MSP pidió ayuda para clasificar las muertes
Una neumonía por COVID-19 determinó la muerte de un paciente. Así figura en el certificado de defunción. Pero ese mismo documento reporta que el paciente atravesaba un cáncer de pulmón. ¿Cuál fue la causa de muerte: el cáncer o la infección por el coronavirus? La pandemia supuso un desafío que el Ministerio de Salud Pública intentó resolver con la creación de un grupo de expertos que, como si fuera un ateneo médico, dirime la causa de muerte de los casos dudosos. Mientras había pocas muertes, las dudas no eran tantas y el trabajo era manejable. Pero el exceso de muertes del primer semestre obligó a que las autoridades sanitarias recurrieran a Guido Berro, el médico forense de mayor prestigio en el país.
“Las estadísticas y causas de muertes sin autopsias son probabilidades, pero no certezas”, dijo Berro en su primer encuentro con las autoridades. Pero el volumen de fallecidos era tal —más allá de discusiones éticas, burocrática y económicas que significa realización de cientos de autopsias— que le fue encomendada la tarea de revisar la clasificación. Entre todos los muertos que tenían un resultado positivo de COVID19, “hay un grupo de personas, el más numeroso, cuya causa de muerte fue esa enfermedad: insuficiencia respiratoria, neumonitis viral, el síndrome inflamatorio multisistémico por Covid...”, explicó el forense. Otro grupo “tenía otra clara causa de muerte que explica el desenlace fatal: un accidentado grave, un cáncer terminal, un ACV”. Pero “hay otro grupo, más pequeño, cuya causa sigue generando dudas y ahí se decide su pase al comité”. Entre el 18 y 20 de junio, ni bien daba inicio su asesoramiento, Berro notó que, de 119 casos a estudio, 99 eran muertos claramente por COVID-19. Había un caso que notoriamente no era. De siete no existían datos en ese momento y 12 debían pasar a investigación.