Los caminos de la inversión
Discuten la conveniencia de instrumentos eficaces en el financiamiento de obras viales
El gobierno y los privados discuten los instrumentos para financiar obras viales.
No importa si el gato es negro o es blanco, pero realmente tiene que saber cazar ratones”, indicó el director de Saceem y vicepresidente de la Cámara de la Construcción, Alejandro Ruibal, en alusión al debate entre privados y autoridades de gobierno sobre qué instrumento de financiación es más conveniente para ejecutar las obras de infraestructura vial que el país requiere.
Por un lado, se debatieron las ventajas y desventajas del mecanismo de inversión mediante Participación Públicoprivada (PPP) y por otro lado, la posibilidad de implementar los Contratos de Rehabilitación y Mantenimiento (Crema).
Para Ruibal la metáfora del gato ilustra la importancia de tener en Uruguay “instrumentos eficaces, pero eficientes a la vez” que permitan llevar adelante los distintos planes de infraestructura del gobierno. “Es decir, construir las obras que se precisen”, sea mediante un mecanismo u otro, señaló.
La frase la dijo ayer en el contexto de la presentación virtual del estudio “Desafíos para la sostenibilidad de la infraestructura vial” elaborado por el Centro de Estudios Económicos de la Industria de la Construcción (Ceeic), en la que también participó Isaac Alfie, director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), el ministro de Transporte, Luis Alberto Heber, y el economista de CPA Ferrere y director del Ceeic, Gabriel Oddone.
Desde el gobierno, Alfie indicó que el mecanismo de financiamiento mediante PPP “resultó sumamente oneroso” por múltiples razones, tales como el hecho de que los proyectos son “más bien pequeños, la inexperiencia”, un esquema de “exigencias excesivas en los contratos” y tiempos largos, entre otros.
La visión fue compartida por el ministro Heber quien admitió que desde su cartera tienen “una visión crítica” del mecanismo de PPP. “No solo me parecen caras, sino (que además) su diseño, formas, contrato y exigencias han generado dificultades”, explicó el jerarca y añadió que “hay una excesiva burocracia, controles sobre controles”.
Es por esto que en el gobierno buscan impulsar el mecanismo de financiamiento mediante contratos Crema, dado que según Alfie, este instrumento —al igual que el de PPP— también permite que el sector privado sea el que tome los riesgos, lo que entiende como “la gran virtud” de ambos mecanismos. Además, planteó que los contratos “son más cortos” y que se utilizará la experiencia adquirida del proceso de implementación de PPP para estos contratos.
Por su parte, Heber fue más enfático al afirmar que los contratos Crema “son la gran solución y la gran herramienta”. No obstante, al ser consultado sobre si estos contratos sustituyen a las PPP, el ministro dijo que no. “Nosotros lo que queremos es cumplir con los (contratos firmados bajo PPP) que ya están andando y después veremos. Estamos con los contratos Crema”, sentenció.
La visión de los privados no es tan radical en este sentido, sino que tanto Oddone como Ruibal sostienen la idea de que el gobierno no debería eliminar o dejar de usar ninguno de los instrumentos de financiación previstos, dado que entienden que para ciertos proyectos pueden ser útiles.
En este sentido, Ruibal dijo: “Yo no mataría ninguna herramienta, no se puede nunca, desde mi punto de vista, enterrar del todo una herramienta porque las cosas pueden cambiar y siempre se puede mejorar”.
El empresario admitió que el mecanismo de PPP tuvo ciertas complicaciones y debilidades, entre las que resaltó que los contratos bajo esta modalidad “no estaban suficientemente discutidos con los financiadores” lo que luego implicaba demoras en la etapa de implementación. Además, cuestionó las “rigideces” en cuanto a la incorporación de los agentes financieros en esos mecanismos.
“Cuando uno quiere asegurarse demasiado y le agrega todas las preocupaciones, hace (que sea) imposible llevar adelante las cosas”, indicó Ruibal en relación a las exigencias de los contratos PPP. Y añadió “acá pedimos garantías, seguro de acá y de allá y quedamos inmovilizados. Perdemos el foco que en definitiva es que el gato cace ratones, poder hacer la infraestructura”.
No obstante, el empresario dijo que a partir de que en el año 2011 el país incursionó en el mecanismo de PPP, “se dio una curva de aprendizaje” por parte de todo el sector involucrado y advirtió que si se discontinúa la herramienta y se opta solo por contratos Crema, eso podría provocar “un cimbronazo”.
Al respecto, sugirió que previo a avanzar con los contratos Crema, se anticipen cuestiones como el involucramiento del sistema financiero en este tipo de mecanismos, dado que “si no vamos a caer, créanme, en muchas de las discusiones que pasamos con las PPP”.
Por último, Ruibal dijo que si el gobierno realiza un cambio de instrumento, los constructores deben saberlo para poder hacer mejor su trabajo. “Somos tomadores de ese tipo de herramientas. Nos marcan la cancha, nos dicen hay dos arcos, nos tiran la pelota y tenemos que jugar ahí adentro y tenemos que tratar de hacerlo lo mejor posible. Si nos van a cambiar los límites de la cancha, el tamaño de los arcos, o vamos a pasar a jugar en cancha de 11 a jugar en cancha de siete tenemos que saberlo y nos vamos a tener que redimensionar pero hay que tener mucho cuidado cuando uno hace cambios de herramientas porque no existe la herramienta nueva que no tenga curva de aprendizaje”, concluyó.