En Argentina y Brasil, récords preocupantes
El gobierno de Alberto Fernández impondrá fuertes restricciones nocturnas y a reuniones
La región sigue en una situación sanitaria delicada. Ayer en Argentina se registraron 20.870 casos nuevos de COVID-19, la mayor cifra para un día desde el inicio de la pandemia en marzo del año pasado. La ministra de Salud argentina, Carla Vizzotti, en línea con lo que plantea el coordinador del GACH, Rafael Radi, de “blindar abril”, dijo ayer que se requiere de “tres semanas de un esfuerzo más grande” de la población. Brasil, en tanto, registró 4.195 muertes por coronavirus ayer, un nuevo máximo diario en toda la pandemia.
Argentina y Brasil registraron ayer martes dos récords que reflejan lo fuerte que está pegando en la región la nueva ola de contagios de COVID-19. En Argentina se informó anoche de 20.870 infectados nuevos, la mayor cifra para un solo día desde el inicio de la pandemia en marzo del año pasado. Y en Brasil el récord fue de fallecidos para una jornada: 4.195.
En el caso de Argentina, la nueva embestida de la pandemia llevó al gobierno del presidente Alberto Fernández a poner marcha atrás en la apertura de actividades, y definir fuertes restricciones a la circulación nocturna y a limitar los encuentros sociales.
Además de los 20.870 contagios de ayer, el Ministerio de Salud argentino reportó 163 muertes, una cifra que llevó el cómputo global de fallecimientos a 56.634, con un total de casos de 2.428.029 desde marzo de 2020, en un país de 45,4 millones de habitantes, lo que da que poco más de 5% de la población se infectó.
“Necesitamos medidas intensivas, transitorias, tempranas y oportunas, sin impactar en el comercio y la producción y lo menos posible en la educación. La segunda ola es un hecho”, afirmó la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Y en línea con lo que plantea el GACH en Uruguay —“blindar abril”, dijo Rafael Radi—, la ministra argentina señaló que se requiere de “tres semanas de un esfuerzo más grande” de la población para pasar esta ola.
En su campaña contra el COVID-19, Argentina ha recibido hasta ahora 7,2 millones de vacunas, de las cuales más de 4 millones son de la rusa Sputnik V. El resto se distribuye entre las de Sinopharm (China), Covishield (India) y Astrazeneca (anglo-sueca). Unos 4,5 millones de dosis de las vacunas fueron administrados a 3,7 millones de argentinos, entre los cuales casi 700.000 recibieron las dos dosis.
En Argentina las fronteras están cerradas al turismo extranjero.
El diario La Nación informó anoche que ante el aumento de contagios, el gobierno argentino dispondrá fuertes restricciones nocturnas.
Las medidas se analizaron en una reunión entre los gobiernos federal, de la provincia de Buenos Aires y de la Ciudad de Buenos Aires, que transcurrió en un clima de tensión pero culminó con la decisión de la Casa Rosada de promover una fuerte restricción a la circulación nocturna y de limitar los encuentros sociales.
El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y la ministra Vizzotti encabezaron la reunión.
El Gobierno planteó la necesidad de sumar fuertes limitaciones a la circulación durante la noche, aunque fuentes oficiales señalaron a La Nación que “aún se trabaja para consensuar el horario”. Deben definir si es desde las 22 o desde la medianoche. También se conversó sobre la necesidad de limitar los encuentros sociales. No se descarta que haya definiciones antes del viernes.
“Restricciones sin dudas habrá. También más controles y más ritmo de vacunación”, dijo a La Nación una alta fuente del Gobierno.
La buena noticia en Argentina es que el presidente Alberto Fernández evoluciona de manera favorable y se encuentra asintomático después de que el viernes se conociera que contrajo la enfermedad.
En un comunicado, la Unidad Médica Presidencial aseguró que está “con signos vitales dentro de los parámetros normales”. Asimismo, recalcó que “el cuadro clínico sigue siendo leve”, de la misma manera que lo fue en los días pasados.
“Seguirá cumpliendo el aislamiento obligatorio y bajo estricto control médico a cargo de la Unidad Médica Presidencial”, agregaron desde el cuerpo médico que está a cargo de la salud de Fernández, quien es el jefe de Estado de Argentina desde diciembre de 2019.
Fernández cumple el aislamiento en la residencia presidencial de Olivos.
BRASIL, 2 A 3 MESES. El vecino del norte también la tiene fea. Brasil registró 4.195 muertes por COVID-19 ayer martes, nuevo máximo diario, y acumula 336.947 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
El Ministerio de Salud reportó 86.979 nuevos contagios, con lo que el balance total de infectados llegó a los 13.100.580, en momentos en que el país afronta la peor fase de la pandemia.
Brasil es el segundo país con más fallecidos y casos de covid, tan solo por detrás de Estados Unidos, aunque actualmente es el lugar del planeta donde más se muere por COVID-19, con un promedio en la última semana que supera los 2.500 decesos diarios. El anterior máximo de decesos por el coronavirus fue el pasado 31 de marzo, cuando alcanzó 3.869.
Los datos confirman un agravamiento de la pandemia en Brasil, de 212 millones de habitantes, donde la campaña de vacunación, que empezó el pasado 17 de enero, sigue a un ritmo lento, pues apenas ha recibido la primera dosis un 10% de la población.
El ministro de Economía, Paulo Guedes, dijo ayer que espera que la economía vuelva a la dirección correcta en dos o tres meses, a medida que la aceleración de la vacunación haga que la gente retorne al trabajo y reviva la actividad.
Brasil prevé que en dos o tres meses volverá a la actividad con la vacunación.
“Creemos que probablemente en dos, tres meses Brasil podría volver a la normalidad. Por supuesto, probablemente la actividad económica sufrirá una caída, pero será mucho, mucho menos que la caída que sufrimos el año pasado... y más corta”, dijo Guedes hablando en un evento en línea organizado por Banco Itaú
Para lograrlo, Brasil debe acelerar la vacunación masiva, que Guedes calificó como la política fiscal más importante del país en este momento.
“Es lo que tiene más retorno en términos de resultados económicos: preservar la salud de las personas y garantizar un retorno seguro a la fuerza laboral”, dijo.
Guedes dijo que el gobierno reactivará el esquema de protección laboral que, según él, salvó 11 millones de puestos de trabajo el año pasado, y renovará sus esfuerzos de privatización.