Ambulancias han esperado 10 horas para ingresar pacientes
SUMI: fármacos para CTI están “en vías de agotamiento”
■■ Pacientes con coronavirus han esperado hasta 10 horas arriba de una ambulancia en las puertas de emergencia para ser ingresados a una cama de CTI o de Cuidados Moderados en hospitales o mutualistas. Para muchos médicos, esta es la muestra más fiel de que el sistema de salud hace días que comenzó a mostrar los primeros signos de saturación. En tanto, el presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva, Julio Pontet, advirtió que “hay fármacos sedantes que están en vías de agotamiento”. El gobierno analiza medidas, entre ellas intervenir la distribución de los medicamentos o comprar fármacos en el exterior.
Los médicos, enfermeros y choferes de las ambulancias lucen agotados. En las puertas de las emergencias de hospitales y mutualistas no hay ninguno que no tenga en su rostro las marcas del cansancio. Ellos son conscientes de que se enfrentan al que quizá sea el mayor reto de sus vidas: el coronavirus.
Ayer a la tarde, al menos dos ambulancias esperaban su turno para ingresar a pacientes con COVID-19 a la Asociación Española. Más temprano, lo mismo ocurría en la Médica Uruguaya y en el Casmu. Las esperas se vuelven interminables para el personal de los móviles, que, debido al faltante “transitorio” de camas de Cuidados Moderados o de CTI para pacientes infectados, no tienen otra opción más que aguardar su turno.
La situación se hace más que evidente al recorrer cualquiera de las emergencias en Montevideo, en donde el personal asegura que “esto nunca se vio” en el sistema de salud.
María, una enfermera que trabaja en una ambulancia, contó a El País que ella y sus compañeros llegaron a esperar hasta 10 horas para que su paciente pudiera acceder a una cama en el sector de Moderados de un hospital. Lo mismo admitió, Julio, el conductor de una ambulancia que este fin de semana tuvo que esperar tres horas para ingresar a un paciente a un prestador privado.
Para muchos médicos, esta es la muestra más fiel de que el sistema de salud hace días que comenzó a mostrar los primeros signos de saturación, o “sobrecarga”, como prefirieron llamarle algunos. Un internista, que pidió no ser nombrado, explicó a El País que la situación es preocupante en todo el sistema, pero más lo es en el sector público.
De hecho, tres fuentes de la salud informaron a El País que recientemente la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) solicitó al personal de un móvil del Servicio de Atención Extrahospitalario (SAME) 105, que trasladara a un paciente desde Montevideo a San José porque en un determinado centro de salud no había más lugar. La misma orden llegó desde el organismo para que un infectado fuera llevado a Canelones.
Para el personal “las demoras son porque llegan más pacientes con coronavirus que antes”, pero también por el tiempo que lleva aislar una cama COVID-19 o sanitizar una emergencia móvil tras trasladar un paciente. El gerente de una mutualista, que a pesar de las denuncias negó demoras en su emergencia, admitió que en algunos casos, sí hay esperas de hasta cinco horas para “subir” un paciente a una sala de internación.
“Hay que limpiar los cuartos, ordenarlos, y después de eso tiene que venir el camillero y subirlos, pero cama por ahora hay”, señaló el directivo.
La solución que encuentran las autoridades de los centros de salud es disponer más plazas para pacientes infectados. Fue el caso del Hospital Español que esta semana tuvo que reacondicionar su puerta de emergencia para crear más camas de CTI. De hecho ayer El País constató al recorrer las instalaciones que los usuarios siguen utilizando —como emergencia— la sala de espera y dos carpas que fueron montadas en el jardín del centro de salud.
Pero estas no son las únicas medidas adoptadas. En algunas mutualistas se implementaron unidades de sostén respiratorio que fueron ubicadas por fuera de los CTI.
“Los sanatorios están todos llenos, están habiendo muchos casos intrahospitalarios y en muchos ocasiones aparecen positivos COVID-19 en sectores no COVID-19”, contó un internista a El País, quien también señaló que como nunca antes, “se está viendo jóvenes enfermos de 30 o 40 años totalmente sanos”.
CONSULTAS. Las demoras en atender a los pacientes que consultan sospechosos de COVID-19 aumentaron hace 15 días en el sector público. Incluso, una fuente que trabaja en SAME, contó a El País que “en muchos casos no se pueden atender todas las consultas”. De hecho, hace unos días, la central de operaciones no pudo atender buena parte de las más de 900 llamadas que aparecían en la pantalla central de la mesa, contaron.
“Esto es así, por momentos todo acá colapsa”, sentenció la fuente. Al ser consultada sobre las esperas que tienen los móviles de SAME, el informante indicó que hubo casos en los que los móviles esperaron siete, ocho y hasta 10 horas para ingresar a un paciente.
Representantes de las empresas de ambulancias, por otro lado, indicaron que a pesar de la situación en las puertas de emergencias, hoy “no están sobrecargados” los códigos de llamadas que no son por cuadros de coronavirus.
Mientras tanto, ayer fue difundida por radio Sarandí una comunicación de las mutualistas a la Comisión Asesora de Metas Asistenciales del MSP, en la que las instituciones advierten sobre la saturación del sistema de salud con “desbordes” en la atención telefónica, ambulatoria y sanatorial.
En la misiva, los prestadores de salud piden la postergación de la presentación del Plan Institucional de Normalización de la Atención Médica hasta el 2 de mayo.