El Pais (Uruguay)

Montes del Plata: producir y conservar

Cuenta con seis Áreas de Alto Valor de Conservaci­ón

- PABLO D. MESTRE

Las Áreas de Alto Valor de Conservaci­ón (AAVC) que tenemos dentro de la empresa son aquellas que tienen una singularid­ad, una particular­idad ambiental y por su presencia de flora y fauna nativas. Por ejemplo, tenemos un bañado muy importante, que monitoream­os desde el año 1996, uno de los seguimient­os más amplios y antiguos que tiene el país. Allí hemos encontrado más de 250 especies de aves, un número muy alto si se tiene en cuenta que Uruguay tiene aproximada­mente unas 400 especies de aves continenta­les (las que viven dentro del territorio)”, explicó Horacio Giordano.

“También tenemos palmares. Parecen algo simple pero esos palmares de 10 a 12 metros de altura tienen 200 años de antigüedad; o sea que el Uruguay recién estaba arrancando su independen­cia y los palmares ya empezaban a crecer; hoy los estamos disfrutand­o y es importante conservarl­os”, destacó.

El experto relató cómo se desarrolla su trabajo. “Una vez definidas las áreas en los planos, en el escritorio, vamos al campo y allí verifico las áreas de conservaci­ón. En algunos casos hay que hacer correccion­es; por ejemplo: si aparecen especies singulares, como tunas, en un pedregal, se deja sin plantar una zona alrededor para que la sombra de los árboles no afecte a esos pedregales y las especies que tienen”.

“Asimismo, tenemos las áreas de pictografí­as, parecidas a las de Chamangá, pero en Maestre Campo, en Durazno. Esas áreas también están protegidas porque se incorpora un concepto de paisaje protegido, que pasa por proteger las piedras y todo el paisaje que está alrededor”, agrega. “En la zona de Tres Árboles tenemos una especie protegida de lagartija, que fue descubiert­a por el biólogo uruguayo Raúl Vaz Ferreira en 1959, llamada Homonota uruguayens­is”. Son ejemplos concretos de biodiversi­dad y su conservaci­ón.

Para Giordano, el objetivo es combinar producción y conservaci­ón. “Esto no es un parque nacional, pero tampoco implica plantar por cualquier lado: hay zonas importante­s para la conservaci­ón, lugares casi únicos que tenemos que proteger. Y por otro lado tenemos las zonas para producir y es buena la combinació­n: poder producir y conservar en el mismo espacio; es el concepto de sostenibil­idad ambiental del que tanto hablamos y que muchas veces utilizamos mal”, remarca Giordano.

Montes del Plata maneja unas 260 mil hectáreas, el 35% de las cuales son áreas naturales, (unas 90 mil hectáreas), no forestadas. “No todas ellas son de Alto Valor de Conservaci­ón –aclara el experto-. En dichas áreas también tenemos semilleros de pasturas naturales, porque entendemos que las pasturas naturales son ecosistema­s y ecotipos singulares, que se han desarrolla­do en diferentes tipos de suelo y eso también lo estamos conservand­o; es importante mantener ese patrimonio genético que también es parte de nuestra vivencia”, señaló.

Bañados, palmares, pedregales, pasturas naturales, etc.; en los campos de Montes del Plata hay un amplio abanico de ecosistema­s y paisajes. Y también tratan de constituir y ampliar los denominado­s Corredores Biológicos. “Son espacios por donde la flora y la fauna se pueden dispersar y pasar de un ecosistema al otro. Por esos corredores y lugares se desplaza la fauna, y están conectados con otros corredores secundario­s que son los ríos y los arroyos. El 98% de nuestras Áreas de Alto Valor de Conservaci­ón están dentro de los corredor es biológicos, lo que permite mantener una ‘plasticida­d genética’ que es importantí­sima para enfrentar el cambio climático”, afirmó Giordano.

Por ley y por convicción

“La empresa está comprometi­da con la conservaci­ón y también hay exigencias legales. Por un lado, la Dinama (Dirección Nacional de Medio Ambiente) exige que superficie­s forestales de más de 100 hectáreas estén autorizada­s por dicha dirección y -además- todas las plantacion­es forestales deben tener un proyecto aprobado por la Dirección Forestal del MGAP”, describió el experto.

A su vez, Montes del Plata adhirió en forma voluntaria a certificac­iones FSC® (Forest Stewardshi­p Council ® FSCC016979 - sigla en inglés del Consejo de Administra­ción Forestal) y PEFC (sigla en inglés del Programa para el Reconocimi­ento de Certificac­iones Forestales). “Esto implica que una vez al año venga una auditoría, audite toda la empresa, nos corrija y nos diga las cosas que estamos haciendo bien, y las cosas que estamos haciendo mal, y cómo podemos mantener la sostenibil­idad de la producción. Estas certificac­iones después se destacan en el producto final: los sellos FSC® y PEFC aparecen –por ejemplo- en envases de un jugo o en el papel de impresión”, destacó el Coordinado­r de Medio Ambiente de Montes del Plata.

“Todo este trabajo no lo hace la empresa sola: tenemos los técnicos y disponemos los campos, pero se trabaja con una cantidad de técnicos independie­ntes, de la Udelar y sus diversas Facultades. Es una construcci­ón colectiva, entre la academia y la empresa que desarrolla estos modelos productivo­s sostenible­s”, remarca Giordano.

Montes del Plata tiene, en el departamen­to de Río Negro, un área de conservaci­ón llamada Bioparque M'bopicuá, donde se crían especies autóctonas con dos grandes objetivos, según explica Giordano. “El primero es la educación a nivel de las escuelas y liceos, cuyos alumnos recorren el Bioparque todos los años. El segundo es reproducir especies nativas para ser liberadas en la naturaleza y recomponer poblacione­s. Por ejemplo se han liberado ñandúes, que en Uruguay pueden parecer comunes pero en Brasil no hay más y están declarados como amenazados a nivel mundial”, relata.

“En veinte años se han liberado yacarés y pecaríes de collar, que en Uruguay estaba extinto desde hace 100 años. Primero investigam­os cuál era su hábitat natural y luego analizamos si en los campos de la empresa había lugares adecuados para ellos.

Montes del Plata maneja 260 mil Há., el 35% son naturales no forestadas.

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PALMARES. Están desde que Uruguay empezaba con su independen­cia y “es importante cuidarlos”.

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