División por venias de directores sociales
Cuando aún no se acallan los ecos del escándalo por hechos de corrupción que involucran a jerarcas de la repartición, el Senado concedió la venia para nombrar a los directores sociales de ASSE. Se trata de Pablo Cabrera, representante de los trabajadores, y Natalia Pereyra, por los usuarios.
Cabrera fue votado por el Frente Amplio y por el sector blanco Alianza Nacional (Jorge Larrañaga, Guillermo Besozzi y Carlos Camy) y obtuvo 19 votos en 31 senadores, mientras que Pereyra tuvo el apoyo exclusivo de la bancada oficialista, es decir 16 votos en 31.
En medio de la discusión se cuestionó la representatividad de Pereyra, quien según la oposición integra una ONG denominada Movimiento Nacional de Usuarios de la Salud que agrupa a unas 10.000 personas que se atienden tanto en el sistema público como en el privado, del total de 1,2 millones de usuarios sólo de ASSE. Y de ahí las objeciones.
La falta de apoyo de la oposición a las candidaturas de ambos hizo que el Poder Ejecutivo debiera esperar al vencimiento del plazo constitucional de 60 días para que sus nombramientos no requirieran de mayorías especiales y que bastara solamente con el apoyo del Frente Amplio.
El senador colorado Pedro Bordaberry objetó a ambos diciendo que “representan a intereses particulares” y que con su voto en el directorio de ASSE “toman decisiones que los involucran”. Por eso insistió en la necesidad de aprobar su proyecto presentado con el senador nacio- nalista Luis Heber para que los directores sociales tengan voz pero no voten resoluciones. Ambos dijeron en sala que los directores sociales no han funcionado como elemento de contralor porque han votado todas las resoluciones con el anterior directorio, cuya gestión es analizada por una comisión investigadora.
Bordaberry propuso que se integrara al organismo “un veedor de la oposición, sin cargo y sin sueldo”.
Heber reclamó al actual titular de ASSE, Marcos Carámbula, que debió haberle planteado al presidente Tabaré Vázquez la conveniencia de que la oposición estuviera representada en el directorio. En cuanto a por qué el sector Todos no acompañó la venia de Cabrera explicó que se debe a que estaba cuando ocurrieron “los escándalos” en ASSE y a que “no actuó bien”.
Pablo Mieres, del Partido Independiente, dijo que promover a Pereyra como representante de los usuarios “es una tomadura de pelo” porque “no representa a casi nadie de los usuarios”.
Larrañaga explicó que votó a Cabrera porque guste o no la ley de integración de los directores sociales “hay que cumplirla”.