En EE.UU. confirman alta eficacia de las vacunas de Pfizer y Moderna
El 80% dos semanas después de la primera dosis y 90% con la segunda
Las vacunas desarrolladas por Pfizer/biontech y Moderna redujeron el riesgo de contagios de COVID-19 en un 80% dos semanas después de la primera dosis, y en un 90% dos semanas después de la segunda. Estos resultados alentadores surgen de un estudio de los Centros para el Control y la
Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, y vienen a confirmar los informes de las propias farmacéuticas sobre la eficacia de sus vacunas. Un dato relevante del estudio del CDC es que se hizo entre unos 4.000 funcionarios de la salud que están en la primera línea de combate contra la pandemia.
Además de estas dos vacunas, Estados Unidos autorizó la de Johnson & Johnson de una sola dosis.
El estudio de los CDC se conoce semanas después de otro en Israel que confirmó que la vacuna de Pfizer/biontech era un 94% eficaz para prevenir el COVID-19.
Un estudio divulgado ayer lunes por el gobierno de Estados Unidos es lapidario sobre la eficacia de las vacunas para combatir la pandemia del COVID-19. El estudio abarca a dos de las vacunas desarrolladas hasta ahora —las de Pfizer/biontech y Moderna— y concluye que redujeron el riesgo de infección en un 80% dos semanas después de la primera de las dos dosis. Y el porcentaje de eficacia sube al 90% dos semanas después de la segunda dosis.
El estudio se realizó en unas 4.000 personas vacunadas en Estados Unidos entre personal sanitario y de primeros auxilios, es decir, entre uno de los grupos más expuestos por estar en la primera línea de combate del virus.
El otro dato significativo es que el estudio estuvo a cargo de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la máxima autoridad en este campo de Estados Unidos. Las pruebas clínicas anteriores fueron realizadas por los laboratorios Pfizer/biontech y Moderna, que evaluaron la eficacia de sus vacunas con resultados más o menos similares.
Ahora los resultados del uso en el mundo real de estas vacunas de ARN mensajero (ARNM) confirman la eficacia demostrada en los grandes ensayos clínicos realizados antes de que recibieran las autorizaciones de uso de emergencia de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por su sigla en inglés) de Estados Unidos.
El estudio analizó la eficacia de las vacunas entre 3.950 participantes de seis estados —Arizona, Florida, Minnesota, Oregon, Texas y Utah— durante un período de 13 semanas, desde el 14 de diciembre de 2020 hasta el 13 de marzo de 2021.
“Las vacunas de ARNM COVID-19 autorizadas proporcionaron una protección temprana y sustancial en el mundo real contra la infección para el personal sanitario de nuestro país, los equipos de primera respuesta y otros trabajadores esenciales de primera línea”, dijo la directora de los CDC, Rochelle Walensky, en un comunicado.
“Este estudio muestra que nuestros esfuerzos nacionales de vacunación están funcionando”, agregó Walensky.
La nueva tecnología de ARNM es una forma sintética de un mensajero químico natural que se usa para enseñar a las células a fabricar proteínas que reproducen parte del nuevo coronavirus. Esto enseña al sistema inmune a reconocer y atacar el virus real.
El estudio de los CDC se conoce semanas después de que datos en el terreno procedentes de Israel concluyeran que la vacuna de Pfizer/biontech era un 94% eficaz para prevenir las infecciones asintomáticas.
Estos resultados en Estados Unidos e Israel confirman que las vacunas no solo detienen la enfermedad sintomática, sino también la infección misma, lo que las convierte en una herramienta importante para frenar la propagación del virus.
Ahora los CDC seguirán con otra etapa del estudio. Los científicos buscarán secuenciar el virus en los casos de contagios pese a la vacunación para comprender mejor por qué.
CAMINO AL 4 DE JULIO. La divulgación del estudio de los CDC coincide con la aceleración del proceso de vacunación en Estados Unidos, con más de 3 millones de dosis administradas diariamente.
Poco más de 93 millones de personas han recibido al menos una dosis de algunas de las vacunas autorizadas en Estados Unidos, y unos 51 millones estaban ya completamente inmunizados. El presidente Joe Biden ha marcado como fecha para un regreso a una relativa normalidad la fiesta del Día de la Independencia, el 4 de julio.
Estados Unidos ha concedido autorización para uso de emergencia a las vacunas de Pfizer/biontech y Moderna, y a la de Johnson & Johnson, que es monodosis y cuya efectividad es algo menor.
El país, el más golpeado del mundo por la pandemia, registra más de 30,2 millones de contagios de COVID-19 y más de 549.000 muertos, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. En segundo lugar está Brasil.
“FATALIDAD INMINENTE”. Estados Unidos está en alerta por un repunte de los casos de COVID-19. “En la última semana hemos visto un incremento continuo de los casos, ahora estamos en el rango de entre 60.000 y 70.000 (diarios), y cuando hemos visto un aumento como este en el pasado es cuando las cosas tienen un tendencia a repuntar, y a repuntar a lo grande”, dijo Walensky, la directora de los CDC.
La responsable indicó en la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca sobre el COVID-19 que siente que Estados Unidos se ve abocado a “una fatalidad inminente”, en base a los datos que maneja.
“Tenemos tanto que desear, tantas promesas y potencial y tantas razones para la esperanza, pero ahora mismo tengo miedo”, subrayó.
Con más de 30 millones de casos de COVID-19 y con una media de contagios en los siete últimos días algo menor de 60.000 casos diarios, Walensky afirmó que “las hospitalizaciones por casos graves también han aumentado”.
La directora de los CDC explicó que la trayectoria de los contagios de COVID-19 en Estados Unidos es similar a la de países europeos, como Alemania, Italia y Francia.