DEBATE CALIENTE EN EE.UU.
Biden trató de payaso a Trump. Y Trump acusó a su hijo de corrupción.
▃ El líder de la minoría demócrata del Senado de Estados Unidos, Chuck Schumer, rehusó ayer martes reunirse con la jueza Amy Coney Barrett, nominada por el presidente Donald Trump para cubrir la vacante de la fallecida Ruth Bader Ginsburg.
“No me voy a reunir con la jueza Barrett. ¿Por qué me reuniría con un candidato de un proceso tan ilegítimo?”, indicó el senador Schumer en su cuenta de Twitter.
El sábado pasado, Trump confirmó la designación de Barrett para la Corte Suprema e instó a la mayoría republicana del Senado a confirmarla en el puesto cuanto antes. Los demócratas quieren aplazar el proceso hasta después de las elecciones del 3 noviembre.
Barrett, católica y de 48 años, es la antítesis de Ginsburg sobre todo en lo que se refiere al aborto. Sin embargo, Barrett no ha llegado a decir si se pronunciaría a favor de anular el fallo judicial de 1973 con el que la Corte Suprema legalizó en la práctica el aborto en Estados Unidos.
Barrett prometió que tendrá presente el legado de Ginsburg, a la que alabó por haber roto los “techos de cristal” impuestos sobre las mujeres. La Corte Suprema de Estados Unidos tiene nueve miembros y sus cargos son vitalicios.
La muerte de Ginsburg dejó a la corte con tres jueces progresistas y cinco conservadores.