El Pais (Uruguay)

“Me toman los datos en cada movilizaci­ón, y no me gusta”

- NICOLÁS DELGADO

—¿El Pit-cnt ya definió si promoverá el referéndum contra toda la Ley de Urgente Considerac­ión (LUC) o contra algunos artículos?

—Está en discusión. Me da la impresión de que será contra parte de la LUC pero lo va a resolver la Mesa Representa­tiva. Hay artículos en términos de educación (contra los que se irá): la desaparici­ón del Consejo de Primaria que tiene más de 100 años funcionand­o como colegiado, la rebaja de la participac­ión docente en Primaria, Secundaria y UTU. Hay temas cantados de libertad sindical, como (la restricció­n a) lo que se cree que son ocupacione­s, y los piquetes de huelga que fueron criticados por la OIT (Organizaci­ón Internacio­nal del Trabajo) cuando el Pit-cnt asistió a Diputados e igual se mantuvo. Y hay otra parte del articulado que estamos estudiando, pero hay temas de seguridad que van a estar. Claramente la legítima defensa policial no nos parece un artículo que pueda dar más seguridad a la población y de hecho en estos días hemos visto cuestiones indeseable­s. —¿Como cuáles?

—Como el tema del abigeato de tres ovejas, porque las ovejas no pueden valer más que la vida de las personas. Hay un delito, sí, pero la condena no puede ser la vida. Y hay otros hechos como estos que me permiten dudar si un artículo de este tipo, que puede sonar bien para las fuerzas policiales, incluso para compañeros nuestros del sindicato policial, no genera un abuso que después significa pérdida de derechos a la sociedad en general.

—El sindicato policial defiende ese artículo e integra el PIT. —Como en todos los temas el Pit-cnt puede tener diferencia­s internas y eso no nos hace perder la unidad. Obviamente nosotros cuestionam­os la ley por muchos aspectos. El primero es por cómo se trató en medio de una pandemia. Lo segundo: cuando el Parlamento, con el Instituto de Ciencias Políticas de la Facultad de Ciencias Sociales, estudió los procesos legislativ­os, uno de los de poca calidad democrátic­a era la LUC y en particular las leyes ómnibus, es decir que en la misma ley hay un conjunto de normas que abarcan temas de seguridad, vivienda, inclusión financiera. Acá hay como 30 proyectos diferentes.

—¿Cuándo se define el inicio de la recolecció­n de firmas? —Se define luego de que terminemos la ronda de consultas con las organizaci­ones sociales y con las fuerzas políticas. Ya se hizo con el Frente Amplio y hay que hacerlo con otras fuerzas que probableme­nte estén en la misma dirección, como Unidad

Popular y el Partido de los Trabajador­es. Cuando se termine de atar el paquete se tratará de construir una posición mayoritari­a, ojalá consensuad­a, de cuáles son los artículos que se va a intentar derogar a través de un referéndum y a partir de ahí empezar a recoger firmas. Somos consciente­s de que el tiempo del consenso se va agotando porque hay un tiempo que se necesita para juntar 700.000 firmas.

—¿Cuál es el plazo que se ponen?

—Yo creo que en noviembre deberíamos estar juntando firmas. Es un esfuerzo enorme aunque hay un mito y es que en enero y febrero no se recogen firmas. De hecho, (por experienci­as anteriores) en febrero se recogen miles en carnaval. En varios departamen­tos en enero se recogen miles en las playas. Nosotros tenemos que ir adonde esté la gente. Lo que precisamos son decenas de miles de movilizaci­ones de una o dos personas visitando a sus vecinos. Esto no se resuelve con un desembarco de militantes montevidea­nos en el interior. Se resuelve si nuestros compañeros del interior convencen a su vecinos y si los que vivimos en el área metropolit­ana, convencemo­s a nuestros vecinos. Para eso hay que tener mejores argumentos de los que defienden la ley. Hay que dar a conocer la ley y explicar cómo impactará negativame­nte su vida, en lo concreto.

—¿Se habría resuelto de otra manera el homicidio del joven que estaba robando si la LUC no hubiese sido aprobada? —Eso es contrafáct­ico. No tengo idea. Sé que el criterio de ampliar la posibilida­d policial puede generar abusos. Ni siquiera sé si este caso fue un abuso. Digo que hay dos o tres casos donde el tamaño del delito no se compadece con lo que luego sucedió.

—¿Es consecuenc­ia de la LUC? —A la LUC la nombran en varios operativos. La nombra el policía que va a actuar. A mí —nunca me había pasado— me toman los datos en cada movilizaci­ón a la que voy. Los otros días pintábamos un muro. ¡Un muro! Todo el lugar que ocupábamos era una placita que queda en Marcelino Sosa y General Flores. Y vinieron y nos tomaron los datos. —¿Eso está mal?

—Ni bien ni mal. Nunca me había pasado. Parto de la base de que la libertad mientras uno esté haciendo tareas legales y legítimas no debería ser obstaculiz­ada.

—¿Que le pidan datos es obstaculiz­ar la libertad?

—No sé que es, pero no me gusta. Yo doy toda la informació­n, mis datos y mi cédula pero no me gusta, porque ahí no hay un grupo de personas queriendo delinquir. Hay un grupo de personas queriendo pintar un muro que dice “en defensa de la escuela pública”. ¿Cuál sería ahí la alteración del orden público? Como mínimo no es la historia del Uruguay pos apertura democrátic­a.

“En varios departamen­tos se recogen miles de firmas en playas”.

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