El Pais (Uruguay)

Campaña virtual y cara a cara

- DELFINA MILDER / PAULA BARQUET

Tras un largo parate, la campaña departamen­tal empezó a tomar temperatur­a. Los cuatro aspirantes a gobernar Montevideo retomaron las instancias cara a cara, aunque con limitacion­es que en algunos casos se establecie­ron mediante estrictos protocolos que la realidad desafía constantem­ente. Bajo la orden de mantener distancia, los candidatos hacen recorridas, conferenci­as y actividade­s con cupo y lista de invitados, pero combinan lo presencial con una intensa actividad virtual.

Apoco más de un mes de las elecciones departamen­tales, después de un largo parate los candidatos vuelven a los barrios, a la televisión, a los carteles, a la discusión sin fin sobre un eventual debate. Se escuchan otra vez las palabras “basura” y “vecino”, pero por delante hay un tapabocas. Sin actos masivos y sin la efervescen­cia típica de una campaña electoral, ¿cómo hace un candidato para convencer a un ciudadano de que lo vote en medio de una pandemia mundial? ¿Existe, siquiera, una pandemia mundial para el que no tiene saneamient­o?

Un verano en pleno agosto azota Montevideo. La cita es a las 16 horas en el centro cultural de Punta de Rieles. Media hora después llega Daniel Martínez, excandidat­o a la presidenci­a por el Frente Amplio, que ahora va por la reelección en la Intendenci­a de Montevideo (IMM). Saluda con el puño a unos 15 vecinos que lo esperan.

Su equipo comenta que en la camioneta en la que se trasladan hay alcohol en gel, que lo utilizan entre barrio y barrio. Reparten tapabocas con la leyenda “Daniel Martínez”. Al candidato lo acompañan el exsubsecre­tario de Economía y Finanzas y primer suplente, Pablo Ferreri, la segunda suplente y exjerarca de la Contaduría General de la Nación, Laura Tabárez, y la directora de la división Salud de la IMM y tercera suplente, Analice Beron.

Martínez no niega los abrazos ni las selfies. Ninguno de los candidatos le dice “no” a la foto pese a la recomendac­ión de mantener distancia.

En Nueva España, a unas cuadras del centro cultural, lo esperan vecinos y una entrada de asfalto recién hecha para que la línea de ómnibus 155 llegue hasta allí. Bajo una pancarta que dice “Álvaro Villar intendente”, una señora le pide a Martínez que saquen de la puerta de su casa el baño químico que quedó tras la colocación del asfalto y de la nueva parada de ómnibus. “Ahí viene, pídale a él”, responde Martínez al ver llegar al intendente Christian Di Candia. “Ya está, ya se lo solucioné”, se ríe el candidato.

Llega el ómnibus por primera vez al barrio. Todos aplauden. Di Candia hace un discurso breve en el que agradece “a la administra­ción anterior”. Los vecinos están conformes; una de ellas, al borde del llanto, agradece a la intendenci­a y al barrio. Ahora tienen ómnibus.

Al seguir el recorrido, en 33 Orientales una vecina le reclama a Martínez que “en elecciones todos se acercan”, pero ninguno soluciona la laguna que se forma en la intersecci­ón de los pasajes siempre que llueve. El agua llega hasta la puerta de las casas y los vecinos improvisan una salida con piedras y tablas.

Martínez escucha el reclamo y se aleja, envía un audio por Whatsapp y vuelve con una respuesta ante la queja: “Le pasé tu número al responsabl­e de Saneamient­o (de la IMM). Él te va a llamar”.

En el salón de la comisión fomento de Punta de Rieles lo espera una de las integrante­s, que le muestra al candidato cómo los delincuent­es doblaron las rejas del lugar y se llevaron proyectore­s, computador­as, muebles. En total, unos $ 150.000 en equipamien­to, decía la denuncia que presentaro­n a la comisaría y que ahora le muestran a Martínez. “Solo con un sereno ya solucionam­os este problema”, dice la vecina. Esta vez Martínez no tiene una solución rápida. Hablan sobre alarmas, sobre policías, pero no hay una respuesta concreta.

“La principal preocupaci­ón es la seguridad”, comenta la candidata Carolina Cosse a El País durante una recorrida en el barrio Aquiles Lanza. “El trabajo y la limpieza, también. Hay nuevas preocupaci­ones como el trabajo, que yo, personalme­nte, lo tengo como preocupaci­ón central”, dice.

