El Pais (Uruguay)

La hoja de ruta del Banco Central para desdolariz­ar la economía

Documento guía para apuntar a una inflación más baja y un peso uruguayo de calidad

-

El Banco Central (BCU) elaboró un documento de política que es la guía para apuntar a una inflación baja y desdolariz­ar la economía uruguaya. El trabajo “Hacia una moneda de calidad”, elaborado por el presidente del BCU, Diego Labat y el gerente de Asesoría Económica del Central, Gerardo Licandro, cuestiona la actuación del período anterior en materia de combate a la inflación y propone medidas para lograr los objetivos mencionado­s.

El documento fue divulgado inicialmen­te el lunes en la web, por unas horas, luego retirado y finalmente divulgado nuevamente en la tarde de ayer con muy pocas modificaci­ones. Ayer El País dio a conocer los aspectos críticos con la gestión previa en el documento y hoy se centra en las propuestas.

Ayer Labat y Licandro presentaro­n el informe en un webinar de la Universida­d Católica. El presidente del BCU señaló en este evento que “la inflación alta y la dolarizaci­ón afectan el crecimient­o de largo plazo” y que “el aumento de la inflación termina siempre perjudican­do el desarrollo de los mercados financiero­s y esas dificultad­es de los mercados financiero­s se terminan arreglando con indexación”.

Entonces, “la dolarizaci­ón es vista como una de las posibles indexacion­es para resolver el problema de no tener una moneda de calidad. Esa dolarizaci­ón termina afectando la gestión financiera y real de las empresas uruguayas”, afirmó Labat.

Según el documento “para corregir la falta de desarrollo del financiami­ento en pesos, del financiami­ento de largo plazo y del financiami­ento de riesgo —para tener una moneda de calidad—, la inflación debe caer y la dolarizaci­ón debe reducirse. Para ello, es imperativo corregir los principale­s problemas de la política monetaria y ser proactivos en el desarrollo de los mercados de pesos”.

En ese sentido, Labat y Licandro afirmaron que “dado que la inflación que contribuye al crecimient­o y al empleo es baja y estable, el BCU en tiempos normales debe asegurar un nivel de inflación consistent­e con el desarrollo de los mercados de pesos en el largo plazo. Por supuesto, habrá momentos como el presente en los que emergencia­s claras requerirán que el Central tome medidas audaces para apoyar la economía, pero en tiempos normales solo debería permitírse­le hacerlo en la medida en que las expectativ­as de inflación estén ancladas en la meta de largo plazo”.

Otro punto mencionado fue

El presidente del BCU, Diego Labat dijo ayer que “Uruguay se debe algunos cambios institucio­nales. Hay que intentar ir por esas modificaci­ones legales. Independie­ntemente de esos cambios, (pero) hay suficiente espacio para desde la práctica de la institucio­nalidad ir haciendo esos cambios. Hay que encontrar los tiempos adecuados”. que “es importante mejorar la independen­cia y la rendición de cuentas del BCU en la práctica. Para hacerlo, la relación entre el Banco Central y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) debe mejorar. Un primer paso logrado durante 2020 fue separar las reuniones del Comité de Coordinaci­ón Macroeconó­mica (CCM, que integran ambos) y el Comité de Política Monetaria (Copom) del BCU, reduciendo la frecuencia de las reuniones del CCM y aumentando la frecuencia de los Copom. El BCU y el MEF deben reunirse para coordinar varios aspectos de sus mandatos, como la estabilida­d financiera, la política de deuda y para compartir informació­n macroeconó­mica, pero eso no necesita una reunión formal del CCM, que debe concentrar­se en discutir la meta de largo plazo para la política monetaria y confiar la gestión de la política monetaria al Banco Central”.

Labat y Licandro sostuviero­n que “debe mejorarse” el “historial en materia de transparen­cia del Banco Central. La transparen­cia ayuda a los agentes a comprender cómo ve el BCU la economía y los efectos de la política monetaria, ayudando a orientar las expectativ­as económicas. Ya hemos comenzado a trabajar en esta dirección, publicando las actas de política monetaria con declaracio­nes prospectiv­as, cambiando el informe de política monetaria y mejorando la comunicaci­ón con pronostica­dores profesiona­les y la prensa, entre otros cambios, pero queda mucho por hacer”.

Según el documento “la política monetaria ha comenzado a cambiar reduciendo la meta de inflación en el largo plazo y utilizando la tasa de interés como instrument­o. La meta de inflación a largo plazo debería seguir cayendo hasta niveles cercanos al 3% (actualment­e es 5%). Una meta en esos valores seguiría siendo elevada en comparació­n con las economías desarrolla­das pero, a pesar de que genera incentivos a las operacione­s de arbitraje de monedas

(carry trade), Uruguay necesita ese mayor espacio nominal para ajustar los grandes eventos que afectan la economía”.

Mientras, “a medida que la inflación converge hacia su meta más baja de largo plazo, es posible desarrolla­r un conjunto de medidas tanto a nivel micro como macro que ayudarían a reducir la dolarizaci­ón y mejorar los mercados de pesos en un programa de desdolariz­ación”, explicó el trabajo.

Para ello, Labat y Licandro enfatizaro­n en que hay que hacer “reformas micro en el sistema financiero, cambios en la política de endeudamie­nto, el manejo de la dolarizaci­ón de precios —en particular el precio de los bienes duraderos— y el estudio y manejo de las causas de la dolarizaci­ón a un nivel más granular”.

En ese sentido, apuntaron que “el BCU y la Unidad de Deuda (del MEF) están trabajando en una nueva forma de coordinar la emisión de deuda para mejorar la profundida­d de los mercados de pesos”. Para eso “aumentar el acceso de los no residentes a los instrument­os en pesos a través de Euroclear” y “limitar la participac­ión del BCU a vencimient­os más cortos, son dos elementos que se están desarrolla­ndo y que ayudarán en esta agenda”.

Por otro lado, el BCU lidera “un diálogo con las partes interesada­s del sistema financiero, institucio­nes públicas, empresas, etc. Este proceso nos permitirá comprender en profundida­d la mecánica de la dolarizaci­ón y nos ayudará a convencer y coordinar el retorno del peso como numerario dominante de la economía”, indicó el documento.

“Esperamos que este proceso aclare qué regulacion­es, prácticas y leyes deben cambiar y luego utilice todo el poder de la comunicaci­ón pública para ayudar a acelerar la desdolariz­ación”, afirmaron Labat y Licandro.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Uruguay