CORTE SUPREMA ARGENTINA INTERVIENE POR LAS CLASES Y CRECE POLÉMICA
El expresidente Macri salió en defensa de padres y Rodríguez Larreta y criticó al gobierno
En Argentina sigue el enfrentamiento entre el presidente Alberto Fernández y el alcalde de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, por el cierre de las clases presenciales, mientras se espera la resolución de la Corte Suprema de Justicia. El máximo tribunal se declaró ayer lunes competente para fallar sobre el pedido de declarar inconstitucional el decreto presidencial que suspendió las clases hasta el 30 de abril, que presentó el viernes Rodríguez Larreta.
El gobierno argentino tiene cinco días para justificar su posición frente a la Corte, sin plazo legal para expedirse.
Ayer lunes, padres, alumnos y docentes de Buenos Aires quedaron en la incertidumbre debido a las órdenes cruzadas entre el decreto presidencial, con fuerza de ley, y el rechazo de la alcaldía de Buenos Aires.
El jueves pasado, el presidente Fernández decretó la restricción de la circulación y de la actividad comercial además de la suspensión de las clases presenciales, a partir de este lunes y hasta el 30 de abril en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
El AMBA está conformado por la capital del país, gobernada por el opositor Rodríguez Larreta, y unos 40 municipios de la provincia de Buenos Aires, gobernada por el kirchnerista Axel Kicillof.
“Son decisiones de política sanitaria, avaladas por datos que la autoridad sanitaria me hace llegar y escuchando a los expertos, no a los políticos. Por más antipáticas que sean estas medidas, sé que cuidan y preservan la vida de argentinos y argentinas”, declaró ayer lunes Fernández, al presentar obras públicas para reforzar el sistema de salud.
El presidente Fernández llamó a los gobernadores que lo rodeaban de forma virtual a “cuidar a los docentes” y sostuvo que “mientras que las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y San Juan son las que más han vacunado al personal de educación, la ciudad de Buenos Aires solo ha vacunado al 14% de su personal”.
El domingo, la Cámara en lo Contencioso Administrativo de Buenos Aires hizo lugar a amparos presentados por los padres contra la suspensión de las clases, tras lo cual Rodríguez Larreta ordenó a las escuelas de la ciudad abrir sus puertas.
La asistencia de alumnos fue parcial y los principales sindicatos docentes cumplieron un paro en respaldo a la suspensión de clases.
Los jueces del tribunal capitalino fueron denunciados por mal desempeño de sus funciones debido al fallo “arbitrario y temerario” que puso “en situación de incertidumbre y riesgo” a los ciudadanos ante el “acuciante estado epidemiológico”, según el texto presentado por legisladores oficialistas.
En tanto, la Procuración del Tesoro (que representa los intereses del Estado) pidió a la justicia federal que invalide el fallo de la Cámara capitalina debido a que no tiene competencia sobre un decreto presidencial.
El ministro de Justicia, Martín Soria, había calificado el domingo la medida que desafía la decisión del presidente como un “mamarracho jurídico”, al considerar que el decreto no dictaba medidas de política educativa sino “para preservar la vida de miles de argentinos”.
La decisión de Fernández había sorprendido a sus ministros de Salud y Educación, quienes defendían la presencialidad, pese a que el país atraviesa un vertiginoso aumento de los casos de COVID-19, con creciente nivel de ocupación de camas en terapia intensiva en un contexto de demora en la campaña de vacunación.
MACRI INTERVIENE. El expresidente Mauricio Macri se metió ayer en la polémica, y no hizo defendiendo la posición de Rodríguez Larreta y a favor del fallo de la Cámara de Apelaciones porteña que determinó que las clases deben continuar de manera presencial en la ciudad de Buenos Aires, pese al decreto del gobierno nacional. Macri se expresó a través de su cuenta en Twitter.
“Felicitaciones a los padres que se organizaron para mantener la educación y a la Justicia que actuó en defensa de la Constitución de la Ciudad e hizo cumplir la ley como corresponde”, escribió Macri, y agregó: “Quiero felicitar también al Gobierno de la Ciudad que, con datos científicos y decisión, defendió la educación”.
En este sentido, el expresidente “lamentó la actitud y los exabruptos de las autoridades de la provincia de Buenos Aires y la de los gremios docentes”. “Hacen un uso político de la situación y actúan en contra de los alumnos por los que dicen trabajar”, enfatizó.
Mientras políticos y jueces debaten qué hacer con las clases, Argentina afronta el embate de una segunda ola de COVID-19, y continúa con su campaña de vacunación iniciada a finales de diciembre último pero que ha avanzado más lento de lo previsto.
De acuerdo a los datos oficiales difundidos ayer lunes, hasta el momento se han aplicado 6.401.896 dosis. Un total de 5.593.520 personas recibió la primera dosis de la vacuna, mientras que 808.276 personas fueron inoculadas ya con la segunda dosis.
A través del mecanismo Covax de la ONU, Argentina recibió este domingo 864.000 dosis de la vacuna de Astrazeneca. Y ayer esperaban la llegada de otro lote de vacunas rusa Sputnik V. (AFP, EFE, La Nación)