Tasas de aporte lejos de financiar pasividad
“Las tasas de aporte o de reemplazo no se diferencian por sexo, por lo que tiene sentido analizar esta relación, pero utilizando en su cálculo una tabla de mortalidad unisex en la que se considera la mortalidad masculina y femenina en forma conjunta”, dice el estudio.
Así, si se analiza en forma conjunta, una persona que se jubila a los 60 años percibe $ 1,96 por cada $ 1 aportado durante su vida laboral. Si se retira a los 65 años, la jubilación equivale a $ 1,82 por cada $ 1 aportado y si lo hace a los 70 años la relación es de $ 1,61 percibido por cada $ 1 aportado en su etapa laboral, explica la nota técnica.
Entonces, “un afiliado que se retira a los 60 años recibiría por concepto de jubilación casi el doble de lo aportado, y si se retira a los 70 años, un 60% más de lo aportado”, afirma.
“Otra forma de visualizar la existencia o no de equilibrio es estimar dentro de la ecuación de ingresos y egresos la tasa de aporte necesaria para financiar las tasas de reemplazo legales vigentes”, señala el estudio. Actualmente, la tasa de aporte patronal es de 7,5% del salario (algunos sectores tienen tasas mayores) y la tasa de aporte patronal “necesaria para financiar las condiciones actuales jubilatorias para un sujeto representativo que se retira a los 60 años es de 21,92%. Si se retirara a los 70 años, la tasa de aporte necesaria sería de 16,71%”, arroja el análisis. “Para financiar la diferencia, el sistema recurre a la financiación mediante impuestos y asistencia financiera del Estado”, dice el estudio. “Se puede concluir que, con las tasas de aporte actuales afectadas al régimen de reparto, el sistema no logra financiar las jubilaciones con las tasas de reemplazo vigentes”, expresa.