Jubilarse a los 60: se recibe el doble de lo aportado
Un trabajador promedio percibe $ 1,96 por cada $ 1 que aportó, según estudio en manos de los expertos
■■ Una de las frases más repetidas por los uruguayos es que se aporta más de lo que se percibe luego como jubilación. Un trabajo técnico que recibió la Comisión de Expertos en Seguridad Social (que realizará propuestas para una reforma jubilatoria) muestra lo opuesto. Para eso se analizó una persona promedio “que desde los 20 años (edad de inicio en la actividad) hasta el momento del retiro, aportó un 75% del tiempo (para su jubilación), tuvo movilidad salarial promedio de los trabajadores dependientes. Se considera un sueldo inicial de $ 19.000 y un promedio salarial durante toda su vida de $ 45.000” y cuyo 50% de los aportes van a la AFAP, indica el informe. Esa persona, sin tener en cuenta el sexo (la esperanza de vida es mayor en mujeres que en hombres) va a percibir una jubilación que equivale a $ 1,96 por cada $ 1 aportado en su vida laboral, “casi el doble de lo aportado”, señala el informe. Si se tiene en cuenta el sexo, un hombre recibiría $ 1,69 por cada $ 1 aportado y una mujer $ 2,13 por cada $ 1 aportado. Si se posterga la edad de retiro (hay simulaciones para 63, 65, 67 y 70 años), la diferencia se achica, pero siempre es más la jubilación que se percibe que lo aportado.
Mientras corren los 90 días que tiene la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) para presentar una propuesta de reforma jubilatoria, la misma sigue recibiendo notas técnicas sobre la situación y proyección del sistema.
La nota “Equilibrio individual del sistema de reparto de Banco de Previsión Social (BPS)”, analiza el mismo con los “ingresos y egresos a partir de las tasas de aporte (personal y patronal) y reemplazo (el porcentaje del salario que se cobra como jubilación) legales. A esta relación la llamaremos ‘relación prestaciones/aportes’ e implica calcular el cociente entre el valor actual de las prestaciones sobre el valor actual de los aportes de modo tal que, si el resultado del cociente es mayor a uno, el trabajador recibe prestaciones por encima de lo aportado y si es menor, recibe prestaciones inferiores a sus aportes”.
Una de las frases más expresadas por los uruguayos es que se aporta más de lo que se percibe luego como jubilación. Este trabajo que recibió la CESS busca conocer cuán así es.
Para calcular esta relación entre lo aportado como trabajador y lo percibido luego como jubilación “se supone una única edad de inicio a la actividad a los 20 años; la movilidad salarial utilizada es la movilidad promedio de afiliados dependientes; se utilizan tablas de mortalidad específicas dinámicas para el colectivo amparado por BPS; se considera como un recurso propio de cada afiliado el aporte patronal realizado por su empleador y el análisis solo considera el aporte afectado al régimen de reparto y las prestaciones del mismo (es decir, no la parte que va la AFAP)”.
“El sujeto representativo que utilizaremos en este análisis es un individuo con una densidad de cotización de 75%, es decir, que desde los 20 años (edad de inicio en la actividad) hasta el momento del retiro, aportó un 75% del tiempo, movilidad salarial promedio de los trabajadores dependientes. Se considera un sueldo inicial de $ 19.000 y un promedio salarial durante toda su vida de $ 45.000” y cuyo 50% de los aportes van a la AFAP, indica el informe.
A su vez, el análisis dice que la persona “pertenece a la generación que alcanza los 60 años en 2020, por lo que tendría las mejoras de mortalidad correspondientes a dicha generación”.
El informe señala que primero se estudia “a partir de los parámetros actuales del sistema (tasa de reemplazo y tasa de aporte) cuál es la relación prestación-aporte, esto es, cuánto recibiría (de jubilación) por cada peso aportado”.
¿Cuáles son entonces los resultados? “Un hombre que se retira a los 60 años recibiría $ 1,69 por cada $ 1 aportado y una mujer a la misma edad percibiría $ 2,13 por cada $ 1 aportado”, indica la nota técnica.
Si el hombre se jubilara a los 63 años percibiría $ 1,59 por cada $ 1 aportado, y la mujer $ 2,02 por cada $ 1 aportado.
Si se retirara a los 65 años, el hombre percibiría $ 1,53 por cada $ 1 aportado y la mujer $ 1,96 por cada aportado.
Si se jubila a los 67 años el hombre recibe una jubilación de $ 1,46 por cada $ 1 que aportó durante su vida laboral y la mujer $ 1,90 por cada $ 1.
Por último, jubilándose a los 70 años el hombre cobra una pasividad equivalente a $ 1,31 por cada $ 1 que aportó mientras trabajaba y la mujer $ 1,74 por cada $ 1.
“La relación es mayor para las mujeres, lo que se vincula a
la mayor esperanza de vida del sexo femenino. De incluirse en el análisis las pensiones por sobrevivencia, la brecha entre sexos sería menor, debido a que las mujeres presentan una probabilidad de generar pensión más baja”, aclara el trabajo.
“Se puede observar, además, que a medida que se posterga la edad de retiro, la relación prestación-aporte disminuye. Esto se asocia a que las mejoras en la tasa de reemplazo vigentes (el porcentaje de sueldo que se percibe como jubilación aumenta a medida que se difiere el retiro) generadas por el diferimiento en la edad de retiro no compensan el mayor tiempo de cotización y el menor de cobro de la prestación”, añade.
En base a esos datos, “si bien existen diferencias según la edad de retiro y el sexo, en todos los casos el afiliado recibiría un nivel de prestaciones que se encuentra por encima de lo que aportó. Se debe tener presente que si se considerara la prestación de jubilación por causal invalidez y la pensión por sobrevivencia, la relación resultante sería superior”, afirma el estudio.
“Desde el punto de vista del trabajador, las jubilaciones que cobraría durante su vida son mayores a los aportes que realizó (considerando tanto los personales como los patronales)”, concluye.
La CESS sigue recibiendo insumos de cara a la reforma del sistema jubilatorio.