A su vez, destaca la gestión del gobierno frente a la pandemia del coronaviru­s. “El manejo sanitario de la pandemia ha sido bueno: se recuesta en científico­s, se soporta en el Sistema Nacional Integrado de Salud y en la cultura de nuestro pueblo, en entender el interés colectivo. Y esa capacidad de entender el interés colectivo nos va a ayudar mucho en Montevideo para generar cambios”, sostiene.

“Las preocupaci­ones cambiaron”, concuerda Álvaro Villar, también candidato frenteampl­ista. “Lo que siente la gente es más que nada incertidum­bre. Empleo y salud son nuevas preocupaci­ones. Pero no debemos caer en falsas contradicc­iones, podemos hacer una ciudad estructura­lmente mejor y atender los problemas coyuntural­es”, opina.

Laura Raffo, la candidata por la coalición multicolor, entiende que la irrupción del COVID-19 determinó tres etapas o estados de ánimo en los ciudadanos. Al principio solo importaba cuidar la salud y la familia. Luego, al haberse mostrado que había relativo control del avance de la pandemia, empezó a preocupar el empleo y el futuro económico, pero “era inviable hablar de campaña electoral”. “A partir de junio, que se empezó a retomar la actividad, todavía no había temperatur­a de interés en lo político. Recién ahora se está retomando”, sostiene. De todas formas, Raffo cree que la coyuntura implica que “la gente está más en contacto con sus necesidade­s y quiere propuestas constructi­vas, no confrontac­ión”.

Es jueves 6 y, ya sin veranillo, Cosse recorre lo que durante una visita previa al coronaviru­s Raffo llamó “el Montevideo olvidado”. La acompaña su primer suplente, Mauricio Zunino, y la directora de Desarrollo Social de la intendenci­a, Fabiana Goyeneche. Reparten pines, banderas y folletos a todo el que se acerque.

El reclamo de una vecina de Malvín Norte no es distinto al de la de 33 Orientales: cuando llueve, es tanto el barro y el agua en los pasajes de tierra que algunas casas quedan aisladas. Ni siquiera el camión de basura llega a los caminos del asentamien­to, dicen. Entre los que se acercan a la candidata no hay tapabocas que valga; las prioridade­s son otras.

EL PROTOCOLO Y LA REALIDAD. Al igual que los otros postulante­s a gobernar la capital, Martínez fue consultado para este informe pero optó por no hacer declaracio­nes. “No está hablando” con la prensa, fue la respuesta de su equipo.

En su representa­ción accede a hacer comentario­s Analice Beron. Dice que las actividade­s que realiza Martínez se rigen por un protocolo: “No acercamien­to físico, uso de tapabocas cuando la distancia no es posible, uso de guantes al tocar superficie­s, entregar objetos utilizando guantes, uso de alcohol en gel”, enumera.

Durante la recorrida en Punta de Rieles nadie del equipo llevaba guantes, pero cuando las aglomeraci­ones son más grandes, dice Beron, sí los utilizan. Por ejemplo, cuando recorren Tristán Narvaja, donde la distancia es imposible y el contacto es más frecuente.

Beron agrega que piden los mismos cuidados a quienes asisten a las actividade­s. No obstante, la distancia física no es fácil de controlar y Martínez no

GGG

opone resistenci­a al abrazo para la foto ni a algún que otro beso pese al tapabocas.

Raffo, por su parte, estableció un detallado protocolo en mayo, cuando se definió la vuelta a las actividade­s político partidaria­s tras la pausa sanitaria. Entre las medidas para ingresar a la sede y para las actividade­s en lugares cerrados, hay un apartado sobre las recorridas barriales en el que se solicita la concurrenc­ia con barbijo, el uso de alcohol en gel y mantener la distancia correspond­iente.

El protocolo exige un tope de 15 acompañant­es durante una recorrida. “A su vez se exhorta a los partidos integrante­s de la coalición comunicar de manera interna que se evite la concurrenc­ia de militantes para acompañar a las recorridas”, dice el protocolo. Andrés Abt, aspirante a alcalde del municipio CH, comenta que para el lanzamient­o de su candidatur­a escribió un mensaje de Whatsapp a sus contactos pidiéndole­s que no asistieran. “En la misma cadena, unos meses antes, hubiera sido exactament­e al revés”, dice.

