Vuelven fiestas y espectáculos públicos
Se autorizó la vuelta de los espectáculos, las fiestas y el deporte amateur
A partir de la baja sostenida durante las últimas semanas de los principales indicadores sanitarios, el gobierno decidió ayer volver a abrir algunos sectores que hasta el momento estaban sin funcionar debido a la crisis del COVID-19.
El decreto, firmado por todos los ministros, habilitó los espectáculos públicos, las fiestas y los eventos sociales a partir del lunes 5 de julio.
Por su parte, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, dijo a El País que “el concepto” que quiere transmitir el gobierno es que “se mantienen las medidas con algunas aperturas y se flexibilizan algunas áreas que venían desde hace 14 meses cerradas”. Delgado subrayó: “Vamos a ser muy estrictos con el tema de protocolos y el tema aforos”.
Con la apertura de varias “perillas”, las medidas más significativas que el gobierno seguirá implementando en función de la situación sanitaria son el teletrabajo en las oficinas públicas y el cierre de fronteras, además del uso de tapabocas en espacios públicos y cerrados.
“Más que el inicio del fin de la pandemia, esto sí es empezar a pensar en la etapa siguiente priorizando por encima de todo lo sanitario, algo que vale recalcar. Estamos más cerca de la orilla, la idea es llegar mejor”, manifestó el secretario presidencial.
Delgado: “Vamos a ser estrictos con los aforos y los protocolos”
Ante la clara tendencia a la baja de los principales indicadores sanitarios, sostenida en las últimas semanas, el gobierno decidió ayer volver a abrir algunos sectores que hasta el momento no funcionaban como forma de contener el avance del COVID-19.
El decreto, firmado por todos los ministros, habilitó los espectáculos públicos, las fiestas y los eventos sociales a partir del lunes 5 de julio.
Además, se autorizó la vuelta de las salas de cine de todo el país para la misma fecha, con la excepción de Montevideo, Canelones y Maldonado, donde se abrirán a partir del 15 de julio, una vez que hayan terminado las vacaciones de invierno. También se anunció la vuelta de las competencias en las ligas de deporte amateur.
Por su parte, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, dijo a El País que “el concepto” que quiere transmitir el gobierno es que “se mantienen las medidas con algunas aperturas y se flexibilizan algunas áreas que venían desde hace 14 meses cerradas”. Delgado subrayó: “Vamos a ser muy estrictos con el tema de protocolos y el tema aforos”.
Todas las aperturas incluyen el cumplimiento de los protocolos ya autorizados por el Ministerio de Salud Pública (MSP). Además, Delgado aclaró que las nuevas medidas “se van a monitorear con atención” en su totalidad y dependerán de la evolución de la situación epidemiológica general.
Con la apertura de varias “perillas”, las medidas más significativas que el gobierno seguirá implementando en función de la situación sanitaria son el teletrabajo en las oficinas públicas y el cierre de fronteras, además de la exhortación al uso de tapabocas en espacios públicos y cerrados.
PRINCIPIO DEL FIN.
“Más que el inicio del fin de la pandemia, esto sí es empezar a pensar en la etapa siguiente priorizando por encima de todo a lo sanitario, algo que vale recalcar. Estamos más cerca de la orilla; la idea es llegar mejor”, dijo Delgado. El gobierno decidió implementar las medidas a partir del lunes siguiente para así “esperar unos días más” y que se “confirme la tendencia” que ya se está viendo en los números de la pandemia.
Esa tendencia de la que habla Delgado es la que se ve desde el comienzo de junio en la cantidad de casos diarios, los fallecidos y los ingresos a cuidados intensivos a causa de la enfermedad.
Ayer, por ejemplo, se produjeron 1.614 contagios en el día, una cifra que no se veía desde los últimos días de marzo, cuando la situación comenzó a escalar de manera exponencial. Esto, según los especialistas, está íntimamente relacionado a los porcentajes de vacunación que tiene Uruguay y el efecto que ya están teniendo los más de dos millones de dosis administrados.
Los contagios se despegaron del aumento de la movilidad y comenzaron a descender durante los primeros 10 días de junio. Antes se dio una baja en la cantidad de pacientes ingresados a CTI a partir del 2 de junio. En comparación con esa fecha, al día de hoy hay 250 camas menos ocupadas por pacientes con COVID-19 en todo el país, según los datos de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI).
El tan esperado “efecto vacuna” llegó a Uruguay un poco más tarde de lo previsto. Las causas están vinculadas a la llegada de la variante P1, con características diferentes a la cepa original del virus en lo que refiere a la transmisibilidad y al aumento de la movilidad. El impacto se vio en mayo, mes en el que originalmente se esperaba notar el desacople. Esto, sumado a las medidas tomadas ayer por las autoridades, plantea una interrogante para la situación sanitaria uruguaya: ¿qué puede suceder con estas actividades que van a regresar, en caso de que se detecte la presencia de la variante Delta en Uruguay?
Según supo El País, las tres muestras “sospechosas” de contener la variante india que analizó el Instituto Pasteur en los últimos días tuvo un resultado negativo. Así lo confirmó el ministro Salinas después de reunirse con autoridades del laboratorio.
En este sentido, a pesar de que la variante no ha sido encontrada en Uruguay, los científicos dicen que su llegada es “inminente”. Sin embargo, Salinas dijo que hoy la variante encontraría al país en una situación sanitaria “mejor” en comparación con el momento en el que ingresó la P1, justamente debido a los porcentajes de vacunación que presenta la población uruguaya.
Ayer, en conferencia de prensa, Salinas y Delgado dejaron claro que el gobierno tiene como objetivo tener al 50% de la población inmunizada con ambas dosis de la vacuna contra el COVID-19 para el 1° de julio. Al día de ayer, el 43,6% de los uruguayos contaba con las dos dosis de la vacuna y el 62,1% había recibido al menos la primera.
“Estamos más cerca de la orilla”, dijo Delgado ante cifras.