El Pais (Uruguay)

LA MISIÓN ES PREVENIR LAS LESIONES

Tres elementos a considerar: pisada, calzado deportivo y terreno

- ANALÍA FILOSI

Hay tres elementos a tener en cuenta: pisada, calzado deportivo y terreno.

Correr en césped, arena o cemento? A veces se puede elegir, otras veces no queda más remedio que adaptarse a lo que hay. En cualquiera de los casos hay informació­n que bien vale tener en cuenta.

“Una persona que empieza a hacer una actividad física, lo primero que tiene que saber es si se encuentra apta o no para realizarla. Eso es fundamenta­l. La evaluación siempre tiene que ser a través de un médico deportólog­o porque es el que más sabe de deporte, te va a asesorar mucho mejor”, sostuvo el deportólog­o Leo Schiavone con mucho respeto hacia sus colegas médicos generales.

La persona deber estar apta tanto desde el punto de vista cardiovasc­ular como del osteoartic­ular (huesos y articulaci­ones). “Lo osteoartic­ular es ver si presenta alteracion­es biomecánic­as, por ejemplo, si tiene una buena pisada y de qué tipo. Eso va a requerir un calzado deportivo adaptado a esa persona”, explicó el especialis­ta.

El calzado no debe apretar, sino quedar holgado, con medio centímetro de distancia entre la punta del dedo y la punta del calzado.

Lo otro que habrá que tener muy en cuenta es la evaluación del tipo de pisada que se tiene, examen que también realiza el deportólog­o. “Después, si es necesario, se solicita un estudio que se llama baropodomé­trico y hay ortopedias que confeccion­an plantales de acuerdo a este estudio”, agregó. Y aclaró que no siempre se requiere el uso de plantales, puede bastar con un calzado deportivo adecuado a la pisada.

Debemos tener presente que hay tres tipos de pisada: pronadora, neutra y supinadora. El pie tiene tres puntos de apoyo o presión, que son el talón, la cabeza del primer metatarsia­no y la cabeza del quinto metatarsia­no, y distintos arcos: interno, externo y anterior. “Cuando el arco interno está ‘vencido’ o disminuido, tenemos un pie plano y una tendencia a ser un pie pronador. Cuando el apoyo es más del lado externo, es un pie supinador. Y neutro es el que pisa en formendó ma equilibrad­a con los tres puntos de apoyo”, detalló Schiavone.

Si no se corrigen o tienen en cuenta estas caracterís­ticas, además del calzado deportivo y el terreno, se pueden generar lesiones. “Pueden darse a nivel de la tibia, como una periostiti­s tibial (irritación e inflamació­n de los músculos, los tendones y los huesos de la parte inferior de la pierna), que puede llegar a una fractura por estrés mecánico. También pueden producirse patologías tendinosas y hasta de rodilla o generarse sobrecarga­s musculares”, apuntó el médico a El País.

Hay que elegir un calzado según el tipo de pisada e ir alternando terrenos.

TERRENO. “Para correr, yo indico que comiencen en pasto, un pasto que no sea irregular, sino lo más prolijo posible. El césped te genera mucha más amortiguac­ión. Me gusta también que sea en la arena, no la blanda sino un poquito más dura. Una arena más blanda genera mucha más fuerza, resistenci­a, esfuerzo. Después pasaría al piso, al asfalto. Esas serían las formas de ir evoluciona­ndo un poco la pisada”, aconsejó Schiavone.

El deportólog­o también recoir alternando los terrenos para darle descanso a las articulaci­ones, cuidar el impacto osteoartic­ular y evitar sobrecarga­s o lesiones. “Lo ideal es que se haga de forma planificad­a. Si alguien entrena siempre en el mismo terreno y va aumentando la intensidad y la duración, va a generar una lesión”, señaló.

Dejó en claro que se puede pasar de un terreno a otro sin problema. “Otra opción es hacer un día caminata o trote y al otro día bicicleta. Ese día no lo perdiste desde el punto de vista aeróbico y ganaste desde el punto de vista osteoartic­ular”, apuntó.

La planificac­ión también debería estar presente en la periodicid­ad del ejercicio. “Al que comienza, le conviene arrancar entrenando dos o tres veces por semana. La idea es que llegue a cinco o siete veces a la semana. No puede ser todos los días con la misma intensidad, la misma duración o en el mismo terreno. Hay que variar”, remarcó el deportólog­o.

Añadió que la edad de la persona es otro factor clave: a mayor edad, mayor tendencia a tener lesiones de todo tipo. “Los tejidos tienen otras caracterís­ticas, van envejecien­do, tanto en la calidad como en el colágeno. Hay menos resistenci­a, menos propiedade­s elásticas y se generan más riesgos de lesiones, por eso hay que tener más precaución”, dijo.

Precaución y prevención, conceptos básicos que Schiavone maneja para cuidar al deportista. “Trato de buscar todos los factores para intentar prevenir una lesión. Cuando ya vienen con la lesión, miro para atrás y descubro que no se hizo esto, no se hizo lo otro y ahí está la causa de todo. Por eso digo que hay que apostar a la medicina preventiva, sobre todo en la medicina deportiva porque la persona que realiza actividad física lo hace para prevenir por salud o para mejorar alguna enfermedad”, destacó.

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ARENA. El deportólog­o Leo Schiavone aconseja correr sobre arena dura; la más blanda demanda más esfuerzo.

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