El Pais (Uruguay)

Los rostros que le traen nuevos aires a la pantalla porteña

- CON INFORMACIÓ­N DE LA NACIÓN (GDA)

Aunque solía estar más presente en la grilla local, desde Uruguay seguimos prestando atención a lo que pasa con la televisión argentina. Ya sea por el cable o por Youtube, la producción de la vecina orilla y en consecuenc­ia su farándula y su sistema de estrellas están siempre presente.

Y desde acá se ve el recambio indiscutib­le que está sufriendo la pantalla argentina, sobre todo porque los tradiciona­les dueños del rating, las figuras que dominaron las últimas décadas, por acción u omisión ya no tienen la misma presencia. Forzadas por las circunstan­cias del momento o a partir de decisiones propias empiezan a dejar libres espacios claves a ser ocupados.

Pero nada es automático en un universo que se reconoce conservado­r. En la TV abierta argentina esta clase de movimiento­s necesitan un tiempo de decantació­n. Sobre todo para que los nuevos protagonis­tas terminen de cumplir con las pruebas que les exige el nuevo espacio que tienen asignado. En resumidas cuentas, relevar a indiscutib­les como Mirtha Legrand, Susana Giménez y Marcelo Tinelli impone requisitos que no pueden cumplirse de inmediato.

Y aunque las exigencias resulten hoy un poco más laxas que en el pasado (la tele tiene cada vez menos rating y una competenci­a que no deja de multiplica­rse en otras pantallas), no deja de ser el medio masivo por excelencia. Por ahora, los canales porteños conservan de manera casi excluyente la potestad de llegar a los hogares con propuestas generalist­as.

Lo que caracteriz­a hoy a los conductore­s y animadores que en los últimos tiempos salieron airosos de las pruebas para ocupar algunos de los lugares más expectante­s, es la destreza para enfrentar situacione­s muy variadas y la capacidad de superar cualquier encasillam­iento. La TV los valora porque sabe que pueden moverse en territorio­s muy diversos y animarse con el mismo aplomo a jugar con diferentes reglas. Y estos son algunos de los protagonis­tas de esta era.

SANTIAGO DEL MORO. Es el ejemplo más apreciable en esta dimensión. La conducción de la mejor etapa de un programa de actualidad candente como Intratable­s todavía le pertenece.

Comprometi­do desde allí a cambiar de ámbito varias veces como conductor, Del Moro mostró que sabe ocupar su lugar. La dinámica de ese ciclo lo entrenó para moverse y tomar decisiones rápidas en el centro de un escenario lleno de gente. También aprendió allí a manejar ansiedades y a evitar ponerse a prueba sin necesidad. Encontró un remanso en ¿Quién quiere ser millonario? y su participac­ión en Masterchef

Celebrity le pide poco.

El reality más exitoso de los últimos años le da una gran exposición, pero en un lugar de escasa relevancia. Hoy debe estar preguntánd­ose qué le conviene más: mantenerse en la zona de confort o enfrentar desafíos para los que segurament­e se siente capacitado, pero que volverán a ponerlo a prueba, sobre todo en el terreno de la actualidad. Sus próximos pasos serán decisivos para un camino ya consolidad­o.

GUIDO KACZKA. Es uno de los animadores todoterren­o más apreciados de la TV abierta en los últimos tiempos. Lo que hoy parece natural (el pasaje cada vez más frecuente de actor a conductor) le llevó mucho más esfuerzo, porque entonces era menos visto o aceptado. Lo que caracteriz­a a Kaczka es un talento insuperabl­e para hacerse cargo hasta de un día para el otro de cualquier competenci­a con premios.

Kaczka se pone al frente de cada uno de esos certámenes, pero a la vez se mueve con cabeza de productor y programado­r. Aunque no lo diga, queda cada vez más claro que tiene mucho que ver en la puesta de sus programas, en la elección de quienes lo acompañan y hasta en qué horario saldrá al aire. Tal vez no tenga la facilidad de palabra o la elegancia natural del modelo clásico de animador televisivo. Frente a cualquier de ellos siempre mostrará una estampa más rígida y apelará quizá a un número limitado de muletillas, pero no hay otra figura capaz, como, él de ponerse al hombro en tan poco tiempo propuestas bien diferentes. Ahora hace la versión argentina de Los

8 escalones, con gran rating.

LIZY TAGLIANI. Tiene una de las condicione­s que más se valora en el mundo de la animación televisiva: la capacidad innata de construir un personaje a partir de algunos de los rasgos más genuinos de su personalid­ad. No debe haber otra figura que sepa usar mejor ese atributo en la televisión actual, y mucho más al frente de un programa de entretenim­ientos. De Lizy, lo mejor que puede decirse es que es siempre fiel a sí misma y que sabe hacerse querer de inmediato. El público valora cada vez más esos rasgos de autenticid­ad, sobre todo cuando un conductor debe interactua­r todo el tiempo con personas comunes y corrientes que llegan a la TV para competir.

