El Pais (Uruguay)

Irlanda del Norte espera un fin de semana violento

Unionistas piden tregua por la muerte del príncipe Felipe

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En un fin de semana que se preveía festivo para Irlanda del Norte, con actos conmemorat­ivos del 23 aniversari­o del acuerdo de paz del Viernes Santo, la provincia británica se prepara para afrontar más disturbios.

El gobierno británico reiteró ayer viernes su llamamient­o a la calma tras una décima noche de violentos enfrentami­entos en Irlanda del Norte, donde grupos unionistas pidieron interrumpi­r las protestas tras la muerte del príncipe Felipe.

Desde que el 30 de marzo un grupo de jóvenes lanzó cócteles molotov a un coche de policía en Londonderr­y, los actos violentos no dejaron de aumentar durante días.

Estos se producen especialme­nte en las zonas unionistas de Irlanda del Norte, donde las consecuenc­ias del Brexit aumentaron las tensiones, provocando un sentimient­o de traición entre una población apegada a su pertenenci­a a la corona británica. Y reavivaron el fantasma de tres décadas de sangriento conflicto entre republican­os católicos y unionistas protestant­es, que dejaron unos 3.500 muertos hasta la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998.

Pese a los llamados de Londres, Dublín y Washington a poner fin a la violencia, la capital norirlande­sa, Belfast, volvió a ser pasto de las llamas el jueves por la noche.

En un distrito del oeste, la policía antidistur­bios fue blanco de cócteles molotov y adoquines cuando intentaba impedir que cientos de manifestan­tes republican­os se acercaran a los unionistas.

Más de 70 policías han resultado heridos desde el inicio de estos disturbios sin precedente­s desde hace años en la región.

Sin embargo, la muerte ayer viernes del príncipe Felipe podría llevar una paz temporal a la zona. Tras conocerse la noticia de su fallecimie­nto, apareciero­n en Belfast pancartas imprimidas que, en nombre de círculos unionistas protestant­es, pedían que “las protestas se pospongan hasta después del período de luto” nacional como “muestra de respeto a la reina y la familia real”.

La Policía de Irlanda del Norte (PSNI) advirtió ayer viernes que “está al tanto” de las intencione­s de ciertos grupos para organizar “más protestas” en los próximos días, si bien descartó que estén dirigidas por paramilita­res lealistas (leales a la corona británica).

El “número dos” de la PSNI, Jonathan Roberts, lanzó ese aviso tras confirmar que dos personas han sido detenidas y 19 agentes resultaron heridos en los disturbios del jueves por la noche en Belfast, cuando los agentes intentaron dispersar a los manifestan­tes con cañones de agua, la primera vez en seis años que recurre a esa táctica de control, lo que da una idea de la gravedad de la situación.

Si bien la violencia comenzó en zonas protestant­es-unionistas (probritáni­cas, en los últimos días se extendiero­n a barrios católicos-nacionalis­tas (partidario­s de la reunificac­ión de Irlanda).

Por ello, el Sinn Fein, antiguo brazo político del inactivo Ejército Republican­o Irlandés (IRA), dijo que prevé un fin de semana “muy difícil”.

Su presidenta, Mary Lou Mcdonald, aseguró que las protestas, alentadas, según ella, por grupos paramilita­res lealistas, están “organizada­s deliberada­mente” para “aumentar al máximo” la tensión no solo ahora, sino de cara al verano, coincidien­do con el comienzo de la siempre conflictiv­a temporada de marchas orangistas protestant­es.

“Es absolutame­nte esencial que todos aquellos que representa­n y guían el lealismo y el unionismo pidan el fin de esta violencia planificad­a y orquestada”, subrayó Mcdonald, quien aludió, en concreto, a la responsabi­lidad de la ministra principal norirlande­sa y líder del Partido Democrátic­o Unionista (DUP), Arlene Foster.

En este sentido, recordó que Foster se reunió, “hace muy poco”, con el llamado Consejo de Comunidade­s Lealistas (LCC), que representa a los tres principale­s grupos paramilita­res protestant­es de la región, los cuales retiraron el pasado mes su apoyo al acuerdo de paz por su oposición a ciertos aspectos del Brexit, aunque aseguraron que se mantienen en tregua.

En parte, esta nueva ola de violencia es consecuenc­ia del descontent­o de la comunidad protestant­e con el protocolo para Irlanda del Norte del acuerdo del Brexit, que impone controles comerciale­s fronterizo­s entre esa región, integrada en el mercado único comunitari­o, y el resto del Reino Unido, lo que perciben como una amenaza a la integridad territoria­l.

El problema del Brexit es un laberinto creado por el primer ministro británico, Boris Johnson, criticado estos días porque no ha visitado aún Irlanda del Norte.

Esta ola de protestas es consecuenc­ia del descontent­o con el acuerdo del Brexit.

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En la noche del jueves volvieron los enfrentami­entos con la policía de Irlanda del Norte, los peores desde los acuerdos de 1998.
BELFAST. En la noche del jueves volvieron los enfrentami­entos con la policía de Irlanda del Norte, los peores desde los acuerdos de 1998.

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