Bolsonaro sufre una obstrucción intestinal
El presidente brasileño sufría una crisis persistente de hipo y le diagnosticaron una obstrucción intestinal
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, está internado en un hospital de San Pablo, donde anoche los médicos decidieron que por ahora no será sometido a una cirugía por una obstrucción intestinal.
Bolsonaro, de 66 años, primero fue ingresado en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia con dolores abdominales y después de haber sufrido reiteradas crisis de hipo.
Los médicos del Hospital Vila Nova Star informaron anoche que Bolsonaro se encuentra en un “tratamiento clínico conservador”. En la práctica, esto significa que no será operado en este momento.
Los especialistas del sistema digestivo a menudo utilizan esta expresión para referirse a un tratamiento con una sonda nasogástrica. Si el tratamiento no es suficiente para resolver la obstrucción intestinal, es posible que se someta a una cirugía.
Según el ministro de Comunicaciones, Fabio Faria, la obstrucción instestinal sería consecuencia del atentado que sufrió en 2018, en medio de la campaña electoral, cuando fue acuchillado en el abdomen por una persona.
El traslado a San Pablo lo dispuso el cirujano Antonio Luiz de Macedo, quien operó al presidente en 2018.
El hijo mayor del presidente, el senador Flávio Bolsonaro, dijo que habló con el médico, quien le informó que la familia puede estar tranquila y que no es nada más grave. El senador dijo que el presidente debe pasar tres días de observación en el hospital de San Pablo para ver si será necesario un procedimiento quirúrgico.
“De lo que soy consciente es de un pequeño bloqueo en su intestino. También era necesario sacar una pequeña cantidad de líquido del estómago, quizás esa sería la razón por la que tosía tanto y tenía tanto hipo. La información médica que tengo es que todo está bajo control, el presidente está bien. Es solo una precaución para seguir más de cerca”, dijo Flávio.
Antes de llegar a San Pablo, el mandatario manifestó en su perfil oficial de Twitter que afronta “un desafío más” como consecuencia de ese ataque, que tildó de “atentado cruel”.
Bolsonaro, que acompañó su mensaje con una fotografía en la que aparece en una cama de hospital, sin camisa y con electrodos, aseguró que “Dios” le dio entonces una “nueva oportunidad” para “finalmente poner a Brasil en el camino de la prosperidad”.
Desde el jueves de la semana pasada, cuando realizó su habitual programa en vivo a través de las redes sociales, Bolsonaro evidenció el hipo que lo aquejaba.
“Gente, estoy sin voz. Si empiezo a hablar mucho, vuelve la crisis de hipo... ya volvió”, afirmó el martes, con aspecto cansado, ante un grupo de simpatizantes frente al palacio de Alvorada, su residencia oficial en Brasilia.
En septiembre del año pasado, el presidente brasileño pasó por una cirugía en San Pablo para extraerle un cálculo renal.
En los tres últimos años, ha sido sometido a cinco operaciones, cuatro de ellas como consecuencia del atentado que sufrió en 2018.
Bolsonaro fue acuchillado mientras era llevado a hombros por una multitud en un mitin electoral en la localidad de Juiz de Fora, en el estado de Minas Gerais. El agresor fue detenido inmediatamente, pero fue declarado inimputable debido a sus problemas mentales.
En julio pasado, Bolsonaro contrajo COVID-19 y estuvo veinte días aislado en el Palacio de la Alvorada.