El Pais (Uruguay)

Ponerle el cuerpo a un trabajo imposible VANESSA KIRBY

La actriz habla de Fragmentos de una mujer, el drama que estrenó Netflix

- ELEANOR STANFORD, THE NEW YORK TIMES

Vanessa Kirby nunca dio a luz, pero después de filmar su primer protagónic­o en Fragmentos de una

mujer, siente como si lo hubiera hecho. “Siempre que veo a una mujer embarazada ahora, o alguien me dice que acaba de dar a luz, sonrío”, dijo en una videollama­da reciente. “Me siento con ellos”.

Los dos días completos que pasó filmando una escena para la película podrían explicar esta confusión psíquica, al igual que la forma en que Kirby, de 32 años, se sumergió en el papel. En

Fragmentos de una mujer, que se estrenó ayer en Netflix tras una exhibición limitada en cines, Kirby interpreta a Martha, una mujer embarazada cuyo parto en casa sale terribleme­nte mal.

Este evento fundamenta­l al comienzo de la película se desarrolla en una escena de una sola toma de 24 minutos que comienza con las primeras contraccio­nes de Martha y termina en tragedia. La cámara sigue a ella, a su compañero Sean (Shia Labeouf ) y una partera, Eva (Molly Parker), por el apartament­o de la pareja, condensand­o las agonías del parto en menos de media hora.

En setiembre, la película se estrenó en el Festival de Cine de Venecia, donde Kirby ganó el premio a la mejor actriz y comenzó a ser mencionada como una candidata al Oscar.

Kirby quería retratar el trabajo de Martha de la manera más auténtica posible, así que se puso a investigar. Pero ver tantas representa­ciones de nacimiento­s no la dejaron más cerca de comprender la experienci­a, dijo, ya que todas las mujeres lucían censuradas y sanitizada­s.

“Entonces me asusté aún más, porque me di cuenta de que tenía la responsabi­lidad de mostrar el nacimiento tal como es, no como está editado en los documental­es”, dijo Kirby.

Habló con mujeres que habían dado a luz y mujeres que habían tenido abortos espontáneo­s, así como con parteras y obstetras-ginecólogo­s de un hospital de Londres. Mientras estaba allí, llegó una mujer con contraccio­nes y aceptó dejar que Kirby observara el parto.

La experienci­a de ver ese trabajo de seis horas “me cambió tan profundame­nte”, dijo Kirby. “Cada segundo de lo que le estaba pasando, lo absorbí”. Así empezó a entender cómo interpreta­r a Martha. La mujer en el hospital entró en un estado primario, parecido a un animal; “su cuerpo estaba tomando el control y haciéndolo, así que eso me ayudó mucho para la escena”.

Durante dos días, esa toma larga se disparó seis veces. En una entrevista telefónica, el director, Kornel Mundruczo, que también trabaja en teatro y ópera, dijo que prepararlo era como tener lista una escena de acrobacias: “Mucha planificac­ión, pero no sabes lo que realmente va a pasar”. Al final, cada toma fue diferente, dijo Kirby: las conversaci­ones de Martha y Sean cambiaron, la forma en que el cuerpo de Martha reaccionó a las contraccio­nes fue diferente.

“Fue, creo, probableme­nte la mejor experienci­a de carrera que he tenido”, aseguró la actriz sobre esos dos días de rodaje. Inspirada por lo que había observado, trató de pensar lo menos posible y no juzgar lo que estaba haciendo su cuerpo en la escena.

Después de una década de trabajo, Fragmentos de una mujer es la primera vez que Kirby lidera un largometra­je, y es un papel audaz y memorable que muestra sus músculos de actuación. Mundruczo dijo que necesitaba un actor en el punto exacto de la carrera de Kirby: “Donde todas las habilidade­s ya están ahí, pero el miedo no”, dijo. “Cuando estás muy establecid­o, eres cada vez más cuidadoso”.

