El Pais (Uruguay) - El empresario

Escanearse el iris del ojo a cambio de «cripto» por la crisis

LA EMPRESA WORLDCOIN, DEL CEO DE OPENAI, ATRAE A MILES DE ARGENTINOS

-

En un centro comercial de Buenos Aires, Juan Sosa se para ante un «orbe» de la empresa Worldcoin para escanear el iris de sus ojos a cambio de criptomone­das, como lo han hecho ya cientos de miles de argentinos golpeados por la inflación y el ajuste fiscal.

«Lo hago porque no tengo un peso, no hay otra razón», murmura Sosa, un profesor de artes marciales de 64 años. «No quería hacerlo, pero por mi edad nadie me da trabajo, y necesito la plata».

Se acaba de parar unos segundos frente a una esfera plateada con cámara incorporad­a que parece sacada de una vieja película de ciencia ficción, y pronto recibirá en su billetera digital una transferen­cia de tokens hoy equivalent­e a unos US$ 80.

Perfiles como el de Sosa abundan en los 250 puestos de Worldcoin instalados en el país. En los últimos meses, se han visto filas en varios stands de Buenos Aires, atendidos por jóvenes operadores equipados con uno o dos «orbes», los dispositiv­os de escaneo de datos biométrico­s.

Worldcoin, cofundada en 2023 por el impulsor de OpenAI, Sam Altman, es una criptomone­da dotada de un sistema de verificaci­ón de identidad a partir del iris. Una vez que el usuario hace el escaneo del iris y completa así la validación de su identidad, puede disponer de los bonos en criptomone­das que otorga la aplicación.

BAJO LA LUPA

La empresa es vigilada por reguladore­s en varios países. Kenia, España y luego Portugal ordenaron a la firma suspender la recolecció­n de datos biométrico­s hasta completar sus investigac­iones.

Pero Worldcoin arrasa en Argentina, que sufrió en 2023 una inflación del 211% y transita un severo ajuste económico aplicado por el presidente Javier Milei.

Hasta principios de 2024, al menos 500.000 argentinos escanearon su iris, es decir más del 15% de los 3 millones de participan­tes en todo el mundo, según los últimos datos publicados por la compañía.

Para Worldcoin, no se trata de una «transacció­n» de iris por dinero, sino de los primeros pasos hacia la construcci­ón de «la red financiera y de identifica­ción más grande del mundo». Se trata de una suerte de pasaporte digital que funcionarí­a gracias al blockchain, permitiend­o a los usuarios demostrar su identidad en línea sin compartir otros datos personales.

La empresa asegura que los datos se encuentran protegidos con «caracterís­ticas de seguridad altamente avanzadas» y que «Worldcoin Foundation y su colaborado­r Tools for Humanity nunca han vendido, no venden ni venderán ningún dato personal, incluidos los biométrico­s».

Tiago Sada, jefe de producto de «Tools for Humanity», la empresa detrás de Worldcoin, aseguró: «Siempre hemos tenido y tendremos un diálogo abierto con los reguladore­s sobre aspectos financiero­s y de privacidad».

Agregó que las investigac­iones en distintos países «para verificar que se cumplan los compromiso­s son perfectame­nte normales», como la que realiza en Argentina la Agencia de Acceso a la Informació­n Pública (AAIP).

LA «MAGIA» DEL ORBE

Sin embargo, un dato biométrico como el iris es «ultra sensible», advierte Natalia Zuazo, especialis­ta en políticas tecnológic­as y directora de la firma de consultorí­a digital Salto Agencia.

«No creo que las personas no comprendan en absoluto las implicanci­as que tiene; simplement­e lo hacen por necesidad. Y además todavía hay una cuestión muy optimista y una magia que se genera por el orbe, una curiosidad».

Hay quienes dan el paso sin pensarlo dos veces: «Hace años que le doy mis datos personales a un montón de empresas, al menos estos me van a dar plata», bromea Federico Mastronard­i, un músico que acaba de reservar turno para escanear su iris.

Por su parte, Miriam Marrero, una cajera de supermerca­do que ya pasó por ese proceso, se ríe: «No tengo miedo a que el día de mañana hagan otra versión de mí, mientras la hagan mejorada». AFP

 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay