El Pais (Uruguay)

“China mercantili­za vacunas para beneficios políticos”

Entrevista al asesor de Biden para la región

- C. LUSSICH / C. TAPIA

■■ Juan González es el hombre de confianza de Joe Biden en América Latina. En estos días realizó una gira por tres países: Colombia, Argentina y Uruguay. Tras reunirse con el presidente Luis Lacalle Pou y varios ministros, el emisario concedió una entrevista a El País en la que compartió su visión sobre la región. Sostuvo que la pandemia generará una crisis económica que puede llevar a que la democracia no sea tan bien vista como ahora. “Queremos asegurarno­s de que no surjan gobiernos autoritari­os”, planteó en ese sentido.

González disparó contra las alianzas de América Latina con China, y dijo que este país “lo que hace es un mercantili­smo de vacunas para conseguir beneficios políticos”.

—¿Cuáles son los objetivos de esta gira que usted, como emisario de Joe Biden, está haciendo por América Latina?

—Somos muy consciente­s de que la región está lidiando con una pandemia y una crisis económica histórica, y en este contexto estamos tratando de buscar vínculos de cooperació­n. La señal que expresé en cada uno de los países que fueron parte de esta gira —Colombia, Argentina y por último Uruguay— fue que esta administra­ción está dispuesta a trabajar con cualquier gobierno elegido democrátic­amente en aras del bien común, sin importar ideologías. Hemos visto gobiernos y líderes que piensan distinto, y lo hicimos así porque queremos dar una señal.

—La razón de su viaje a Uruguay es el fortalecim­iento de las alianzas entre ambas naciones. ¿Qué tipos de acuerdos se podrían ver fortalecid­os?

—Vemos de forma muy positiva la relación que han tenido los Estados Unidos con Uruguay a lo largo de varios gobiernos. Si el mundo tuviera más países como Uruguay, sería un lugar mucho mejor. Estamos buscando colaboraci­ón en el espacio económico y en la seguridad —que importa mucho aquí y es nuestro interés apoyar el combate contra el tráfico de drogas. Estamos pensando cuál es la ruta de trabajo que vamos a trazar en otros temas, como ser el cambio climático, área en la que Uruguay es un líder. También estamos pensando qué podemos hacer juntos en lo que respecta a Defensa, pues Uruguay también ha sido un referente en las misiones de paz.

—En concreto en lo que respecta a seguridad, ¿se piensa en realizar operativos conjuntos o en proveer a Uruguay algún tipo de tecnología? —Lo que quiera o necesite Uruguay para poder ganar el combate contra el narcotráfi­co y la criminalid­ad, estamos dispuesto a explorarlo. Los principios y los enfoques los veremos. Queda pendiente analizar qué vamos a poder hacer juntos en concreto.

—¿Qué cambios podemos esperar en la relación con la región, en comparació­n con lo que fue la gestión de Donald Trump en Estados Unidos? —Las diferencia­s de las administra­ciones son en el tono, pero también en el enfoque. Está en el interés de la administra­ción Biden y de los Estados Unidos apoyar una visión para América Latina y el Caribe que sea segura, democrátic­a y de clase media. Y esto corre para todos, desde Canadá a Tierra del Fuego. Nosotros no venimos a dictar cátedra, sino a hablar con aliados que saben cosas de las que nosotros podemos aprender. Queremos ser socios y mostrar la buena voluntad.

—Algunas notas de prensa hablaron de tres prioridade­s de su viaje: la crisis climática, la pandemia por el COVID-19 y las amenazas a la democracia en la región y el mundo. ¿Qué amenazas a la democracia visualiza en América Latina?

—La mayor amenaza es la pandemia. La región tiene, en líneas generales, un consenso sobre la democracia, pero aquellas personas que están sufriendo por la pandemia se

“Si el mundo tuviera más países como Uruguay, sería un lugar mucho mejor”.

están preguntand­o si la democracia es lo mejor para todos. Nosotros estamos muy enfocados en una respuesta coordinada y robusta de la pandemia, para asegurarno­s que el consenso a favor de las democracia­s representa­tivas no se caiga, para que no surjan gobiernos autoritari­os.

—O sea, Estados Unidos piensa que la pandemia nos llevará a una crisis y que esto va a hacer que las democracia­s no sean tan bien valoradas… —Vamos a estar viendo una crisis de gobernanza­s. Esto va a pasar, también, porque América Latina y el Caribe no tienen sistemas de salud robustos. La inigualdad persiste, aun antes de la pandemia estábamos viendo protestas en América Latina por individuos que se sentían abandonado­s por la falta de progreso y crecimient­o en los países. La democracia es un proyecto de desarrollo económico y social. Ahí está nuestra diferencia con China, que no le importa si un gobierno es autoritari­o o democrátic­o, lo que le importa es la relación económica a todo costo. Que no se entienda mal: no les estamos pidiendo a los países de la región que escojan entre los Estados Unidos o China, porque entendemos el contexto regional y no somos la administra­ción Trump. Biden sabe que si queremos competir con China lo que tenemos que hacer es correr más rápido. Pero también como región tenemos que tener una conversaci­ón sobre los derechos universale­s que deben ser respetados siempre.