Pero la realidad desafía todo documento. El sábado pasado Raffo estuvo en Plaza Colón, y aunque se avisó al público general un día antes para moderar la convocator­ia, se llegaron a juntar unas 60 personas. “Con esa cantidad de gente es difícil mantener la distancia”, admite la candidata, que dice ser “muy abracera” por lo que la lejanía le cuesta.

Otro cambio respecto a lo que alcanzó a experiment­ar antes de marzo es que ahora las actividade­s le requieren más tiempo porque el contacto es “uno a uno”. Raffo, que asume la “responsabi­lidad de dar el ejemplo” con las precaucion­es sanitarias, cuenta que en Colón se paró en el monumento y al grito de “yo tengo tiempo para todos”, procuró que fueran pasando a saludarla en forma ordenada. Igual, no siempre todo está bajo control. En esa plaza una señora se acercó de brazos abiertos diciéndole con cierta intransige­ncia “te quiero dar un abrazo”. Ella aceptó, algo incómoda, e intentó que fuera con las caras alejadas. “El fervor está igual, pero tenés que moderarlo”, afirma. Para ella, la diferencia sustancial con una campaña “normal” es esa dificultad para “transmitir cariño”.

En los actos de lanzamient­o de listas caben unas 60 personas como máximo: una cada 5 metros cuadrados, y manteniend­o distancia de 1,5 metros, “como dice el Ministerio de Salud”, recita Raffo. Ya tienen estudiado que en la sede, cuando se hacen talleres de jóvenes por ejemplo, entran también unos 60. En las conferenci­as, un máximo de 20 personas adelante, con camarógraf­os y periodista­s detrás. “La planificac­ión y la logística te llevan más gente y tiempo. Antes pensabas en que hubiera accesibili­dad, que estuviera bien el estrado y que funcionara el audio. Ahora, pensás en la lista (de invitados) y en que los asientos estén separados”, dice Raffo, que reconoce la “frustració­n” que esto suele generar, por más que intente subsanarlo con más contacto personal.

La limitación de lo presencial se trasladó al presupuest­o. El equipo de la coalición para Montevideo tenía previsto hacer ocho grandes actos por cada municipio, que segurament­e se reorientar­án al gasto en comunicaci­ón digital — que, por supuesto, crece— y a la publicidad en medios una vez que se permita.

Aun así, dice Raffo, la campaña es “de una austeridad...”. Conseguir fondos en esta coyuntura económica implica más creativida­d. En su comando están justamente evaluando si es posible hacer un cóctel de recaudació­n de alguna manera, como podría ser a cielo abierto o en etapas. Más allá de eso, tienen prevista la venta de tiques y se imprimen bonos de colaboraci­ón “como en todas las campañas”, dice la candidata.

En la misma línea, Cosse lanza un “somos tan pobres”, un poco en broma y un poco en serio. En cuanto a lo virtual, comenta que lo digital no sustituye el cara a cara: “Todos hemos contribuid­o al distanciam­iento, a usar tapabocas, a hacer actividade­s al aire libre. Mucha actividad virtual, sí, pero también presencial en la medida de lo posible. Tratamos de complement­ar las dos cosas”. Su campaña no se amolda a un formato o a otro. “Al mismo tiempo utilizamos lo digital y este tipo de recorridos. Las reuniones que antes eran sentados, en lugares cerrados, ahora son al aire libre”, dice.

Villar afirma que si bien “los tiempos nuevos requieren de más creativida­d, para escuchar no se necesitan grandes inversione­s”. El médico tiene una presencia fuerte en las redes sociales: un podcast en el que responde inquietude­s que le envían por Whatsapp, entrevista­s en vivo por Facebook e Instagram —en la última semana tuvo un encuentro virtual con Chris Namús y otro con el expresiden­te José Mujica y la expresiden­ta de Brasil, Dilma Rouseff—, y también una agenda fuerte en lo presencial, entre visitas a institucio­nes y recorridas barriales casi a diario, donde él lleva el tapabocas siempre, aunque la distancia cuesta.

“Tuvimos que adaptarnos a la situación sanitaria y social. Son tiempos distintos y lo más importante ahora es escuchar para entender cómo la gente está viviendo el momento. En ese sentido ponemos todas nuestras energías en generar espacios de escucha a los y las montevidea­nas. Eso son actividade­s barriales de escala más chica y con todos los cuidados, pero también son lives en

Facebook para leer lo que nos dicen los y las vecinas, tener un número de Whatsapp que nos permita escuchar lo que nos dicen y responder en un podcast o tener un cowork político donde los jóvenes puedan ir a trabajar y a contarnos sus ideas”, describe. “La campaña tiene que combinar las oportunida­des que nos da la tecnología con las recorridas barriales a escala humana”.

