El Pais (Uruguay)

Vehículos eléctricos: ¿qué expectativ­a hay en Uruguay?

Crece el interés por los utiliarios y proyectan suba de la comerciali­zación

- PAMELA DÍAZ

En las calles uruguayas predominan los vehículos a combustión, y los eléctricos son la excepción a la regla. La cantidad de vehículos que se alimentan de energía eléctrica ha crecido de a poco, al mismo tiempo que el gobierno ha implementa­do medidas de promoción.

Saber qué va a pasar es complejo. Fernando Schaich, director de SEG Ingeniería, cree hay un crecimient­o en 2020 y 2021 y, a partir de 2023, el aumento será “bastante exponencia­l”.

La demanda de vehículos “es creciente”, sobre todo en los utilitario­s, contó Matías Fernández, director de Ruffino Group. Desde que comenzaron a comerciali­zar eléctricos en 2015, vieron un interés, “pero ahora la gente se anima más” porque hubo una evolución tecnológic­a.

Algo similar ve el director de Abriley S.A., Isaac Attie. Cree que “la sociedad está cada vez más cercana a la movilidad eléctrica porque lo ve como algo más real”. Por ejemplo, hablarle del tema a una empresa de logística que distribuye pedidos de supermerca­dos ahora le entusiasma pero, cuando empezaron, capaz “era algo muy extraño para sus oídos”.

El gerente de Marketplac­e Vehículos de Mercado Libre Uruguay, Jonathan Szwarcman, explicó que el interés de parte de la población por los autos eléctricos e híbridos crece meses a mes, de acuerdo con los datos del sitio (ver aparte). No obstante, ve que la oferta aún no acompaña esa demanda.

La demanda de vehículos eléctricos e híbridos aumentó un 79% en mayo de 2021 en comparació­n al mismo periodo de 2020. Algo diferente pasó con los vehículos a nafta, que aumentó un 2%, y los que son a diésel, que bajó 6%.

Ahora, ¿qué pasó con la oferta? La de vehículos eléctricos e híbridos creció 40% en mayo en relación al mismo mes de 2020. En el caso de los nafteros subió 5% y los que son a diésel cayó 5%.

La mayor parte de las ventas de vehículos eléctricos en los próximos 12 meses van a ser de utilitario­s, opinó Schaich. ¿A qué se debe? Las empresas pueden recibir exoneracio­nes a través de la Comisión de Aplicación de la Ley de Inversione­s (Comap). Hubo una búsqueda de los últimos gobiernos para que las compañías pasaran a tener flotas eléctricas, agregó.

Brian Lempert, director de Fiancar, explicó que la ampliación de beneficios de la Comap en 2020 dio un “impulso al mercado de vehículos eléctricos”. Con esas nuevas disposicio­nes notaron un incremento en la venta de utilitario­s.

PANDEMIA.

El COVID-19 impactó en varios sectores y no le fue ajeno al sector de los eléctricos. Uno de los fuertes de Abriley S.A es el transporte público que, por la pandemia, sufrió un impacto. De todos modos, realizaron un “proceso de introducci­ón” de la flota de ómnibus que “se había acordado en 2019”, contó Attie.

Otro punto fuerte es el transporte vinculado a la logística y la mercadería. En 2020 creció la venta y seguirá en aumento, dijo su director.

En cuanto a la importació­n de vehículos, están con un “plan agresivo de desarrollo de líneas de productos” y complement­ación de las actuales, en especial en lo relacionad­o al transporte relacionad­o a la logística y mercadería.

Por su parte, Santiago Güelfi, director de Sadar S.A., dijo que colocaron 45 unidades en 2020 y el objetivo para 2021 es comerciali­zar 300. Además, dentro de los planes está aumentar la oferta de modelos.

Por su parte, Fernández contó que la empresa venía con una buena venta desde que comenzaron en 2015, pero la pandemia les “frenó el stock”. Recién ahora están “pudiendo reponer” y se encuentran “tomando pedidos”. Además, explicó que trabajar con “stocks amplios no es bueno” porque tenerlos “parados” afecta la vida útil de las baterías de los vehículos.

BARRERAS.

El costo inicial de un vehículo eléctrico es mayor al de uno a combustión. “Esa es la primera barrera”, dijo Schaich. Sin embargo, no es la única. Hay una psicológic­a de que se necesita tener fácil acceso a cargadores en la vía pública. Sin ellos, “los usuarios no se animan a comprar”. Al mismo tiempo, si no hay un gran parque de autos eléctricos, las ciudades no los colocan porque no lo ven como una necesidad. Es un círculo vicioso a romper”, comentó.

¿Qué han hecho en otros países? En Francia y Alemania en algunos lugares se colocaron cargadores aunque nadie los use, lo que generó una venta de vehículos, contó.

Lempert también habló sobre las barreras. “Hay un par de ‘miedos’ que tiene la gente” a no saber dónde lo va a poder cargar o si hay repuestos. “Todo esto está bastante resuelto en Uruguay”. Además, señaló que Montevideo tiene la ventaja de que es una ciudad de pocos kilómetros. Entonces, la autonomía de un vehículo alcanza para recorrer la distancia promedio diaria.

Hay otros dos factores que afectan al mercado. Uno son los costos de los vehículos a nivel internacio­nal que, aunque van “mejorando”, se trata de un proceso lento. El otro es la política fiscal en el país: cuantos más incentivos y beneficios haya para que la compra de un vehículo eléctrico sea igual de atractivo que uno a combustión desde el punto de vista económico, más mercado va a haber.

El precio es aún una barrera de acceso para ese segmento, afirmó Szwarcman.

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ESTIMACIÓN. La mayor parte de la venta de vehículos eléctricos en los próximos doce meses va a ser de utilitario­s, opinó Fernando Schaich.

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