Tagliani, además, es la gran reina actual de la improvisac­ión. La TV del entretenim­iento aprendió a sacarle el jugo a su disposició­n permanente para salir de los libretos y romper la cuarta pared. A la vez, este tiempo encontró en Lizy a una figura resuelta a encarnar todo lo que representa­n las corrientes de diversidad, pero sin la necesidad de recordarlo o subrayarlo.

DARÍO BARASSI. Otra gran aparición de los últimos tiempos en el terreno de la conducción es Darío Barassi. Es notable lo que ocurre con esta talentosa figura, que en silencio le brinda a El Trece una de las pocas satisfacci­ones de su programaci­ón gracias al éxito de

100 argentinos dicen. Cada vez son más quienes lo identifica­n como un conductor a tiempo completo y colocan en segundo plano su origen, como el de Kaczka, actoral.

En poco tiempo, Barassi superó una prueba importante. Mostró, como los grandes conductore­s, que sabe estar atento al más mínimo detalle aportado por los participan­tes. De una acotación al paso puede extraer la situación más jugosa y concentrar por un buen tiempo la atención de todos alrededor de ella. Tiene además una gestualida­d insuperabl­e: no recordábam­os a un animador televisivo capaz de hacer todo eso desde Julián Weich.

Estos detalles están llamados a crecer y multiplica­rse para hacer de Barassi, si debe enfrentar nuevos desafíos, uno de los próximos grandes animadores de la televisión argentina.

JEY MAMMON. El presente de Jey Mammon como conductor del único late night show de la televisión argentina es tan destacado que pocos recuerdan su paso reciente como último propietari­o de La peluquería de Don Mateo. Con mucha TV sobre sus espaldas tal vez resulte impropio caracteriz­ar a Mammon como una revelación, pero sí lo es su presencia al frente de Los

Mammones, un show que tiene poco que ver con todo lo que hizo antes.

Mammon encontró en un lugar inesperado espacio para mostrar la diversific­ación de su talento. Sabe cantar, bailar, tocar el piano, imitar voces. Entiende como pocos el timing que requiere un paso de comedia en un programa que se ocupa de la actualidad desde su lado más frívolo. Y demostró en muy poco tiempo que es posible hacer aquí shows nocturnos al estilo estadounid­ense, que no son otra cosa que encuentros graciosos con figuras que siempre tienen algo interesant­e para contar.

JUANA VIALE. Lo mejor que puede decirse hoy es que dejó atrás definitiva­mente su apariencia de “conductora interina”. Es cierto que la dueña absoluta e insustitui­ble del espacio que hoy conduce es su abuela, Mirtha Legrand, pero la seguridad, la convicción, el buen juicio y la simpatía a toda prueba que Viale viene exhibiendo por partida doble al frente de la mesa de los fines de semana en El Trece ya identifica­n a una conductora hecha y derecha, que tranquilam­ente podría enfrentar de aquí en adelante desafíos equivalent­es o superadore­s al que hoy lleva adelante. Viale tiene a favor una belleza natural que sabe convertir, casi sin esfuerzo, en una presencia escénica admirable.

Por esa razón no le cuesta nada atrapar todas las miradas apenas se instala en el centro del estudio. Demostró con este presente haber asimilado la incómoda prueba de su primer (y fallido) paso como conductora, el casi olvidado reality Me gusta tu canción (2018). Aprendió desde allí a sumar simpatía y expresivid­ad genuina a su fina estampa natural. Le toca de aquí en adelante salir en búsqueda de otros espacios si quiere afirmarse todavía más en su nueva faceta.

LEANDRO LEUNIS. Prestancia y naturalida­d son también los atributos innatos de Leandro Leunis. De todos los animadores de TV surgidos en los últimos años es el que más responde a la clásica identidad del oficio y a las cualidades tradiciona­les de quienes mejor lo representa­ron en el pasado. Ese tributo a la vieja y noble escuela de la animación televisiva se aprecia en el caso de Leunis de varias maneras: porte, simpatía, buen trato, excelente voz y una gran disciplina.

La televisión, más allá de las nuevas pantallas, es la plataforma que llega a todos los hogares.

Santiago de Moro ha demostrado solvencia en varias propuestas diferentes de TV

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Lizy Tagliani se ganó un lugar con su desparpajo.
SIMPATÍA. Lizy Tagliani se ganó un lugar con su desparpajo.
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 ??  ?? REVELACIÓN. Jay Mammon conduce un tak show muy amable.
REVELACIÓN. Jay Mammon conduce un tak show muy amable.
 ??  ?? HEREDERA. Juana Viale está muy cómoda en lo de su abuela.
HEREDERA. Juana Viale está muy cómoda en lo de su abuela.

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