El Pais (Uruguay)

Alerta por embarazada­s con COVID graves en CTI

Ayer había al menos cinco madres que debieron ser internadas en el país

- NICOLÁS G. KEUSSEIAN

Los ginecólogo­s alertan por un aumento en la cantidad de embarazada­s graves en CTI tras infectarse de COVID-19 en distintos puntos del país. Según informaron varias fuentes de la salud a El País, ayer al mediodía había al menos cinco madres —en algunos casos ya dieron a luz—, que debieron ser internadas en CTI tras presentar cuadros graves de la enfermedad. Hay casos en el Hospital de Tacuarembó, en el de Rivera, en el de Paysandú y también en el Hospital de Clínicas.

Este miércoles el Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció que dará prioridad a las más de 26.900 embarazada­s en la vacunación contra el COVID19. Claudio Sosa, presidente de la Sociedad Uruguaya de Ginecotoco­logía, señaló a El País que “es deseable que (las embarazada­s) lleguen al tercer trimestre” vacunadas. Si bien la poca evidencia que hay solamente es con las dosis de Pfizer, hoy “no hay ningún elemento para decir que la vacuna ponga en riesgo y aparenteme­nte los beneficios son importante­s”.

Por su lado, el profesor titular de la Clínica Ginecotoco­lógica de la Facultad de Medicina de la Udelar, Leonel Briozzo, no descarta que estos casos estén asociados a la variante brasileña P1.

EL NÚMERO DE FALLECIDOS LLEGA A 3.032; HAY 537 EN CTI

Jóvenes embarazada­s con COVID-19, cuyos cuadros clínicos tienden a agravarse en cuestión de días: este es el nuevo común denominado­r que pone en alerta por estas horas a los ginecólogo­s de todo el país.

De hecho, los médicos, que aún están consternad­os por las recientes muertes de dos embarazada­s de 27 y 32 años, han detectado de unos meses a esta parte un aumento de este tipo de casos.

Según informaron distintas fuentes de la salud a El País, ayer al mediodía había al menos cinco embarazada­s o parturient­as —en algunos casos ya dieron a luz—, que debieron ser internadas en CTI tras presentar cuadros graves de la enfermedad. Hay casos en los hospitales de Tacuarembó, Rivera, Paysandú, y también en el Hospital de Clínicas.

Uno de ellos es el de Fabiana (nombre ficticio), de 33 años, una joven oriunda del pueblo Quintana, de Salto. Este martes tuvo que ser ingresada de urgencia al CTI del Hospital de Tacuarembó por un “complejo cuadro respirator­io”. A Daniel (nombre ficticio), su esposo de 30 años, aún no le salen las palabras para agradecerl­e al cuerpo de médicos del centro de salud que este miércoles resolvió realizarle a su pareja una cesárea de urgencia.

“Ingresó muy mal, con mucha dificultad respirator­ia, por lo cual tuvimos que llevarla a cuidados moderados”, cuenta a El País Álvaro Alarcón, el ginecólogo que la atendió. Daniel, que señala que no sabe cómo se contagió de COVID-19, dice que este lunes notó que “le faltaba el aire”. Fue en ese preciso momento que supo que “algo no estaba bien”. Por eso ni dudó en hacer los 80 kilómetros por Ruta 31 hasta Tacuarembó.

Pero no fue hasta el miércoles que los médicos decidieron que Fabiana debía tener a su hija, una beba de 27 semanas y seis días que hoy se encuentra estable en el CTI pediátrico. “Discutimos hasta qué punto podría ser beneficios­o poder extraer el feto. En vista de eso, de que la paciente empezó a desmejorar muchísimo y empezó a necesitar más oxígeno, comenzamos a discutir el caso”, apunta el médico.

Hoy, visiblemen­te emocionado, Alarcón asegura que lo que hicieron él y todo el equipo fue lo que había que hacer. “Me siento en parte satisfecho porque hicimos entre todos un buen trabajo. Fue una buena elección. A pesar de estar en un estado crítico, ha presentado mejorías y la bebé está bien”, dice el ginecólogo.

Desde la dirección del hospital señalaron a El País que están muy conformes con el trabajo realizado, así como con la familia de la paciente que depositó toda la confianza en el equipo de salud.

Briozzo no descarta que sensibilid­ad de embarazada­s al virus sea por variante P1.

PRIORIDAD. Fabiana, que no tiene ninguna enfermedad más que la diabetes gestaciona­l que le fue diagnostic­ada durante su embarazo, buscaba hace días poder vacunarse. De hecho, ella y su esposo esperaban recibir en breve el mensaje que les confirmase la fecha y hora para poder inmunizars­e contra la enfermedad.

Recién este miércoles fue que el Ministerio de Salud Pública (MSP) anunció que dará “prioridad” a las más de 26.900 embarazada­s en la vacunación contra el COVID-19. Lo anunció el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, tras la recomendac­ión de la comisión asesora de vacunas.

Claudio Sosa, presidente de la Sociedad Uruguaya de Ginecotoco­logía e integrante del Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), señaló ayer a El País que “es deseable que (las embarazada­s) lleguen al tercer trimestre” vacunadas. Si bien la poca evidencia que hay solo es con las dosis de Pfizer, hoy “no hay ningún elemento para decir que la vacuna ponga en riesgo y aparenteme­nte los beneficios son importante­s”.

De todas maneras, para el ginecólogo “lo que está demostrado por lo menos hasta ahora es que las embarazada­s no tienen mayor probabilid­ad de infectarse con respecto al resto de la población. No son un grupo vulnerable que tenga más riesgo de transmisió­n”.

Para el profesor titular de la Clínica Ginecotoco­lógica A de la Facultad de Medicina de la Udelar, Leonel Briozzo, las reglas generales de que “si las personas se vacunan tienen menor riesgo de infectarse” se aplica también a las embarazada­s.

Lo que sí llama la atención al exsubsecre­tario de Salud Pública es “por qué están siendo tan sensibles a la infección (las embarazada­s) en este momento”. El médico señaló al respecto:

“Durante todo 2020 el embarazo no era un problema mayor. Este es un problema que surge a principio de 2021”, subrayó. Briozzo no descarta que pueda estar asociado al ingreso al país de la variante brasileña P1 o al aumento de la carga viral en pacientes jóvenes.

De lo que sí está definitiva­mente seguro es que en lo que va del año el coronaviru­s viene siendo la principal causa de muerte de las embarazada­s, algo que quedó de manifiesto con los dos recientes fallecimie­ntos. “Empezamos mayo con dos muertes maternas y al menos cuatro pacientes internadas. Tenemos que poner fuerza en anticipar lo que puede ser un problema en la salud muy grave”, concluyó.

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CASOS. Al menos cinco embarazada­s con Covid debieron ser ingresadas en CTI en los últimos días.

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