El clásico ya empezó a jugarse
— Mucha... Y ya que estamos hablando de internas, le cuento que en Peñarol, en pleno lanzamiento del básquetbol y del nuevo complejo deportivo, hubo “chicanas” y preguntas irónicas ....
— Varios consejeros se preguntaron por la larga ausencia de “Nacho” Ruglio. Dicen que hace meses que se ausentó del club y no va. Tampoco pidió licencia. Y eso que Peñarol encaró dos proyectos muy importantes. Le preocupa la ausencia del directivo porque siempre estuvo al pie del cañón. — Todos los clubes se pusieron de acuerdo para la creación de la Superliga uruguaya. Se lanzará ya la proxima temporada. Presidente rentado, y funcionamiento independiente, aunque dentro de AUF. — Sin dudas... y antes de irme le dejo el chisme de la semana: exgoleador, muy famoso, es acosado por su exesposa que lo persigue y lo amenaza. Pidió orden de restricción. La mujer “no lo deja en paz”.
Falta prácticamente un mes para el encuentro clásico del Clausura, pero ya empezó a jugarse esta semana con declaraciones de José Luis Rodríguez y respuesta de Jorge Barrera. Los presidentes jugaron su partido en los medios, pero más allá del “chicaneo”, preocupa que empezaran tan temprano a jugar el clásico. Y no hace bien al ambiente ni a los protagonistas. No es el momento y hasta generaron reacciones en las redes sociales que para nada favorecen el clima de tolerancia y paz que tanto se pregona previo a un partido clásico. Tanto Rodríguez como Barrera deberían saberlo. Sé que debe ser difícil estar al frente de Nacional y Peñarol. Que tienen presiones de todo tipo y color y que muchas veces, tienen que salir a la palestra para justificar “tal o cual cosa” ante sus hinchas, pero generar un clima caliente cuando falta una eternidad para el clásico, no pareció lo más saludable. Las tablas de la Anual y el Clausura tienen a los grandes como protagonistas exclusivos, y nadie duda que estarán definiendo todo, la distancia con el resto de los clubes se acentúa cada fin de semana, pero hay que bajar la pelota y no empezar a generar un clima adverso cuando todavia falta mucho para el clásico.
Está bien que cada presidente defienda lo suyo, que cada uno marque la cancha, pero tienen que acordarse de todo lo que mueven y generan.
Hubiese sido mejor que Rodríguez hablase de la llegada de Webó y que Barrera recordara cómo viene la recuperación de Gargano. Hablar de los arbitrajes, los fallos, y las “chicanas” solo echa más leña al fuego.