José Mayo: en la democracia el organismo perdió consistencia
▃ En febrero de este año, el brigadier general retirado de la Fuerza Aérea José Mayo, declaró ante el fiscal Enrique Rodríguez que las operaciones de inteligencia militar eran de rutina: dar protección a embajadores, controlar determinados actos públicos y brindar alojamientos y alimentación al personal subalterno.
Mayo, quien fue jefe de esa unidad en dos períodos (1996 a 1998 y de 2002 a 2004), señaló que, con el advenimiento de la democracia, inteligencia militar se deterioró y perdió consistencia orgánica, porque no tenía personal ni aparatos especializados para realizar búsqueda de información estratégica.
Según el brigadier retirado, las principales fuentes de inteligencia militar en aquel entonces eran abiertas: prensa escrita y radios.
Mayo explicó que no se realizaban tareas de espionaje y que las salidas del personal solo se relacionaban con protección a diplomáticos.
Señaló que tenía órdenes estrictas de las autoridades castrenses de la época de actuar dentro del sistema democrático y no realizar actividades fuera de la ley.
Asesorado por el abogado Álvaro Paolino, Mayo negó que, durante sus dos jefaturas, personal de Inteligencia Militar se haya infiltrado en actos de partidos políticos o movilizaciones sindicales.
Insistió en que durante los años en que fue director del área no dio una orden para que personal castrense fuera a una marcha a realizar controles. Y dijo que en los dos períodos que estuvo al frente del organismo eran escasos los contactos con sus pares de la Policía.