Centenario con ilustres del turf

Cada día de reunión en los hipódromos de Maroñas y Las Piedras y el día posterior, calzando los cortos, era religión abrir el diario y buscar las páginas hípicas.

Con el viejo trabajando en el Jockey Club, heredé el amor por los pingos, por las carreras y por todo lo que rodeaba en los años 60 la actividad de las carreras de los caballos sangre pura.

Ver, buscar y recortar las fotos de los últimos 300 y el ganador cruzando el disco era habitual, para luego realizar comentarios y pegarlos en un cuaderno, que en su momento era como mi “diario”.

Seguir la teoría del Caid, leer a cada uno de los excelentes e ilustres periodistas de este medio era religión para los dos, para el Catalán y también para quien firma.

Los títulos, las fotos, especialmente la foto en la tapa de la primera caída del crack Chocón en el Ramírez que ganó Chupito, son recuerdos imborrables de la infancia.

El País, en este siglo ha sido, es y será puntal de información hípica, otrora con grandes equipos de trabajo que hoy veo a lo lejos y me es imposible de emular en lo más mínimo.

Me críe, crecí, disfruté de los triunfos de nuestros caballos y los de nuestros amigos leyendo, devorando las páginas de este diario que me “agarra” en su cumpleaños número 100 trabajando en él.

Humildemente, a todos los que estuvieron y siguen estando, les deseo un muy feliz cumpleaños, un feliz cumple siglo.

¡Salud!