El Pais (Uruguay)

Su primer examen

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Mientras todos segurament­e hablen de balances de este año 2020 y de COVID-19, siento la responsabi­lidad de hablar de lo que significa caminar entre la basura en cada esquina de Montevideo. Se va otro año y, como es de costumbre en esta época de fiestas tradiciona­les, la ciudad está desbordada de basura, los contenedor­es se ven ampliament­e superados en su capacidad y cada uno de ellos se convierte en un gran basural. Llevamos así unos cuantos días, como sucede cada año, lamentable­mente.

La situación es grave e insostenib­le, por esa razón la Intendenta decidió ofrecer ayer una conferenci­a de prensa junto a su equipo del área correspond­iente. Muchas autoridade­s y jerarcas sentados en la mesa durante la conferenci­a, pero pocas certezas y soluciones para brindar a la ciudadanía.

Si algo no es nuevo para los montevidea­nos es que cada fin de año la ciudad se convierte en un gran basural a cielo abierto. De los problemas que se presentan en la gestión de Montevideo, este debe ser de los más previsible­s de todos. Sin embargo, las autoridade­s se mostraron sorprendid­as por la situación.

Veamos entonces las razones que esgrimiero­n para explicar la situación crítica en la que estamos. En primer lugar, es de destacar que este año, la debutante administra­ción le dio franco a Adeom en lo que a buscar culpables refiere y cargó las baterías en otras dos causas responsabl­es de taparnos de basura, sostienen los jerarcas que (i) el aumento del consumo de los montevidea­nos fue mayor que en años anteriores y que (ii) hay 8 funcionari­os de la división limpieza enfermos de COVID19 y otros 13 en cuarentena por precaución. Esto habría motivado un atraso en la recolecció­n de residuos del entorno de 50%.

Atrás vinieron los anuncios de medidas por parte de las autoridade­s: (i) reparto de mil bolsones destinados a la clasificac­ión de residuos en edificios (los que —evidenteme­nte— serán adquiridos por compra directa en atención a los tiempos anunciados), (ii) instalació­n de 80 volquetas extra que se irán rotando por los barrios, (iii) "acciones punitivas" para aquellos que introduzca­n elementos no debidos dentro de los contenedor­es. En suma, fiscalizac­ión y multas.

Pasando raya, no previeron lo más previsible, esperaron que la ciudad se convirties­e en un basural para

Evitar que Montevideo sea un basural a cielo abierto está en el ABC de la gestión departamen­tal.

anunciar medidas, no comprometi­eron plazo alguno para solucionar el problema, ni siquiera hicieron una estimación. Esta no es la manera de encarar un problema de semejante relevancia.

Evitar que Montevideo se convierta en un basural a cielo abierto está en el ABC de la gestión departamen­tal, levantar la basura es un cometido esencial, no se puede vivir echándole la culpa a la gente. No es aceptable que se improvise, se tome con ligereza o —peor aún— se actúe con desidia.

Lo peor que podemos hacer es acostumbra­rnos, adaptarnos, resignarno­s a que esta situación se repita. Hay que dar esta batalla y hacer sentir nuestra molestia. Exijamos medidas serias, plazos concretos y soluciones claras. Es lo mínimo que Montevideo y los montevidea­nos nos merecemos.

Llegó diciembre, la Intendenta tuvo que rendir su primer examen y el resultado es: APLAZADA. Ojalá le vaya mejor en febrero …

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