LA MISIÓN ES PREVENIR LAS LESIONES
Tres elementos a considerar: pisada, calzado deportivo y terreno
Hay tres elementos a tener en cuenta: pisada, calzado deportivo y terreno.
Correr en césped, arena o cemento? A veces se puede elegir, otras veces no queda más remedio que adaptarse a lo que hay. En cualquiera de los casos hay información que bien vale tener en cuenta.
“Una persona que empieza a hacer una actividad física, lo primero que tiene que saber es si se encuentra apta o no para realizarla. Eso es fundamental. La evaluación siempre tiene que ser a través de un médico deportólogo porque es el que más sabe de deporte, te va a asesorar mucho mejor”, sostuvo el deportólogo Leo Schiavone con mucho respeto hacia sus colegas médicos generales.
La persona deber estar apta tanto desde el punto de vista cardiovascular como del osteoarticular (huesos y articulaciones). “Lo osteoarticular es ver si presenta alteraciones biomecánicas, por ejemplo, si tiene una buena pisada y de qué tipo. Eso va a requerir un calzado deportivo adaptado a esa persona”, explicó el especialista.
El calzado no debe apretar, sino quedar holgado, con medio centímetro de distancia entre la punta del dedo y la punta del calzado.
Lo otro que habrá que tener muy en cuenta es la evaluación del tipo de pisada que se tiene, examen que también realiza el deportólogo. “Después, si es necesario, se solicita un estudio que se llama baropodométrico y hay ortopedias que confeccionan plantales de acuerdo a este estudio”, agregó. Y aclaró que no siempre se requiere el uso de plantales, puede bastar con un calzado deportivo adecuado a la pisada.
Debemos tener presente que hay tres tipos de pisada: pronadora, neutra y supinadora. El pie tiene tres puntos de apoyo o presión, que son el talón, la cabeza del primer metatarsiano y la cabeza del quinto metatarsiano, y distintos arcos: interno, externo y anterior. “Cuando el arco interno está ‘vencido’ o disminuido, tenemos un pie plano y una tendencia a ser un pie pronador. Cuando el apoyo es más del lado externo, es un pie supinador. Y neutro es el que pisa en formendó ma equilibrada con los tres puntos de apoyo”, detalló Schiavone.
Si no se corrigen o tienen en cuenta estas características, además del calzado deportivo y el terreno, se pueden generar lesiones. “Pueden darse a nivel de la tibia, como una periostitis tibial (irritación e inflamación de los músculos, los tendones y los huesos de la parte inferior de la pierna), que puede llegar a una fractura por estrés mecánico. También pueden producirse patologías tendinosas y hasta de rodilla o generarse sobrecargas musculares”, apuntó el médico a El País.
Hay que elegir un calzado según el tipo de pisada e ir alternando terrenos.
TERRENO. “Para correr, yo indico que comiencen en pasto, un pasto que no sea irregular, sino lo más prolijo posible. El césped te genera mucha más amortiguación. Me gusta también que sea en la arena, no la blanda sino un poquito más dura. Una arena más blanda genera mucha más fuerza, resistencia, esfuerzo. Después pasaría al piso, al asfalto. Esas serían las formas de ir evolucionando un poco la pisada”, aconsejó Schiavone.
El deportólogo también recoir alternando los terrenos para darle descanso a las articulaciones, cuidar el impacto osteoarticular y evitar sobrecargas o lesiones. “Lo ideal es que se haga de forma planificada. Si alguien entrena siempre en el mismo terreno y va aumentando la intensidad y la duración, va a generar una lesión”, señaló.
Dejó en claro que se puede pasar de un terreno a otro sin problema. “Otra opción es hacer un día caminata o trote y al otro día bicicleta. Ese día no lo perdiste desde el punto de vista aeróbico y ganaste desde el punto de vista osteoarticular”, apuntó.
La planificación también debería estar presente en la periodicidad del ejercicio. “Al que comienza, le conviene arrancar entrenando dos o tres veces por semana. La idea es que llegue a cinco o siete veces a la semana. No puede ser todos los días con la misma intensidad, la misma duración o en el mismo terreno. Hay que variar”, remarcó el deportólogo.
Añadió que la edad de la persona es otro factor clave: a mayor edad, mayor tendencia a tener lesiones de todo tipo. “Los tejidos tienen otras características, van envejeciendo, tanto en la calidad como en el colágeno. Hay menos resistencia, menos propiedades elásticas y se generan más riesgos de lesiones, por eso hay que tener más precaución”, dijo.
Precaución y prevención, conceptos básicos que Schiavone maneja para cuidar al deportista. “Trato de buscar todos los factores para intentar prevenir una lesión. Cuando ya vienen con la lesión, miro para atrás y descubro que no se hizo esto, no se hizo lo otro y ahí está la causa de todo. Por eso digo que hay que apostar a la medicina preventiva, sobre todo en la medicina deportiva porque la persona que realiza actividad física lo hace para prevenir por salud o para mejorar alguna enfermedad”, destacó.