“Fratelli tutti”, la encíclica para la postpandemia
El papa se expresa contra el populismo, pide no dejar todo al libre mercado y atender a los inmigrantes
La tercera encíclica de Francisco Fratelli Tutti (Hermanos todos) que se publicó ayer domingo es la respuesta que ofrece el papa para construir “un mundo más justo y fraterno”, y no perder esta oportunidad sobre todo tras la pandemia de coronavirus.
El extenso documento que lleva el título de una frase de San Francisco de Asís, dividido en ocho capítulos, reflexiona sobre cómo la emergencia sanitaria mundial ha servido para demostrar que “nadie se salva solo” y que ha llegado el momento de que “soñemos como una única humanidad” en la que somos “todos hermanos”.
Se trata de un documento que recoge el legado del mensaje del papa en este pontificado, ya que es un resumen de los varios documentos y pensamientos que ha ido desgranando en estos siete años.
Estos son los principales puntos de la encíclica.
—Ideología. “En varios países una idea de la unidad del pueblo y de la nación, penetrada por diversas ideologías, crea nuevas formas de egoísmo y de pérdida del sentido social enmascaradas bajo una supuesta defensa de los intereses nacionales”.
—Coronavirus. “Pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de autopreservación egoísta”.
—Sin fronteras. “Entonces nadie puede quedar excluido, no importa dónde haya nacido, y menos a causa de los privilegios que otros poseen porque nacieron en lugares con mayores posibilidades”.
—Migrantes. “Los migrantes no son considerados suficientemente dignos para participar en la vida social como cualquier otro, y se olvida que tienen la misma dignidad intrínseca de cualquier persona”.
—Mercado. “El mercado solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal”. (...) “La fragilidad de los sistemas mundiales frente a la pandemia ha evidenciado que no todo se resuelve con la libertad de mercado”.
—Guerras. “Es muy difícil sostener los criterios racionales madurados en otros siglos para hablar de una posible guerra justa, a pesar de que en el catecismo se hable de la posibilidad de la legitima defensa mediante la fuerza militar”.
—ONU. “Es necesaria una reforma de la ONU, así como de la arquitectura económica y financiera internacional, para que se dé una concreción real al concepto de familia de naciones”.
—Populismo. “Hay líderes populares capaces de interpretar el sentir de un pueblo (...) Pero deriva en insano populismo cuando se convierte en la habilidad de alguien para cautivar en orden a instrumentalizar políticamente la cultura del pueblo, con cualquier signo ideológico, al servicio de su proyecto personal y de su perpetuación en el poder”.
—Política y economía. “La política no debe someterse a la economía y esta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia”.
—Fraternidad. Las religiones “ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad. El diálogo entre personas de distintas religiones no se hace meramente por diplomacia, amabilidad o tolerancia”.
“Pasada la crisis sanitaria, la peor reacción sería una fiebre consumista”.