“Seguimos en una emergencia nacional”
▃ “Nos congratula que las autoridades hayan escuchado la voz de las familias y la necesidad de que todos los niños y niñas vuelvan a la escuela (…), es un gran avance. Pero quedan muchos más desafíos y compromisos por asumir”.
Así lo expresó en un comunicado el colectivo de familias organizadas de las escuelas públicas. ¿Qué reclamos de estos padres aún no fueron resueltos? Según el texto, “la obligatoriedad debe venir acompañada de un aumento en la presencialidad, si no seguirán quedando niños y niñas por fuera de la escuela”. Para que ello ocurra, dicen, la administración debería proveer más recursos presupuestales, lo que permitiría el alquiler de locales y la paga de más docentes y auxiliares ante la subdivisión de grupos. La pandemia del COVID-19 fue un impulso para algunas incipientes ideas que rondaban la educación pública: ocurre en el adiós a la repetición, pasa en la autonomía de los centros educativos, y se nota en el fortalecimiento de este grupo de padres autoconvocados. Algunos de ellos integraban las comisiones de fomento y hace varios meses empezaron a gestar una red propositiva sobre la marcha educativa. Ahora, en la emergencia sanitaria, estas familias hicieron saber que existe “una emergencia nacional en la educación pública”. Esa es la consigna por la cual invitan a una concentración en la plaza Varela, en Pocitos, el próximo miércoles. “Aún seguimos en emergencia nacional”, insiste el comunicado. Tanto el presidente del Codicen, Robert Silva, como el consejero político Juan Gabito, manifestaron su coincidencia con las familias organizadas y hasta agradecieron esa movilización “en pro de la educación pública”. En conversación con El Observador, Gabito explicó: “Hay mucha cosa” que la ANEP puede hacer “dentro de sus competencias”, más allá del protocolo sanitario. Refería a la posibilidad de convocar a más niños por vez bajo el entendido de que siempre hay un porcentaje que falta a clase.