La voz como alerta de patologías
Los cambios en la salud vocal pueden estar indicando presencia de enfermedades graves
En 2017, el segundo disco de la banda La Santa llevó muchas horas de ensayo. Su cantante, Gabriel Goyén, tuvo incluso que cantar al límite de su registro de voz. Eso, sumado a todos los shows, hizo que comenzara a sentir que se cansaba más rápido y que la voz modificaba su rendimiento.
Hizo una visita al otorrinolaringólogo y le diagnosticaron un derrame en la cuerda vocal izquierda. De inmediato inició un tratamiento que implicó reposo vocal y un trabajo con un foniatra y un profesor de canto.
“Fue todo un proceso, pero por consultar a tiempo lo pude remediar en casi medio año”, contó Gabriel sobre una historia que tuvo un final feliz, pero que no es ejemplo de lo que habitualmente ocurre con los trastornos de la voz en Uruguay.
“Hay un montón de gente que tiene problemas de la voz, tiene afectada la salud vocal y no consulta; lo toma como algo normal”, señaló el otorrinolaringólogo Martín Fraschini, que junto con su colega Carina Almirón fue quien atendió a Gabriel.
Como presidente de la Sociedad de Otorrinolaringología del Uruguay, Fraschini está al frente de la campaña que, aprovechando la celebración del Día Internacional de la Voz (16 de abril), tiene por objetivo principal lograr que se instaure en el país un programa de atención precoz basado en lo que se llama “el protocolo del 3x1”: tres semanas con determinados síntomas que, si el paciente presenta alguno, debe consultar a un médico.
“Si por más de tres semanas el paciente tiene pérdida de voz, la famosa ronquera; afectada la capacidad de emitir la voz con naturalidad; un bulto en el cuello; un dolor persistente en la garganta; una úlcera o llaga en la boca que no cura; un sangrado por la boca que no remite, debe consultar sí o sí a un otorrinolaringólogo”, enfatizó Fraschini.
Esos síntomas habilitarán a que el profesional explore toda la
CAMPAÑA Ariel Fynn, Gabriel Goyén, Lucía Cánepa y Álvaro Figueredo. zona, desde la boca hasta el sector bajo de la faringe, para descartar que tenga un tumor, dado que lo que hay que prevenir fundamentalmente en este caso es el cáncer de cabeza y cuello. Este se compone principalmente de tumores de la cavidad oral, orofaringe, hipofaringe y laringe.
Fraschini remarcó que el cáncer de cabeza y cuello está ligado con tres factores de riesgo que son prevenibles: consumo de tabaco y de alcohol y el HPV (Virus del Papiloma Humano). Para evitar este último es necesario tener precaución con las relaciones sexuales.
“El HPV en la boca está jugando
un rol fundamental en provocar cáncer de cabeza y cuello. Viene en aumento el número de mujeres jóvenes con tumores a las que les hacés la serología para el HPV y resultan positivas. Y son mujeres que no fuman ni tomaron nunca una gota de alcohol”, destacó el especialista.
A TIEMPO. El diagnóstico precoz, como en la mayoría de los cánceres, aumenta las posibilidades de curación y mejora la supervivencia, que se ubica en el 70%.
Cuando los pacientes se tratan en estadíos iniciales (1 y 2), luego de cinco años, siete de cada 10 siguen viviendo. Son tumores chicos, a los que se les pueden practicar tratamientos conservadores y que no son mutilantes (puede conservar su laringe o su voz), como radioterapia o cirugía con láser. En los estadíos avanzados (3 y 4) la supervivencia baja a menos de 40%.
En Uruguay se detectan casi 500 tumores por año de cáncer de cuello y cabeza, exceptuando el del esófago.
La Agencia Internacional del Cáncer prevé que para el 2030 va a haber un aumento del 40%.
“Se mueren más de la mitad, unos 300 por año, o sea que la mortalidad es altísima a pesar de los tratamientos porque más de la mitad (65%) se detectan en estadíos avanzados”, dijo Fraschini.
Otro factor importante a considerar es el gasto que representa para el Estado, dado que cada paciente que se trata con un tumor en estadío avanzado cuesta US$ 50.000 contra US$ 10.000 en estadíos iniciales.
“Si se elabora un programa de detección precoz importante en Uruguay, creemos que los pacientes pueden ser prontamente derivados, los podemos rápidamente biopsiar, rápidamente detectar y rápidamente atender”, destacó el especialista a El País.
Esto no ocurre actualmente con el agravante que la pandemia de la COVID-19 disminuyó aún más las consultas. “De los últimos 20 pacientes que vi en el Hospital Pasteur, que es un centro de referencia, 18 estaban en estadíos avanzados. Eso antes no era así, era la mitad o un poco más de la mitad. O sea que estamos muy mal”, enfatizó Fraschini.
PROFESIONALES. Otro punto al que apunta la campaña es a aquellas personas que trabajan con la voz, llámese cantantes, comunicadores, locutores o docentes.
“Queremos instar a que se formen, que hagan capacitación con fonoaudiólogos o profesores de canto que los puedan entrenar en el uso de técnicas para el uso de la voz. Además hay estrategias de conducta higiénica y dietética, como la buena hidratación para las cuerdas vocales”, señaló.
El otorrino explicó que la fonación involucra varios sistemas, como el respiratorio, el nervioso o el endócrino y hasta puede verse afectada por un trastorno psicológico o psiquiátrico. También hay una cantidad de lesiones que no son malignas y que están vinculadas al mal uso de la voz, como por ejemplo los nódulos en las cuerdas vocales o un pólipo hemorrágico que surge porque el paciente fuma y grita un gol o lesiones benignas que vienen de nacimiento.
“Ese paciente va a empezar a desempeñar una actividad que después no va a poder desarrollar correctamente y va a tener que hacer un entrenamiento específico para poder lograr el objetivo”, sentenció Fraschini.