Todavía una canción de amor
El español se casó en secreto con Jimena Coronado, su pareja por los últimos 20 años
Joaquín Sabina contrajo matrimonio ayer de mañana con su compañera sentimental desde hace varios años, Jimena Coronado, en una ceremonia íntima celebrada en el Registro Civil de la capital española, según confirmó a la agencia Efe su representante.
La ceremonia, a la que asistió su compañero y colega de profesión Joan Manuel Serrat, fue oficiada por el actual ministro español de Interior, el magistrado Fernando Grandemarlaska, al que lo une también una gran amistad.
Peruana y fotógrafa de profesión, Coronado conoció a Sabina hace más de 20 años durante una entrevista y, desde entonces, se convirtió en su compañera inseparable en los buenos y malos momentos, como cuando el cantante sufrió recientemente una fuerte caída durante un concierto en el Wizink Center de Madrid.
Fue el pasado 12 de febrero, cuando Sabina (Úbeda, 1949) se precipitó al foso frente al escenario desde una altura aproximada de 1,70 metros, provocándose un “traumatismo de hombro izquierdo, torácico y craneoencefálico” y un “pequeño coágulo” del que fue intervenido y que lo mantuvo unos días en la Unidad de Cuidados Intensivos.
“Fue más fuerte de lo que piensan. Llevo hasta dos operaciones, titanio y un hematoma en la cabeza”, destacó el músico andaluz en su primera intervención pública en televisión en abril, en una entrevista en la que no dudó en señalar, con su estilo: “No tengo la menor intención de morirme, que se muera la muerte”.
Según había trascendido en otra entrevista previa ofrecida en Argentina durante la gira del tándem artístico formado por Serrat y Sabina, este le habría pedido matrimonio a su ahora esposa el pasado mes de noviembre, cuando ella cumplía 50 años de edad.
Este es el segundo matrimonio del músico, que en 1977 se casó con Lucía Inés Correa, de la que se divorció en 1985. Seguidamente, mantuvo una larga relación con Isabel Oliart que se extendió hasta 1998, fruto de la cual nacieron sus dos hijas, Carmela y Rocío.
HISTORIA DE AMOR. Sabina y Coronado se conocieron en diciembre de 1994 en Lima, durante una sesión de fotos para El Comercio. Ni bien quedaron solos, el músico le preguntó a la fotógrafa “adónde iba a tomar copas después y sobre qué hora iba a ir. Le dije que a las 10:00. Yo estaba allí puntual”, contó la peruana durante una entrevista al Canal+.
Sabina fue pero varias horas más tarde, e igual terminaron teniendo su charla. De ahí en más, la historia de ellos fue de desencuentros; se vieron cada vez que el español estuvo en Perú hasta que una de las visitas de Sabina encontró a la fotógrafa en pareja. “Yo seguí insistiendo y le convencí de que poner cuernos no estaba tan mal”, reveló él.
Recién en 1999 los dos coincidieron en su soltería, así que Sabina le lanzó un “nos vamos a Venecia”. Sin embargo, el encuentro definitorio terminó siendo en Ciudad de México (todo muy internacional) y de ahí en más no se separaron.
Desde entonces, Conrado es musa y motor en la carrera de Sabina, que más de una vez ha dicho que la mujer es responsable de salvarle la vida, literal y metafóricamente hablando.
Se conocieron en 1994 durante una entrevista. Salieron cinco años después.