximo 21 de marzo se abrirá el plazo de aplicacion­es para los nuevos abonos, los que ocuparán el período entre 2026 y 2030. Su valor se desvelará ese mismo día, pero con el aumento de interés que ha sufrido el deporte en los últimos años a la vera de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic, se espera que vuelva a batir el récord. Entre los expedidos en 2015 y los expedidos en 2020 su valor subió 30.000 libras (cerca de US$ 38.000).

Además de los abonos para la pista central, Wimbledon también ofrece este servicio para la pista 1, la segunda en importanci­a. En 2021, el torneo puso a la venta 1.250 abonos para esta cancha, con un precio de 46.000 libras (US$ 58.000).

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay