BOLSONARO DURO CON LA CORTE
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, redobló ayer jueves sus ataques a la Corte Suprema al afirmar que el alto tribunal “cometió un delito” al avalar las medidas sanitarias impuestas por los gobernadores y alcaldes para contener el COVID-19. “El Supremo, la verdad, cometió un delito al decir que alcaldes y gobernadores, de forma indiscriminada, podrían simplemente suprimir todos y cada uno de los derechos previstos en el artículo quinto de la Constitución”, dijo el mandatario a un grupo de seguidores, a las puertas de su residencia oficial en Brasilia. Bolsonaro respondió así a un video divulgado el miércoles en los canales oficiales del Supremo en el que la máxima corte desmintió que haya quitado poderes al jefe del Estado para combatir la crisis del coronavirus. Bolsonaro acostumbra decir que la máxima instancia judicial de Brasil le dio toda la potestad a las administraciones regionales y municipales para combatir la pandemia, impidiendo a su Gobierno actuar, en su caso, contra las medidas sanitarias. Sin embargo, el Supremo volvió a aclarar que en realidad decidió que las tres esferas del poder (federal, regional y municipal) tenían que trabajar juntas con medidas para “proteger a la población” del coronavirus. Bolsonaro manifestó, sin embargo, que el video del Supremo es una “fake news” y aseguró que el alto tribunal le impidió modificar algunas de las restricciones adoptadas en algunos estados.
“Cerraron templos religiosos, hicieron barbaridades autorizados por el Supremo”, opinó. Bolsonaro recurrió ante el Supremo algunas de esas restricciones, como el toque de queda nocturno impuesto temporalmente en algunas ciudades, aunque hasta el momento todas las apelaciones han sido rechazadas. El presidente arremetió igualmente contra algunos de los magistrados del Supremo por ser contrarios a la implementación del voto en papel como complemento al sistema electrónico, que, según él, fomenta “fraudes” electorales.