El Pais (Uruguay) - Revista domingo
Preparaciones mágicas
Las salsas permiten dar a un plato el toque personal. Por la facilidad de su preparación, colorido y sabor son indispensables en toda buena cocina.
Las salsas suelen constituir el complemento ideal de toda comida. Son las encargadas de agregar el toque distinto al plato más sencillo. Pueden ser más elaboradas o muy rápidas, sencillas o sofisticadas, es decir pueden bañar un alimento simple como la pasta y transformarlo en un elixir sibarítico. La variedad es muy amplia, todo puede ser contemplado y hasta realizado en un abrir y cerrar de ojos. Las hay hasta con una tendencia dietética, o por qué no, salsas para personas que tienen problemas especiales de alimentación.
SABÍA USTED
Las salsas pueden ser frías o calientes, saladas o dulces.
Un toque de bebida es siempre importante en la preparación de salsas, tanto el whisky como el Jerez realzan los ingredientes.
Los vinos blancos o tintos, las bebidas fuertes y el champagne combinan en salsas para carnes, pescados y pastas. La cerveza les confiere un sabor especial y tierniza las carnes durante la cocción y se puede utilizar para salsas que acompañen carnes, pescados o mariscos.
Las que estén ya preparadas como la de soja, Inglesa, la ketchup, aportan un especial sabor a todas las salsas. Los condimentos como la mostaza, el curry y el jengibre son en muchas de ellas componentes fundamentales. Todos los condimentos deben ser usados con moderación para no estropear el resultado.
La mayonesa y el queso blanco natural pueden ser la base de cualquier salsa que ustedes imaginen preparar. La salsa blanca, base en la cocina, es el punto de partida de muchas variaciones calientes que se preparen; pieza fundamental de los tallarines a la Parisienne.
El tomate es ingrediente principal en clásicas salsas para carnes, pescados o pastas.
Las infaltables salsas dulces son siempre una solución para el postre diario o para elaboraciones especiales.
SUGERENCIAS
Podemos utilizar en estas preparaciones, aceites según el gusto o presupuesto de cada uno, oliva, maíz, girasol, arroz, etc.
La cantidad de condimento depende de cada uno, de las costumbres personales y familiares. Tengamos en cuenta que al cocinar no podemos ser personalistas, ya que lo que comemos solemos compartirlo.
No olvidar utilizarlas en deliciosos copetines o en una cena fría donde se puede complementar la mesa con 4 o 5 salsas de sabores diferentes.
Adelante entonces, elaboremos estas deliciosas preparaciones como si creáramos una fórmula química, dejemos que la imaginación fluya y compartamos esa especialidad con mucho amor.