Joyas arquitectónicas destruidas por la explosión
“Es como una violación”, dijo la heredera de un edificio del siglo XVIII
▃ La destrucción de joyas arquitectónicas de Beirut, entre ellas museos y edificios, se suma al trágico balance de las explosiones del puerto que dejaron más de 160 muertos y devastaron una infraestructura económica fundamental para el Líbano.
Famosos por sus ventanas con un triple arco, típicas de Beirut, centenares de edificios del período otomano o del mandato francés (1920-1943) ya estaban deteriorados por el paso del tiempo y la guerra civil (1975-1990). Algunos de los más antiguos se encontraban cerca del puerto.
La explosión derruyó un palacio del siglo XVIII, entre otros, todos ellos más antiguos que la creación del Estado del Líbano, que cumple un siglo en este 2020. “Es como una violación”, lamenta Tania Ingea, la heredera de este edificio con columnas de mármol en que estallaron unos vitrales de más de 200 años, las puertas quedaron derribadas y también dañados unos recubrimientos de madera del período otomano.
Construido por la familia Sursock, una de las grandes fortunas de Beirut, el palacio había resistido a la guerra civil y los enfrentamientos entre Israel y Hezbolá en 2006, pero ahora la explosión representa “una ruptura entre el presente y el pasado”, afirma Ingea.
Cerca de este palacio, se encuentra el museo Sursock, un lugar destacado de la vida cultural en Líbano que reúne una importante colección de arte moderno y contemporáneo y que hace unos pocos meses organizó una inédita exposición de Picasso. Este edificio, construido en 1912 con una mezcla de arquitectura veneciana y otomana, tampoco resistió la explosión.
Sus vitrales estallaron, sus elegantes ventanales ahora son unos agujeros enormes y las bolsas de escombros se acumulan ante su monumental escalera blanca.
Entre 20 y 30 obras sufrieron desperfectos por el impacto del vidrio de las ventanas de un edificio que es un museo desde hace 50 años por la voluntad de Nicholas Sursock, un apasionado del arte.