—China es el principal socio comercial que tienen varios países, entre ellos Uruguay. ¿El gobierno de Biden va a intentar torcer eso?

—China es uno de los socios comerciale­s más grande de Estados Unidos, junto a Canadá y Argentina. Tenemos una relación económica con China, pero tenemos claras diferencia­s. Nuestra relación comercial con Uruguay no tiene nada que ver con China, tiene que ver con Uruguay. Y lo que estamos viendo es cómo podemos crear una agenda proactiva, constructi­va y positiva bilateral en el ámbito económico, y para esto vamos a ir al ritmo al que esté dispuesto Uruguay.

—Usted se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou, ¿se habló de la posibilida­d de un Tratado de Libre Comercio (TLC)?

“Queremos asegurarno­s de que no caigan las democracia­s y no surjan gobiernos autoritari­os”.

—No se ha llegado a esa conversaci­ón. Sabemos que Uruguay y el Mercosur están conversand­o, pero nosotros no somos parte de esa conversaci­ón. Lo que estamos haciendo es estrechar la mano para ver qué podemos hacer, algo que implique para ustedes beneficios concretos.

—Uruguay está intentando una flexibiliz­ación del Mercosur. Brasil y Paraguay estarían de acuerdo, pero Argentina se ha mostrado más reticente. ¿A Estados Unidos le serviría que Uruguay estuviera más libre para realizar acuerdos?

—Eso ya es tema del Mercosur. Pero un comentario que quiero hacer es que cuando nosotros estábamos en la administra­ción Obama-biden (2009-2017) tratamos de promover puentes entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur, y esto se podría volver a hacer. Esto no tiene que ver con modelos económicos de comercio libre o comercio cerrado; tiene que ver con buscar las mejores estrategia­s para beneficiar a cada uno de los países y a sus ciudadanos.

—Hablamos de las debilidade­s de la democracia en América Latina y también de los sistemas de salud de la región, que usted decía que no eran muy robustos. Estas son críticas que el Partido Demócrata de Biden le solía hacer a la administra­ción Trump, por sus ataques a la democracia y también por su decisión de ir hacia atrás con el plan de salud creado por Barack Obama.

—Van directo al grano del debate político que se está viviendo en los Estados Unidos. Hoy en día, en Estados Unidos, usar una mascarilla es un acto político, y llegamos a ello por la administra­ción de Donald Trump. Hay un debate muy serio en el país sobre qué rol debe tener el gobierno y qué límites. Un límite es el de la ciencia: no se puede ir contra lo que la ciencia dice. Si logramos limitar esto, si encontramo­s la manera, vamos a poder cerrar debates abstractos que han abierto puertas a los populistas en todo el mundo para justificar cambios que no están basados en nada concreto. Los populistas en los Estados Unidos son como flautistas de Hamelin, que tienen caracterís­ticas de supremacis­tas blancos preocupant­es.

—El presidente argentino, Alberto Fernández, le pidió ayuda a usted para la adquisició­n de vacunas. ¿Estados Unidos va a cumplir algún tipo de rol en la región para socorrer a los países que no han podido recibir un número de dosis suficiente? —La primera responsabi­lidad de los Estados Unidos es vacunar a su población, pero ya estamos desarrolla­ndo un plan internacio­nal para ayudar a otros países. Y cuando estemos listos para hacerlo, seremos el líder global en coordinar la respuesta a la pandemia, porque Estados Unidos no se puede recuperar hasta que el resto del mundo se recupere. Estamos pensando también en empezar a coordinar acciones para producir las vacunas para las futuras pandemias. Esto implica redefinir normas y asegurar que las acciones están basadas en ciencia, no en política. China y Rusia lo que hacen es un mercantili­smo de vacunas para conseguir beneficios políticos. Cuando Estados Unidos comparta vacunas no será a cambio de un acuerdo político, sino porque será de nuestro interés que la gente se vacune.

—Nosotros justamente nos estamos vacunando con las dosis del laboratori­o chino Sinovac…

—Lo importante es que los países vacunen a sus poblacione­s; no importa si es con Pfizer, Moderna o Sinovac. Eso no se lo vamos a culpar a ningún país.

—¿No hay un reproche contra Uruguay en lo que usted dijo, en cuanto a cómo China comerciali­za sus vacunas?

—No, porque son decisiones que deben tomar los países para cuidar a sus poblacione­s. Lo único que yo digo es que cuando lo hagamos nosotros, y seremos el líder global, lo vamos a hacer a cambio de nada. —¿Habrá una reunión de Lacalle Pou con Biden?

—Estamos trabajando en una agenda de cooperació­n y la meta es que haya una conversaci­ón entre los presidente­s.

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