Investigan trata de personas
Acusan a cuatro personas que regenteaban una whiskería en Paysandú
Tras una larga actuación, hay cuatro acusados por caso en una whiskería.
Muchas tuvieron que dejar atrás su país para buscar un nuevo camino. Pero desprenderse de sus tierras era la mochila más liviana. La más pesada, la cargaban las mujeres que se iban con el objetivo de juntar dinero en un país desconocido para que sus hijos, que quedaron en sus casas, tuvieran para comer. Algunas de esas mujeres demoraron horas intentado cruzar a pie desde Brasil a Uruguay. Pero lo que todas estas mujeres extranjeras tienen en común es que fueron víctimas de una red de trata de personas y explotación sexual cuando pusieron un pie en nuestro país.
Fue en setiembre de 2019 que Interpol comenzó a investigar. A través de Facebook se observó que una mujer de 52 años publicaba avisos en grupos de mujeres cubanas, venezolanas y dominicanas en Uruguay.
“Chicas para trabajar en prostíbulo”, “no se cobra porcentaje”, “se necesitan chicas para trabajar en whiskería en Paysandú, con alojamiento permanente”, fueron algunas de las publicaciones que dieron el puntapié inicial a una minuciosa investigación que llevó adelante Interpol en conjunto con la Fiscalía de Delitos Sexuales de 4°Turno, a cargo de la fiscal Sylvia Lovesio.
Reclutamiento, traslado y aprovecharse de una situación de vulnerabilidad para explotarlas sexualmente. Eso es lo que la Fiscalía, al día de hoy, puedo demostrar para que se dé el inicio a una formalización de una investigación penal contra cuatro personas.
Todo ocurrió en la localidad de Guichón (Paysandú), en una whiskería llamada “Las Vegas”. La Fiscalía, en una audiencia llevada a cabo el pasado 11 de junio, logró acusar a una mujer de 52 años, propietaria de ese local, por un delito de trata de personas especialmente agravado por haber puesto en peligro la salud y la integridad física de personas migrantes.
Las víctimas llegaban a Montevideo y eran reclutadas a través de internet por la mujer. Luego eran trasladadas hasta el
“La dueña del local les decía que ahí tenían alojamiento, pero las explotaba”.
prostíbulo. Según la Fiscalía, la propietaria se aprovechó del estado de vulnerabilidad para explotar su negocio. “Las captaba vía internet, las trasladaba y recibía en las habitaciones de la whiskería diciéndoles que ahí tenían alojamiento, pero ahí las explotaba”, argumentó la Fiscalía en la audiencia realizada el 11 de junio. En esa instancia se determinó que la explotadora fuera enviada a prisión preventiva, por 180 días, a la espera de una acusación final.
En “Las Vegas” había seis habitaciones. Allí, según declaró su propietaria, trabajaban siete mujeres extranjeras: seis cubanas y una dominicana. Las mujeres tenían que tirar los preservativos que usaban sus clientes, que según declaró la propietaria ante la fiscal, “eran brindados por el Pit-cnt”. También tenían que cambiar las sábanas y limpiar la habitación. Algunas incluso declararon que una vez que terminaban su horario no podían salir del lugar. Las víctimas cobraban $ 1.200 a los clientes. De ellos, $ 200 iban para la propietaria que, además, les cobraba $ 500 por semana para alojarse en las habitaciones.
OTRO PROSTÍBULO. Con la propietaria de “Las Vegas” en prisión la investigación continuó en torno a su hija, que quedó a cargo de la whiskería. Además, dirigía otro prostíbulo en Montevideo llamado “Fantasía Virtual”. El 5 de agosto se realizaron allanamientos en los dos locales.
En los procedimientos se incautó documentación que vincula a la hija de la propietaria con los negocios clandestinos de su madre. También se detuvo a otra mujer cubana que, según la Fiscalía, participaba en el reclutamiento de las mujeres extranjeras y colaboraba en transportar a las víctimas de Montevideo a Guichón. Al otro día se realizó otro allanamiento y se detuvo a un hombre cubano que operaba de nexo en el negocio. Era quien presentaba a las mujeres y luego ayudaba a trasladarlas a Guichón.
“Muchas de las víctimas no sabían que estaban siendo explotadas y captadas, lo que muestra su vulnerabilidad”, argumentó la Fiscalía en la audiencia de formalización de estas tres personas el pasado jueves 8 de agosto. En esa instancia judicial, la hija de la propietaria y el hombre que hacía de nexo en el negocio fueron acusados como autores de delito de trata de personas especialmente agravado. La otra mujer fue imputada como coautora del mismo delito.