A nosotros sí que nos va bien...

Es muy recurrente en mi familia escuchar decir que “a nosotros nos va muy bien”. En cada reunión después de algún cuento alguien siempre la menciona. Algún tiempo atrás Cacho, el preparador de los carneros de la cabaña, la dijo por primera vez. No se refería precisamente a premios tangibles o económicos recibidos, sino más bien a que como familia, como equipo, nos va bien. No existe una carrera universitaria ni máster o doctorado más eficiente que el ejemplo. El ejemplo del trabajo, de la perseverancia, de la unión y del compromiso.

De niños la gran -y prácticamente única- responsabilidad que teníamos cuando los mayores trabajaban en el campo era guardar a los carneros. Así le decíamos, pero la labor consistía básicamente en llevarlos a la cabaña cuando caía la noche pero, sobre todo, cuando venía la lluvia. Apenas veíamos unos nubarrones allá salíamos corriendo los 800 metros llanos a máxima velocidad (la adrenalina así nos lo hacía sentir, pero la realidad es que eran mucho menos) a la par de cualquier atleta olímpico para evitar que se moje la lana y mantener la calidad.

Esto es 100% trasladable a lo que se formó en Rurales, un equipo capacitado y con especialistas que le hacen justicia al campo y a sus productores.

Celebro la apuesta de avanzar en uno de los momentos más complicados del país, cuando eran más las de perder que las de ganar. Celebro que juguemos en las dos canchas, o como nos gusta decir: desde ambos lados del alambrado, con el absoluto convencimiento de que el país se salva con el agro o con él perece. También celebro el continuo apoyo y respaldo recibido. Celebro, y no es nada menor, que lleguemos a todos los rincones del territorio nacional. Celebro que sigan habiendo historias que contar y gente que quiera leerlas. Celebro y agradezco ser parte del continuo crecimiento, de los inventos que terminan siendo éxitos y de los fracasos que son aprendizajes.

Sin embargo, en este primer año no fuimos los únicos que avanzamos. También lo hicieron las mujeres rurales que han tomado lugares y ocupado espacios. Ejemplo de ello fue la noche del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Ese día marcó un antes y un después en la historia de la Federación Rural, cuando por primera vez se presentaron dos listas encabezadas por mujeres para pujar por la presidencia de la vieja institución. La lista oficialista tuvo como candidata a Soledad Arrarte, del departamento de Rocha; mientras que la 21 la representó Mónica Silva Etcheverriborda, quien finalmente logró la presidencia.

Las mujeres rurales experimentan importantes dificultades para el acceso y control de los principales factores de producción, como la tierra, financiamiento o asesoramiento técnico. Afortunadamente Uruguay también cuenta con una relevante participación de mujeres dentro del Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca, encabezada por la directora general Fernanda Maldonado, quien también es referente del Plan Nacional de Género Políticas Agropecuarias, un gran hito del gobierno.

Lo hicieron los tamberos, con una remisión de leche a planta que sigue aumentando y en el primer semestre estuvo 5% por encima del volumen que entró a la industria en igual período del año pasado, según los datos del Instituto Nacional de la Leche (Inale).

Lo hicieron los agricultores, que redoblaron la apuesta para los cultivos de invierno. En 2020 el área de invierno creció un 11% respecto a 2019, y en 2021 se estima un crecimiento de casi un 16% frente a 2020, esperando una superficie de 632.000 hectáreas: 85.000 hectáreas más que el año pasado.

Lo hicieron los arroceros, con un rendimiento récord de la cosecha 2020/2021 de 9.400 kilos por hectárea en un área total de 143.247 has, según informó la Asociación de Cultivadores de Arroz. Así, luego de varios años de una continua retracción en las áreas de siembra, producto de la obtención de márgenes reducidos, la tendencia parece haberse frenado.

Lo hicieron los ganaderos, con un mercado firme, demandante y con precios al alza, además de una muy favorable relación flaco-gordo. El precio por tonelada es uno de los más altos y muestra la valorización de la carne bovina uruguaya pese a la pandemia de Covid-19 y su afección en algunos mercados. Con un panorama exterior muy alentador, el ingreso promedio de exportaciones de carne bovina (Imex) fue de US$ 5.281 por tonelada (para la semana comprendida entre el 4 y el 10 julio), según destacó el Instituto Nacional de Carnes (INAC). En ese período se exportaron 4.263 toneladas por un monto de US$ 22.513 millones.

Lo hicieron también los cabañeros, los productores de genética, la base de la ganadería nacional. Recientemente informamos sobre dos eventos claves para la exportación de genética al mundo. Por un lado, Urugen enviará 5.000 dosis de Hereford (3.100), Holando (1.000) y Angus (900) rumbo a Uganda, África. Por otro lado, se concretó una venta de embriones Angus a la meca de la raza: Estados Unidos y Canadá. En este caso se trata de embriones de Biónica, la vaca Campeona Suprema de la raza Aberdeen Angus de San José del Yaguarí, en sociedad con Lingay SA y Milkland SA.

El avance del agro se da, entiendo, en el marco de un mundo que comienza a despertarse hambriento tras varios meses de un silencio generado por la pandemia de covid-19. Ayuda también, y mucho, el respaldo del gobierno, con autoridades que escuchan, comprenden y ejecutan medidas para cambiar realidades y revertir situaciones. Los productores siempre trabajaron al firme, con el viento a favor o en contra. Por eso, como diría Cacho: A nosotros sí que nos va bien.

En un año no fuimos los únicos que crecimos. Lo hicieron las mujeres rurales, los tamberos, los arroceros, los agricultores, los ganaderos y los cabañeros. A cada uno de ellos Rurales El País los celebra y acompaña.