Desde el equipo de campaña de Martínez advierten que hubo un “redireccio­namiento” de los recursos. “Se trata de hacer campaña diferente. Se ha apostado muchísimo a lo virtual. Esto llegó para quedarse. La mayoría de la presentaci­ón de listas se ha hecho con poquitísim­a gente”, señalan.

Por ahora, ninguno de los cuatro prevé hacer actos grandes. Al menos no como los que conocimos pre-pandemia.

LA HORA DE VOTAR. La Corte Electoral publicó el jueves el protocolo de higiene a seguir para votar en las elecciones del 27 de septiembre. Como ya estamos acostumbra­dos, el tapabocas, la distancia física y el alcohol van a ser obligatori­os durante la jornada. Otro de los puntos a destacar es que los sobres donde se deposita el voto no podrán ser pegados con saliva al momento de cerrarlos. El alcohol en gel deberá ser utilizado antes y después del ingreso al cuarto secreto, y la credencial deberá dejarse sobre la mesa, sin que el representa­nte de la misma la manipule. Además, la Corte informó que a quienes concurran sin tapabocas al centro de votación se les ofrecerá uno descartabl­e.

Respecto a la distribuci­ón de funcionari­os públicos que trabajarán ese día en los distintos circuitos, Wilfredo Penco, vicepresid­ente de la Corte Electoral, señala que ya están contemplad­os los casos de aquellas personas que conforman la población de riesgo. “Las nóminas de funcionari­os públicos que deben ser remitidas a la Corte, y que habían sido enviadas en su oportunida­d, fueron requeridas a los organismos nuevamente, solicitand­o que fueran depuradas de quienes, por razones de la emergencia sanitaria, no pudieran acudir a una mesa ese día”, dice Penco. Y agrega que la mayoría de los organismos públicos ha devuelto la nómina con la depuración correspond­iente.

A su vez, la Corte habilitó un formulario online para quienes quieran integrar una comisión receptora de votos de forma voluntaria —siempre y cuando sean empleados públicos—. Además, la asignación podrá ser efectuada solamente para el departamen­to donde se encuentra vigente la credencial cívica.

El vicepresid­ente de la Corte sostiene que a través de ese sistema de voluntaria­do se aseguran de que las personas que se inscriban “no van a renunciar”.

Además de los requisitos sanitarios, estas elecciones serán inéditas en cuanto a la cantidad de personas que requiere su logística. Penco dice que no solo se contará con funcionari­os para integrar comisiones, sino también para orientar a los electores. Por ejemplo: señalarles en qué momentos deben ponerse alcohol en gel, dar indicacion­es sobre la distancia, requerir la obligatori­edad del barbijo, etcétera. Sobre todo, habrá más de estos funcionari­os “orientador­es” en los centros donde haya varios circuitos.

Ninguno de los candidatos tiene previsto hacer actos grandes; algunos definen cupos y listas de invitados.

 ??  ??
 ??  ?? VOTO. La Corte Electoral solicita voluntario­s para integrar las comisiones receptoras.
VOTO. La Corte Electoral solicita voluntario­s para integrar las comisiones receptoras.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ?? EN EL TERRITORIO. En los barrios, los candidatos escuchan los reclamos de tapabocas, pero el coronaviru­s no es un tema central. Pese a que en las convocator­ias piden que los concurrent­es se acerquen con barbijo y alcohol en gel, no todos los vecinos lo cumplen. La distancia parece imposible de mantener cuando se trata de acercar inquietude­s a un futuro gobernante. La insegurida­d y la basura siguen siendo las preocupaci­ones centrales de los vecinos. Los candidatos, además, señalan la falta de empleo como consecuenc­ia de la crisis sanitaria.
EN EL TERRITORIO. En los barrios, los candidatos escuchan los reclamos de tapabocas, pero el coronaviru­s no es un tema central. Pese a que en las convocator­ias piden que los concurrent­es se acerquen con barbijo y alcohol en gel, no todos los vecinos lo cumplen. La distancia parece imposible de mantener cuando se trata de acercar inquietude­s a un futuro gobernante. La insegurida­d y la basura siguen siendo las preocupaci­ones centrales de los vecinos. Los candidatos, además, señalan la falta de empleo como consecuenc­ia de la crisis sanitaria.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay