Papa evita llamar “pecadores” a gays
Francisco criticó texto eclesial que tildaba de “ilícitas” bendiciones a parejas homosexuales
En forma elíptica, el papa Francisco criticó ayer el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) que el lunes pasado creó gran revuelo en el mundo. El organismo que custodia la ortodoxia católica había sentenciado taxativamente que “no son lícitas” las bendiciones a las parejas gay, algo que cayó como una bomba en las comunidades homosexuales y que contradice la pastoral abierta e inclusiva del Papa hacia ellos, que fueron tachados de “pecadores”.
Al reflexionar sobre el Evangelio del día durante la tradicional oración mariana del Angelus, el papa Francisco comentó que “también hoy mucha gente, a menudo sin decirlo implícitamente, quisiera ver a Jesús, encontrarlo, conocerlo”. “Nosotros también debemos responder con el testimonio de una vida que se entrega en el servicio, de una vida que toma sobre sí el estilo de Dios —cercanía, compasión y ternura— y se entrega en el servicio. Se trata de sembrar semillas de amor no con palabras que se lleva el viento, sino con ejemplos concretos, sencillos y valientes, no con condenas teóricas, sino con gestos de amor”, dijo, en palabras que agregó al texto que tenía preparado y en lo que pareció una clara alusión al “responsum”, el documento de la CDF.
“Entonces el Señor, con su gracia, nos hace fructificar, incluso cuando el terreno es árido por incomprensiones, dificultades o persecuciones, o pretensiones de legalismos o moralismos clericales. Esto es terreno árido”, agregó.
Aunque no mencionó al documento de la CDF, consciente de que se trata de un tema delicadísimo a nivel interno, donde se libra una batalla entre ultraconservadores y progresistas, con estas palabras el papa Francisco pareció distanciarse del texto, que cayó pésimo entre los fieles homosexuales, que se sintieron traicionados.
DIPLOMACIA. El “responsum”, en efecto, aseguró que la Iglesia no puede bendecir las uniones de personas del mismo sexo, “porque no puede bendecir al pecado”. Recordó que para la doctrina de la Iglesia el único matrimonio sacramental posible es la unión entre el hombre y la mujer y jamás entre personas del mismo sexo, uniones consideradas “no ordenadas al designio de Dios”.
Si bien el Papa “fue informado y dio su asentimiento” al “responsum” en cuestión, que fue escrito en respuesta al hecho de que sacerdotes alemanes ya suelen bendecir a las uniones de parejas gay, el documento llamó la atención al quedar en evidente contradicción con la pastoral abierta a los homosexuales que Jorge Bergoglio tuvo desde el principio de su pontificado, marcado de gestos y palabras de cercanía y apertura hacia ellos.
A partir del “¿quién soy yo para juzgar a un gay?” de julio de 2013, el Papa propició encuentros varios con personas gay, como por ejemplo a la víctima chilena de abusos, Juan Carlos Cruz, a quien recibió en el Vaticano en mayo de 2018. “El Papa me dijo: ‘Juan Carlos, el hecho de que seas gay no importa. Dios te ha hecho así y te quiere así, el Papa te quiere así y tú te tienes que quererte a ti mismo’”, reveló entonces Cruz, en una frase que hizo sentir por primera vez a los homosexuales no rechazados por la Iglesia.
Una alta fuente del Vaticano subrayó que el “responsum” de la CDF choca evidentemente con esa Iglesia como “hospital de campaña después de la batalla, que debe curar las heridas de todos”, a la que desde el principio llamó y anhela el papa Francisco, “que debe incluír a todos, incluso miembros de la comunidad LGTB”.