Bolsonaro cambia la pisada y busca un “pacto nacional”
Reunió al Congreso, Corte Suprema y gobernadores en un comité de crisis
Brasil superó ayer las 300.000 muertes por COVID-19, una jornada que el cuarto ministro de Salud del presidente Jair Bolsonaro usó para prometer una meta de 1 millón de vacunados al día para frenar la creciente crisis. El país es desde hace tiempo el epicentro de la pandemia —una de cada cuatro muertes en el mundo es brasileña—, y la cifra de fallecidos lo mantiene en el segundo lugar el después de Estados Unidos.
Ante este panorama, Bolsonaro parece haber cedido en algo, y ayer anunció un comité de crisis para encarar el combate a la pandemia.
En su primera conferencia de prensa como ministro de Salud, Marcelo Queiroga dijo que el gobierno apunta a acelerar la campaña de inoculación y se comprometió a administrar 1 millón de dosis al día.
Agregó que las vacunas, las mascarillas y el distanciamiento social son claves para frenar el virus y que nadie quiere confinamientos, especialmente porque es poco probable que los brasileños se adhieran a ellos.
A medida que la pandemia ha ido empeorando en las últimas semanas, Bolsonaro ha mostrado signos de que se está tomando más en serio el tema.
La habilitación política del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, cuyas condenas por corrupción fueron anuladas recientemente permitiéndole presentarse a las elecciones del próximo año, también parece haberlo llevado a cambiar de actitud.
Según el informe de ayer del Consejo Nacional de Secretarías de Salud, Brasil registró 1.999 nuevas muertes por coronavirus, con lo que el total de ascendió hasta 300.675.
Un dato revelador del agravamiento de la situación es que mientras se necesitó de casi once meses para sumar las 200.000 primeras víctimas, las otras 100.000 se dieron solo en dos meses y medio.
El registro de las 300.000 víctimas se produjo un día después de que el país contabilizara 3.251 muertes el martes, hasta ahora el mayor número de fallecidos en un día desde el comienzo de la pandemia.
El agravamiento de la situación confirmó que Brasil enfrenta una segunda ola más virulenta y letal que la primera, en parte por nuevas cepas del virus, entre las cuales la P1 que
Su gobierno pretende vacunar 1 millón de personas por día. también apareció en Uruguay.
El aumento de los contagios y las muertes tiene a gran parte de Brasil al borde de un colapso hospitalario, ya que en 25 de los 27 estados del país la tasa de ocupación de las unidades de cuidados intensivos (UCI) supera el 80%.
La crítica situación de los hospitales ha obligado a las autoridades de diferentes municipios y regiones del país a adoptar estrictas medidas de restricción de la movilidad para intentar contener el avance del virus y reducir la presión sobre el sistema sanitario.
Nuevo ministro de Salud recomendó uso de barbijo y distanciamiento.
COMITÉ DE CRISIS.