La convicción, el piano y la lucha como lanzas
Bárbara Jorcin lanzó su segundo disco y habla de eso
Hace unos días, Bárbara Jorcin empezó a hurgar en las grabaciones de su celular y llegó bien atrás, hasta toparse con minutos de improvisaciones que registró en algún momento de 2017 y quedaron ahí, abandonadas pero no perdidas. “Me hacen llorar esas notas de voz, de verdad. Me hacen llorar”, dice a El País cuando piensa que entre esos pedazos está la génesis de Si canto es porque puedo, su flamante segundo disco.
Ese, el de grabar la idea original, es el momento que Jorcin más disfruta de todo el proceso creativo. Ese instante que años después habrá sido el paso fundamental para un disco que llegó a plataformas ayer (edita Little Butterfly Records y tendrá versión física) y que debe estrenar sin abrazos ni shows ni cercanía. Es raro, dice, pero la felicidad está.
Si canto es porque puedo es la confirmación de la cantante, pianista y compositora como una de las nuevas propuestas más interesantes de la escena local. El minimalismo de tintes jazzísticos que había ofrecido en su debut Índigo, de 2018, se expande en una rica variedad de ritmos y texturas.
Es el disco que presenta a una artista mucho más plantada, sobre todo, en su discurso y forma de decir. Con la intensidad como hilo conductor, estas 12 canciones son un gesto de empoderamiento y de reclamo colectivo. El título, tomado del primer corte, “Lanza”, y de una frase final que mastica con rabia y con fuerza —“Hoy digo lo que quiero, y si canto es porque puedo”— es un reconocimiento de privilegios y es, a la vez, el abrazo a la fuerza interior.
Si bien el álbum incluye canciones que vienen de la época de Índigo (y además está “Corriente alterna” de Leo Maslíah),
su nacimiento más concreto está entre fines de 2019 y principios de 2020, allí donde Jorcin comprendió la idea cabal de lo que estaba haciendo. Allí cuando supo que lo que unía este cuerpo de composiciones era la posibilidad concreta de hacerlas.
“Parece una cosa muy básica, boluda, pero no lo es”, dice la cantante. “Más que nunca estoy agradecida de mis posibilidades, porque cuanto más te metés y ponés el cuerpo en causas gravísimas, que hacen de este un mundo espantoso, más agradecida sos”.
Por un lado está el privilegio; por otro está la convicción. “No quiero ni veo la vida distinta a esto, no me imagino ni puedo proyectarme haciendo otra cosa”, admite Jorcin. “No lo digo con resignación; es una realidad, no existe otra cosa para mí que hacer música y hacer arte. Entonces sí, son muchas cosas. Es el impulso; que desde que tengo tres años mi madre y mi padre me dan el espacio, porque interrumpía todo tipo de reunión cantando siempre; y es que nací con esta fuerza que está conmigo y me dice que voy a poder. Yo me tengo a mí, soy mi soporte más grande. Antes pensaba que era soberbia eso y no lo decía; ahora lo siento como un don”.
Reciente incorporación a la banda de rock Eté & Los Problems, donde aporta teclado, sintetizador y coros, Jorcin asegura que Si canto es porque puedo no es un disco de jazz feminista, sino un universo mucho más amplio que está sí atravesado por la lucha a la que le puso el cuerpo en el último tiempo. Lucha que ya estaba en su disco debut aunque menos encauzada, menos directa.
“Siento que mi pedido, mi reclamo, encontró su lugar”, asegura. “Porque yo siempre me he quejado y siempre reclamo, pero voy creciendo y entendiendo más qué es lo que me tiene tan enojada. Ahora sí entiendo contra qué estoy luchando y qué banderas me representan. Cuáles son las causas que me hacen sufrir y tener ganas de pelear”.
Si canto es porque puedo tiende así puentes con Índigo, pero se desmarca con características propias. Producido y arreglado por Franco Polimeni, el disco rompe con la propuesta de piano y voz e incorpora contrabajo, violín, percusiones y hasta fagot para ampliar su paleta sonora. Respeta más la armonía tradicional, asegura
Jorcin, y cada tema tiene un estilo definido a pesar de los experimentos
En el medio, su veta actoral aflora para interpretar con otra contundencia versos satíricos o tragicómicos (“Oda al plátano”), descarnados (“Adentro”), románticos (“A tu lado”) y claro, empoderados (“Lanza”).
“Es que le doy lugar a todo lo que soy y fui con mucha menos timidez”, reflexiona Jorcin y afirma: “Ahora muestro lo que antes no me animaba a mostrar”.
“Mi reclamo encontró su lugar”, dice Jorcin sobre “Si canto es porque puedo”, que llegó ayer a plataformas.