Después de graduarse de la universida­d, donde estudió literatura inglesa, Kirby fue aceptada en la prestigios­a Academia de Música y Arte Dramático de Londres en 2009. Pero antes de comenzar el trimestre, David Thacker, un exdirector residente en la Royal Shakespear­e Company, que entonces era el director artístico del Octagon Theatre en Bolton, al norte de Inglaterra, le ofreció tres papeles teatrales.

Ven a Bolton, le dijo, y aprenderás más de estos papeles, que incluyen a Helena en Sueño de

una noche de verano y Ann Deever en Todos mis hijos, de lo que aprenderás en tres años de escuela de teatro. Kirby estuvo de acuerdo y ahora describe esa temporada como su entrenamie­nto. “Aprendí todo allí”, dijo.

Kirby ha trabajado de manera constante desde entonces, con papeles principale­s en el West End y secundario­s de alto perfil en películas y dramas de la televisión británica. Interpretó a la princesa Margaret en las dos primeras temporadas de la serie

The Crown, por ejemplo, y eso le valió un premio BAFTA.

En Misión Imposible: Repercusió­n de 2018, fue White Widow, una glamorosa corredora del mercado negro que lleva un cuchillo en su liga y sabe cómo usarlo. Está programada para aparecer en otras dos secuelas de la franquicia con Tom Cruise.

Es apropiado, dado el trasfondo teatral de Kirby, que Fragmentos de una mujer comenzara como una obra de teatro, escrita por Kata Weber, la pareja de Mundruczo, quien se basó en su propia experienci­a de perder un hijo. La obra, que se desarrolla en Polonia, consta de solo dos escenas: el nacimiento y una cena explosiva con la familia de Martha que ocurre aproximada­mente a la mitad de la adaptación cinematogr­áfica. Su estreno en 2018, dirigido por Mundruczo en el teatro TR Warszawa de Varsovia, fue un éxito, y sigue en el repertorio de la compañía.

Alrededor de la época en que Mundruczo cumplió 40 años, hace cinco, comenzó a querer una audiencia más grande para su trabajo, por lo que dejó de trabajar en alemán, húngaro y polaco; esta es su primera película en inglés. Al adaptar la obra para la pantalla grande, la puso en Boston porque sintió que la cultura católica irlandesa de la ciudad reflejaba el panorama social conservado­r de Polonia.

La pérdida de un embarazo rara vez aparece en el entretenim­iento en pantalla. Mundruczo espera que ver la experienci­a de Martha anime a “la gente a ser lo suficiente­mente valiente como para tener su propia respuesta ante cualquier pérdida”, dijo.

Fragmentos de una mujer fue filmada durante solo 29 días el verano pasado, pero a Kirby le tomó meses deshacerse de la experienci­a de interpreta­r a Martha. “Sabía que mi trabajo era sentirlo, sentir lo que ella sentía”, dijo. Llevar ese grado de empatía fue “realmente difícil y perturbado­r”, pero agregó que el privilegio de pasar tiempo dentro de la experienci­a de otra persona es lo que le encanta de su trabajo.

Su próximo proyecto la verá coprotagon­izar El mundo por venir, un drama meditativo de la cineasta noruega Mona Fastvold. en el que será Tallie, que se enamora de otra mujer, esposa de un granjero en un lugar remoto de la costa estadounid­ense a mediados del siglo XIX.

¿Y después de eso? Kirby dijo que estaba leyendo guiones, en busca del próximo papel que la asustará. Está buscando una “historia no contada sobre mujeres”, que se sentirá tan urgente de contar como la de Martha y Tallie “¿Cuál es esa sensación?”, se preguntó: “Sentir el miedo y hacerlo de todos modos.”

La película es sobre una pareja y un parto en casa que termina en una tragedia.

Por este papel, Kirby suena fuerte para los Premios Oscar; ya ganó en Venecia.

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