Vacunación obligatoria, el debate alrededor del globo
EE.UU. la exigirá a los funcionarios, y evalúa hacerlo a toda la población
En todo el mundo la aparición de la variante Delta ha obligado a tomar nuevas medidas contra la expansión de la pandemia de coronavirus, al tiempo que cada vez más estar o no vacunado hace la diferencia entre los que están volviendo a la normalidad y los que todavía padecen restricciones.
Esto quedó específicamente reflejado ayer jueves en Estados Unidos, al anunciar el presidente Joe Biden que exigirá a los funcionarios del gobierno federal que se vacunen o cumplan una serie de restricciones. Además, Biden no descartó la posibilidad de que el Gobierno federal pueda ordenar la vacunación contra el COVID-19 a todos los estadounidenses y admitió que la Casa Blanca está haciendo consultas al respecto.
En declaraciones a los periodistas tras dar un discurso en el que explicó las nuevas medidas sobre vacunación, Biden reconoció que le gustaría que los estados, las empresas privadas o los colegios siguieran en la línea de hacer obligatoria la vacunación. “Me gustaría ver que se mueven en esa dirección”, dijo.
Biden pedirá a los gobiernos estatales y locales que ofrezcan 100 dólares como incentivo para que los rezagados se vacunen.
Es la primera vez que Biden sugiere la posibilidad de que la vacunación acabe siendo obligatoria, en un momento en el que el país ha sufrido una escalada de contagios por culpa de la variante Delta.
La Casa Blanca anunció ayer jueves que obligará a los más de 4 millones de funcionarios del Gobierno a mostrar una prueba de vacunación contra el covid si no quieren someterse a test de forma regular. El estado de California y la ciudad de Nueva York ya dispusieron la vacunación obligatoria para sus funcionarios.
La ciudad de Nueva York anunció este lunes que a partir de mediados de septiembre requerirá a todos los empleados municipales que se vacunen o que se sometan a pruebas semanales del virus. Son los 340.000 empleados que tiene el Ayuntamiento, una cifra que incluye a funcionarios de todos los ámbitos, maestros o policías.
DEBATE GLOBAL. Obligar o no a vacunarse es un debate que se está dando en todo el mundo, en especial a partir de la aparición de la variante Delta.
Varios países europeos han optado o están considerando la vacunación obligatoria, al menos para empleados sanitarios, profesores u otros que trabajan con el público.
En Europa varios países analizan si la hacen obligatoria; algunos ya lo hicieron en sectores claves, como la salud y residenciales.
La vacunación obligatoria ha encendido las protestas en algunos países europeos (Francia y Grecia) y en otros (Alemania) existe el debate legal sobre si esta obligatoriedad vulnera derechos fundamentales. Pero en general, la medida se descarta en los países en los que las campañas de vacunación funcionan (Portugal y Bélgica).
El Reino Unido quiere obligar a vacunarse a los trabajadores
de residencias de ancianos a partir de octubre, y estudia extender esa obligación a otros trabajadores del sector sanitario.
En cambio, la polémica estalló cuando se publicó en la prensa que la obligatoriedad podría extenderse a los estudiantes si quieren asistir a clases presenciales en las universidades.
En Francia, el Gobierno decidió dar un nuevo impulso a la vacunación tras ver cómo las cifras se estancaban: el proyecto de ley que debe ser promulgado en los próximos días contempla la obligación de la vacuna en el sector sanitario y profesionales que trabajan en contacto
con personas vulnerables.
Esto afecta a todo el personal de salud pública o privada, pero también personal de residencias de ancianos y discapacitados, centros de información, bomberos, psicólogos, osteópatas, pilotos, militares de seguridad civil y ayudantes de ancianos, entre otros, que deberán vacunarse antes del 15 de septiembre.
En Alemania tanto la canciller Angela Merkel como sus socios de gobierno socialdemócratas han descartado una vacunación obligatoria, mientras que desde el Ministerio de Justicia se ha advertido incluso que jurídicamente sería inviable. Sí se debate, en cambio, sobre
la posibilidad de dar más libertades a quienes tengan la pauta completa —hasta ahora, un 50,2% de la población— para motivar a vacunarse a los ciudadanos que aún no lo hicieron.
En España la vacunación sigue siendo voluntaria pero la opinión pública es partidaria de la inmunización por aplastante mayoría, y un 82,8% de los ciudadanos aún no vacunados están dispuestos a hacerlo, según una encuesta de abril del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Entre los sanitarios, el porcentaje de vacunación es técnicamente del 100% por ciento.
Grecia ha sido uno de los primeros países europeos en imponer la obligatoriedad de vacunarse. Lo ha hecho para los trabajadores de la salud y residenciales.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, ha excluido por el momento otros sectores, como las escuelas, pues la tasa de vacunación de los profesores alcanza el 70%. Sin embargo, el viceministro de Educación, Angelos Syrigos, ha adelantado que a las universidades solo tendrán acceso personas vacunadas o que hayan superado el covid.
En Bélgica, la Academia de Medicina ha recomendado la vacunación obligatoria para el personal sanitario. Sin embargo, el primer ministro, Alexander De Croo, la descartó la semana pasada porque “la campaña de vacunación está funcionando”. (AFP, EFE)