LUIS BOVE: “PRODUCTOS DEL AGRO SEGUIRÁN CON UNA DEMANDA FIRME Y BUENOS VALORES”

Productor ganadero y cabañero de Tacuarembó.

1. Al sector agropecuario se lo ve firme y sólido. Esta favorable situación no se dio porque sí, es consecuencia de diversos factores que coincidieron en el tiempo. Es un momento de buenos valores internacionales para los productos agropecuarios, los cuales se potencian con políticas internas acertadas y adecuadas. Situaciones como la actual, que mucho bien le hace al sector y al país como un todo, requieren la atención y el cuidado de quienes en el ámbito agropecuario nos movemos. Son momentos que debemos vivir con cierta prudencia y ajustar detalles en nuestro sistema operativo: nuestro accionar debe continuar con la creación de nuevos emprendimientos, debemos continuar apoyando al sector y debemos tener presente que los momentos que nos esperan podrán tener diversa prosperidad.

2. No soy un economista, por lo tanto, no soy la persona indicada para responder consultas tan específicas. Pero hay un viejo dicho que indica: “el diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo”. En mi larga historia dentro del ámbito agropecuario ya he vivido momentos de rica bonanza los que, luego resultaron pasajeros en el tiempo. No obstante, hoy en día, hay una valorización de los productos agropecuarios que responde a cambios en el modo de vida y de alimentación de gran parte de la población mundial. Esto nos lleva a pensar que existen factores que han de permanecer apuntalando la producción de alimentos. Podrá haber futuras oscilaciones de mercado, pero creo que la tendencia firme es que los productos provenientes del agro continuaran con una demanda sostenida y con precios jerarquizados.

3. El Mercosur se fundó en el año 1991, los resultados están a la vista de todo el mundo. Vivimos un momento en que es conveniente y necesario replantarse los resultados de su accionar; ¿los resultados logrados fueron suficientemente positivos? ¿Estos 30 años de Mercosur han sido beneficiosos? ¿Se puede mejorar? Todo parece indicar que para lograr nuevos beneficios hay que reestructurar su actual funcionamiento. Esos acuerdos comerciales fuera del bloque que nuestro gobierno desea implementar pueden representar el comienzo de los cambios que el Mercosur necesita.