Pfizer y Moderna, hasta tres años de protección en adultos
La efectividad baja en casos moderados y en mayores de 75 años
Las vacunas anticovid desarrolladas con la nueva tecnología del ARN mensajero (actualmente las producidas por Moderna y Pfizer-biontech) pueden evitar durante tres años que un adulto sufra casos graves de COVID-19, según un estudio realizado por científicos suizos.
La investigación, publicada ayer viernes por el Grupo Científico de Trabajo contra el COVID-19 dependiente del Gobierno de Suiza, reduce sin embargo a 16 meses la posible inmunidad de estas vacunados ante formas moderadas de la enfermedad.
Según los científicos suizos, las vacunas de Moderna y Pfizer-biontech (únicas que por ahora se administran en este país) crean una respuesta en forma de anticuerpos entre dos y cuatro veces mayor que aquella que presentan quienes han superado la enfermedad, lo que supone una protección más duradera.
El estudio matiza que la duración de esta protección podría disminuir entre personas mayores de 75 años y la reducen a entre 15 y 24 meses contra formas graves de COVID-19 y de 7 a 10 meses para versiones moderadas.
MEZCLA DE VACUNAS.
Aunque reconoce que los resultados preliminares de varios estudios clínicos señalan que la combinación de dos vacunas diferentes es “segura y eficaz”, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) subrayó ayer viernes a EFE que aún “no está en condiciones de hacer recomendaciones definitivas” sobre esta posibilidad.
Una fuente de la agencia, con sede en Ámsterdam, explicó que la EMA es “consciente” de que las campañas de vacunación de varios países europeos optan por administrar una segunda dosis de una vacuna diferente a la usada en la primera, lo que se conoce como “vacunación heteróloga” y que “se ha aplicado históricamente para otras vacunas”.
A modo de ejemplo, señaló el uso de vacunas antipoliomielíticas orales e inactivadas en algunos países europeos durante la década de los ochenta, y recordó que la EMA aprobó recientemente las vacunas contra el ébola de Zabdeno y Mvabea, que se utilizan para la primera y segunda dosis de una pauta, respectivamente.