Cuba abre la era poscastrista sin grandes cambios a la vista
El VII Congreso del Partido Comunista marcará la salida de Raúl Castro
Seis décadas después del triunfo de su revolución, Cuba entrará en la era poscastrista, con la salida de Raúl Castro de la jefatura del Partido Comunista Cubano (PCC). El retiro del hermano y sucesor de Fidel, se dará en el VII Congreso del partido, que comienza hoy en La Habana, en medio de una de las crisis económicas más graves en la isla, los efectos de la pandemia del coronavirus y un creciente movimiento opositor.
Castro, de 89 años, y su fallecido hermano han gobernado sucesivamente Cuba desde 1959 cuando derrotaron al dictador Fulgencio Batista.
El Congreso del PCC, que se reúne cada cinco años, es la cita más importante del Partido Comunista que elige a la dirección del partido y establece las pautas políticas. Raúl Castro dijo en el Congreso de 2016 que iba a ser el último para la llamada “generación histórica” de los veteranos revolucionarios que acompañaron a Fidel.
No se espera que la nueva generación de líderes haga cambios radicales al modelo de partido único de Cuba. Pero estará bajo presión para llevar adelante reformas de mercado que comenzaron hace 10 años en una frágil economía de planificación centralizada, dijeron a Reuters cuatro analistas cubanos.
En el Congreso que comienza hoy se podrían dar pistas sobre el rumbo de la reforma que se avecina, dijeron los analistas, pero muchos cubanos dudan que haya un cambio pronto. Las medidas
Díaz-canel admite que la economía es el principal desafío hoy para Cuba.
anunciadas en 2011 para abrir la economía solo se han implementado un 70%, según el PCC.
Castro entregará el liderazgo del Partido Comunista, el cargo más poderoso en la isla de 11 millones de habitantes, a Miguel Díaz-canel, de 60 años, quien en 2018 lo reemplazó en la presidencia de Cuba.
Díaz-canel está bajo presión para obtener resultados, pero también para retener apoyo, pues no cuenta con toda la legitimidad de la generación histórica, señalaron analistas.
Las reformas sociales de la última década, en particular la expansión del acceso a Internet, han fortalecido a la sociedad civil cubana. Últimamente han surgido pequeñas protestas en el país a pesar del estricto control que practica el régimen.
Algunos disidentes dicen que ha llegado el momento de un cambio democrático y están instando al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a que mantenga la presión de Donald Trump. Biden ha prometido durante la campaña electoral en 2020 aliviar las sanciones a Cuba.
La economía sigue siendo el principal desafío del país, ha reconocido Díaz-canel.
“Los cambios económicos estratégicos se definieron en los dos Congresos anteriores”, dijo a Reuters el experto en Cuba Arturo López-levy, de la Universidad Holy Names en California. “Ahora se trata fundamentalmente de discutir cómo implementarlos”, agregó. Díaz-canel ha buscado ganarse la confianza del Partido con el lema “somos continuidad”, dijo Lópezlevy.
La economía se contrajo un 11% el año pasado cuando la pandemia devastó el turismo. La crisis lo ha conducido a reanudar las reformas, sobre todo una dolorosa revisión monetaria. (Con información de Reuters)